Date a Sekirei

1.

Freezer era considerado un ser de poderes increíbles, dueño de casi todo el universo, un genio en el comercio galáctico, pero también era un monstruo despiadado, su corazón era digno del nombre de su raza, la raza de los demonios del frío.

Planetas vendidos sin importarle sus habitantes, planetas destruidos por el simple y mero hecho de que no les veía utilidad como este mismo que ocurría en estos momentos.

Un mundo prospero, tecnología en abundancia, una raza que había dejado los conflictos de lado para mejorarse a ellos mismos. Genes dotados con habilidades peculiares, aunque inútiles para Freezer.

Entonces, ¿por qué había liberado a sus guerreros más peligrosos para arrazarlo todo? ¿por qué los saiyajins ahora en su forma ozaru comenzaban a quemarlo todo con sus bestiales poderes?

¿Por qué se deleitaba con esa imagen? Viéndolo todo desde su nave con una copa de vino entre sus dedos con sus dos lacayos detrás suyo.

Era simple en realidad, fue porque se tomaron la osadía de negarse a someterse ante su reinado creyéndose superiores a él, o eso creyó.

Por más habilidades que poseían, por más talentos que gozaban no sirvió de nada ante un poderío bruto.

Saiyajines capaces de destruir planetas con facilidad, era obvio que perderían por más genios que fueran.

"¡Graaaargh!"

Aquel considerado el rey de los saiyans gruño lanzando un potente ataque de su boca destrozando toda infraestructura en su frente.

Aunque claramente estaba debajo de Freezer y lo aceptaba por más que su orgullo le quemaba.

Sus ojos carmesí entonces divisaron, entre los disparos de luz de los habitantes con rasgos similares a ellos mismos, como una de las torres centrales de aquella ciudad se iluminaba fervientemente.

"¿Huh?"

Un bufido de confusión fue soltado comenzando a caminar, sus instintos no le decían que fuera una amenaza aún así se dirigió hacia allá.

Las órdenes fueron claras, eliminarlo todo sin dejar rastro comenzando a cargar un ataque en sus garras.

Se vio dubitativo.

El Rey Vegeta mostró una vena palpitante en su frente mientras apretaba su puño.

¿Ordenes claras?

Su puño fue apretado con fuerzas deshaciendo su ataque, no haría al pie de la letra lo que le ordenaban.

-"¡Maldita sea! Soy el Rey Vegeta!" -pensó lleno de frustración.

Quedó hundido en sus pensamientos y fue suficiente para que aquella torre terminara su propósito.

Un haz de luz fue liberado cegando a muchos inclusive la nave de Freezer evitando que pudieran ver como un objeto enorme salía de aquel planeta.

-¡Señor Freezer! Los sistemas de la nave no responden -habló uno de los subordinados nerviosos sin entender lo que estaba ocurriendo pues los sensores de la nave parecían haber perdido señal.

Freezer quien había cerrado sus ojos por unos cortos segundos no fue capaz de ver aquel transporte galáctico pasar al costado de su nave a velocidad luz y cuando pudo fue tarde.

-¡Hmpf! Un tonto e inútil ataque tal vez, ese simio de Vegeta tendrá que responder por este descuido suyo -habló sin interés y divertido el demonio esperando deleitarse con la expresión de ese hombre tan orgulloso.

Un hombre con una gabardina blanca, cabellos negros con lentes redondos miraba satisfecho la marcha del "barco" hacia un rumbo lejos de la destrucción.