MY LOVE [Michael Afton y Tú].

.16.

                        Estabas terminando de arreglarte para ir directo al trabajo luego de dejar tu cabello lo mejor presentable, cogiendo por último tu bolso para por fin salir del departamento.

                        Para llegar gracias a la bicicleta donde ya estaba abierto lo cual no podría ser muy buena señal quizás llegaste un poco más tarde, ya que debías ayudar siempre a abrir, ves la hora gracias al reloj del local y solo llegaste cinco minutos tarde por el tráfico, pero era raro ver qué estaba abierto.

— Ay no me jodas — Maldices en bajo y te apresuras a entrar al restaurante.

— Chica, ¿Donde estabas? ¡Abrimos desde hace una hora!

— ¿Es broma? Mi reloj marca las nueve, no las diez.

— A todas nos mandaron carta de que íbamos a llegar más temprano, a ver qué si el jefe no se da cuenta.

— Eso espero, aunque está vez no es culpa mía — Dices terminando de colocarte el mandil — se me hace bastante extraño ya que el jefe sabe perfectamente mi dirección.

— Debió ser un error, por ahora apúrate, tenemos clientes — Asientes para las dos salir con libretas en mano — Cualquier cosa nosotras diremos que llegaste temprano.

— Si, gracias Meredith.

                       Y así paso la mañana, pidiendo y llevando las órdenes a los clientes. Estabas tan ocupada que no notaste que tu jefe había acabado de llegar, y no sabías como pero al ir a la cocina a ayudar a servir te lo encontraste. Brincaste de impresión.

— Jefe, buenos días.

— Que tal, quería charlar contigo antes que vuelvas afuera.

Sin mas Asientes — Me informaron que llegaste una hora más tarde de lo que se acordó en el comunicado.

— Si, lo se pero. Tengo una explicación, es que a mí no se me envió tal comunicado señor.

— No es así, se que se te llegó a tu dirección. Mira, luego de dos años sabes lo estricto que soy ante los horarios. Más que nadie debe saberlo.

— Si señor, pero le recalcó, a mi esa carta no me llegó.

— Pese sea "cierto" te descontare el día.

— Disculpe...

— Queda decidido...— Estabas por protestar pese sea tu jefe era una injusticia, pero un gran alboroto los distrajo, saliendo de la cocina, observando dos sujetos discutir, queriendo golpearse, uniendose la gente al chisme — mientras tanto trata de sacar a esos dos.. Antes que quiebren algo.

Sin mas lo hiciste, saliendo de la barra.

— Caballeros, les pedimos cordialmente que no pueden permanecer dentro..

— ¿Y tú qué niñita? A mí no me vas a estar mandando, si por lo comes...

— Mejor regresa a la cocina.

— Señores se los pido nuevamente salgan, no nos obligen a llamar a la...

                        Eso al parecer bastó para que uno de ellos te hubiera empujado, donde caíste de espalda, en el proceso doblando tu pie y golpeando tu espalda y cabeza, perdiste el pido y oías solo un zumbido, veías nublado, estabas que te sentías mal.

                       Sentiste varias manos sostenerte para levantarte, apretando los ojos aclarando más la vista y viste a un sujeto familiar sacando del restaurante a esos dos.

                      Al aclarar la vista y recuperando poco a poco el oído notaste que era el, Michael, que se inclinó frente de ti, tocando tu rostro.