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—Bienvenidos -Hace una reverencia—Hoy tenemos a un invitado muy especial, denle la bienvenida a Hoodie.

—Hola buenas- Dice Hoodie mientras apaga su cámara.

—Es un honor tenerte el día de hoy- Dice algo nervioso—Jamas pensé que aceptarás.

—No tengo opción, eres el que literal nos paga- Suspira—De que trata de show.

—Básicamente tienes que cuidar de niños, y está ocasión es una niña de 7 años.

—Maldición, pues ya que.

✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨

—Buenas noches Robin!- Dice una chica rubia.

—Señorita Hannah-Dije sonriendo.

—Necesito de tus servicios.

—Oh jamás pensé que necesitarás de mi en ese aspecto- Sonreí.

—No de esos servicios estúpido- se cruzó de brazos—Quiero que me cuides a mi niña Lili

—Ah chinga, por supuesto, ¿cuántas horas?.

—Mira, tengo que salir de urgencias, sería casi 1 día completo, ¿podrás?.

—Claro!

*A la mañana siguente*

—Buenos días administrador- Dice Hoodie quien entraba a la cocina—¿Tienes algo para mí hoy?.

—Buenos días Brian -Le di una taza de café —Tienes dos trabajos en uno.

—¿Que quieres decir?

—Vas a cuidar de Lili, mientras terminas con el bastardo que nos traicionó.

—¿Algo más?- Preguntó para darle un sorbo al café.

—Es todo por el momento.

—¿Puedes darme un adelanto?, no se que edad tenga esa niña, capaz y me pida cosas.

—No hay problema, te daré mi tarjeta negra.

—Por eso me caes bien.

*En la misión de Hoodie*

P.O.V Hoodie

Tomé de la mano de la niña, a ella le incomodaba mi pasamontañas , así que, mientras estábamos caminando me la quite para que tomara confianza conmigo.
Ella me contaba algunas historias que su mamá le leyó, me preguntaba varias cosas, por suerte, tengo tolerancia con niños, aunque no todos me agraden ya que, son niños y entorpecen en varias cosas.

—Señor

—¿Si?

—¿A dónde vamos?.

—Daremos un paseo para pasar el rato.

—¿A dónde?.

—Lili, ¿Te gusta el helado?

—Sip

—Bien, se una buena niña, y te compare uno, es más, hasta un juguetes, el que tú quieras!

La niña se emociono demasiado con lo que le mencione, al final no me importaba, era la tarjeta del administrador. Llegamos a la casa del maldito que nos había traicionado, le contó a la policía sobre nuestra ubicación, y otros datos de todos nosotros. Le dije a Lili que jugará en el parque por unos minutos mientras terminaba mi trabajo, la niña hizo caso y fue a los juegos.
Entre por la parte trasera de la casa y el muy cabrón, estaba bailando mientras hacia su desayuno. Con una navaja que tenía en mi bolsillo, lo tome del cuello y le clave la navaja, su hermosa cocina blanca tenía unas manchas rojas. Apague la estufa y me lleve el cuerpo a una habitación de la casa.

𝓝𝓲ñ𝓮𝓻𝓸𝓼 «Creepypastas»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora