Date a Sekirei

4.

Goku no supo en realidad cómo terminó de esta manera, no le molestaba, quizás era algo apretado, pero su espalda sin dudas esraba comoda teniendo dos grandes esponjas suaves que lo acolchonaban.

-El agua está calentita -habló Goku con tranquilidad a la vez que dos brazos finos y suaves rodeaban su cuello.

-¿Te gusta Goku? -preguntó sonrojada la sekirei al oído del chico con un tono sensual.

-Creo que sí, se siente extrañamente bien -respondió tranquilo el azabache pues sentía que se sentía extraño y no sabía muy bien como explicarlo.

Ambos estaban metidos en la bañera, la mujer había decidido sentarse atrás sel muchacho, Goku decidió cederle el primer turno para que se bañe, pero la mujer insistió bastante en hacerlo juntos por lo que al final aceptó sin darle tanta importancia.

Kazehana tuvo uno de los mejores momentos de su vida, sentía cada fibra muscular de su ashikabi frotándose contra su cuerpo en estos momentos. Sus pezones desnudos pegados a él, su piernas rodeando su abdomen mientras el chico simplemente se dejaba por completo pues no veía lo malo en todo esto.

Ella era atrevida y el un tonto inocente, claramente llegarían a este punto bastante rápido. La sekirei no podía evitar sentir que se aprovechaba de su inocencia, pero obviamente no pudo perder esta oportunidad.

Quién sabe y podrían llegar mucho más lejos esta noche.

O eso quiso creer cuando sintió como la cabeza de su ashikabi se recostaba sobre ella.

-¿Go... Goku? -murmuró sonriendo complacida aunque se asombró un poco al percatarse de algo.

Los ojos de Goku estaban cerrados y su respiración se hizo mucho más tranquila, había quedado completamente dormido.

-Mi ashikabi parecía estar casado juju -ella rio divertida- Pero no hay de que preocuparse, ya habrán más oportunidades de profundizar nuestra relación -murmuró dándole un tierno beso en su mejilla.

Lamentablemente tuvo que despertarlo pero varios minutos después, somnoliento el chico se secó con la toalla y se puso sus pantalones para luego arrojarse en la cama con una gran sonrisa buscando el descanso.

Kazehana miraba atentamente a su ashikabi, secó su escultural figura y posteriormente se metió a la cama junto a Goku.

Buscó acurrucarse con el muchacho siendo sorpresivamente abrazada por este mismo quedando acurrucada entre sus brazos. Su nariz olfateaba al chico, su olor masculino mezclado con la esencia de los jabones que echó en la bañera.

No pudo sentirse más feliz en su vida, con timidez y sonrojo se acercó a su frente conectando un tierno beso en su mentón.

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Origami clavó todos sus sentidos en la científica quien mientras trabaja le contaba sobre las aventuras que tuvo con su héroe.

-Perdió contra Ten en ese torneo, justo luego de eso mi amigo... Krilin murió a manos de uno de los hijos de Piccolo -explicó con tranquilidad Bulma mientras sostenía un extraño soldador cuya luz era un tenue azul.

-Ya veo... Goku tuvo que haber sufrido mucho también -murmuró la albina perdida en sus pensamientos.

-Así es, ellos probablemente se vean como hermanos, se aprecian bastante pues desde que se conocieron han estado compitiendo para ver quien se volvía más fuerte -habló Bulma alegre- Aunque ahora creo que Goku le tiene mucha ventaja -rio divertida.

-Goku... -Origami tocó uno de sus labios.

Si Kazehana se había vuelto su sekirei significaba que lo había besado, ¿no? Ese pensamiento le molestaba un poco por más aprecio que le tenga a la número 3.