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POV Nayeon

Otro día más hundida en mis pensamientos impuros, esta vez también en lo que sea que hablaba papá y mamá aquella noche.

Aún seguía molesta con Mina a pesar de que intentaba hacerme cambiar de opinión besándome y haciendo otras cosas.

Lo que había hecho aún no lo comprendía y era imperdonable. Quizas era algo importante que nos ocultaban y ella simplemente lo arruinó.

—Nayeon ¿Puedes explicar porque tienes esa cara de culo? —increpó Dahyun detrás de mi, pinchando mi hombro para que volteara a mirarle. Y... simplemente la ignoraba a pesar de que algunas palabras me hacían sonreír— ¿Verdad, Tzuyu? No sabemos si es el culo o la cara.

La sonrisa fue incontenible por aquello y poco a poco mi risa fue subiendo, llamando la atención de mis compañeros y obviamente del profesor que estaba dando la clase en este momento.

Rápidamente me disculpé, pero igual seguía sonriendo cubriendo mi boca para intentar que no sonase tan fuerte, pero al final fui expulsada de salón porque el pobre hombre creía que me estaba burlando de su clase.

Ciertamente su clase me causaba gracia, pero no tan extremo para burlarme tan descaradamente.

Todo fue por culpa de Dahyun por esas palabras chistosas. ¿Como que el culo o la cara? ¿Qué carajos...? Incluso recordarlo hace que vuelva a reír hasta agarrar mi panza.

Estaba de pie cerca de la cafetería cuando debía detener para calmar la risa, fueron segundos, hasta que golpearon mi cabeza haciendo que volteara hacia atrás.

Dahyun estaba con las manos en su cintura mientras que Tzuyu tenia los brazos cruzados con una expresión de disgusto.

—¿Quieres que te agradezca o que? —gruñi hastiada, respirando hondo para no maldecirla por hacer que me riera en plena clase.

Había dicho tantas tonterías que ignoré o almenos trate, pero esa fue inevitable.

—¿Por qué están aquí?

—El anciano no le gustó que protestará... y...

—Y me arrastró con ella cuando la sacaron también. —completó Tzuyu bastante disgustada, mirando mal a Dahyun que sólo rodaba los ojos.

Sólo provocó aquello para no dejarme sola.

Avanzamos hacia la cafetería totalmente vacía porque los estudiantes estaban en clases... en clases y no deambulando como nosotras que nos sacaron.

Ahora tendríamos que esperar una hora o menos, a nuestra próxima clase, en la cafetería. Tomamos nuestros pedidos, la señora mirandonos mal porque no estábamos en clase, y fuimos a sentarnos.

Dahyun no dejaba de insistir en porque no hablaba tanto, y terminé lanzanle un pan para que se callara. Dios, era exasperante cuando se lo proponía.

—Es por mi madre ¿Contenta? Deja de joder.

—¿En serio? Ya tienes...

—Si... hace unos días llevó a casa a unos tipos para presentarnos a Mina y a mi. —expliqué con amargura, comiendo el delicioso postre que habían preparado para mí, dejando como final el chocolate caliente.

Dahyun torció el gesto bastante incómoda por mi situación. Le había dicho lo que mi madrastra pensaba hacer con nosotras cuando tuviésemos edad suficiente.

—¿Eso existe aún?

Tzuyu se veía sorprendida cuando estaba tomando de su café, frunciendo el ceño.

—Lamentablemente, si. Y yo estoy en esa situación.

—¿Y tu padre también?

—No lo aprueba, pero tampoco lo niega. —susurré, apoyando los codos en la mesa.

Indebido | MinayeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora