Kintsugi 💙
Yo te amo mucho más, mi amor.
Ya ha perdido la cuenta de cuantas veces a leído aquel hermoso mensaje. Hace sólo un par de horas Emilio se fue a Bolivia y Joaquín junto a sus hijos ya están de vuelta en la casa de Alberto extrañandolo como si se hubiera ido hace más de una década.
—¿Mi papi ya te avisó que ya llegó, papi Joa?— pregunta Eduardo con una voz bastante somnolienta y con un atisbo de tristeza. Definitivamente será extraño dormir sin el beso de buenas noches de papá Emilio.
Los tres, Joaquin, Axel y Eduardo, están en la habitación que corresponde al mayor, el pequeño Francisco se ha quedado profundamente dormido en la pequeña cuna a lado de la cama, después de tomar su leche, no tardó mucho en caer rendido ante el sueño.
—No, cariño, aún no— ríe y acaricia la cabellera del menor, quien se encuentra con la cabeza recargada en sus piernas —. El vuelo dura cerca de quince horas. Hace a penas dos que se fue.
—Ya es mucho, papi— menciona Eduardo acurrucandose cerca de Joaquín.
—Lo sé— ríe bajito, casi sin ganas —se acaba de ir y ya parece una eternidad.
—Yo creo que hay que ver el lado positivo de esto— menciona Axel igual de desanimado que ellos, con su mirada perdida en el techo de la habitación —. Cuando sea la boda, será más emocionante, ya que no se verán hasta entonces. Las emociones estarán más a flor de piel— hace una pequeña pausa imaginando la bella escena y continúa —Además, tal vez deberíamos cambiar nuestro estado de ánimo, así le podemos mandar buenas vibras a papá. No creo que se sienta cómodo pensando que tal vez nosotros no lo estámos. Tú y mi papá tienen una conexión asombrosa y lo más probable es que él sienta tu tristeza.
—Al tiene razón, papi Joaquí— menciona Eduardo mirando hacia arriba para ver mejor a su padre —. A papá Emilio no le gusta verte triste, siempre lo ha dicho.
Joaquín escucha atentamente a sus hijos. Es verdad que Emilio y él siempre han tenido una especie de conexión extraña. Una conexión que les permite sentir si el otro se siente cómodo o no en el ambiente en el que están. Han sido varias veces las que ambos han acertado a las situaciones de incomodidad del otro, tanto, que justo cuando sienten esa molesta sensación, un mensaje llega avisando lo que ya han presentido.
—Tienen razón, bebés— sonríe un tanto más animado —. Podemos intentar distraernos un poco, los demás ya están dormidos así que podemos hacer unas palomitas y algunas papitas, bebidas, dulces y los subimos para ver alguna película. ¿Qué dicen?
—¿Podemos ver alguna que le guste a papá Emilio?— pregunta Eduardo mirando atentamente a su padre.
—Claro que si, precioso— sonríe y revuelve el cabello de su hijo —. Vamos a preparar las palomitas y apagar las luces de allá abajo para que nadie se despierte.
Ambos niños se levantan felices y siguen a su padre hacia la cocina para poder preparar todo para su noche de películas. Joaquín, por su parte, está decidido a tranquilizarse, sabe que el vuelo de Emilio es largo y un tanto pesado, así que no lo estaría llenando de mensajes para que le responda. Aún siendo difícil para él, no mandará ningun mensaje, esperará a que el rizado lo haga primero, así sabrá que este no está ocupado.
—Papi, Joa— habla Eduardo colocando los vasos en la mesa para que Axel sirva las bebidas.
—¿Qué pasa, cariño?
—Cuando papá Emilio regrese, ¿podemos hacer otra tarde de películas?— pregunta mirando expectante a Joaquín.
—¿No prefieren una fiesta de bienvenida?
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◆FAMILIA AL INSTANTE◆
FanfictionEl vínculo que tengo con ellos... Emilio se dio cuenta que una pequeña mentira se puede convertir en lo que, sin saber, siempre necesitó y anheló porque una familia al instante se puede volver lo más importante. ◆Historia totalmente mía. ◇No se p...