La noche era fría, pero no de aquella que te congelaba los huesos si no de aquella dónde disfrutabas de un buen abrazo al calor de la chimenea, pero para ellos dos , ya no habían brazos que los acogieran en su confortante calor. No, ellos perdieron esos disfrutes, una vez al terminar y cada uno tomar su camino, ambos en dirección al contraria al otro.
El gran salón estaba lleno de gente rica y de estatus alto, todos vestidos elegantemente para la ocasión, portando sus más preciadas joyas intentando sobrepasar a los demás, mostrando una actitud egocéntrica, creyendose los reyes de la noche, ellas intentado sobresalir y conseguir a alguien forrado en dinero y ellos tratando de cerrar negocios para hacer crecer la cuenta en el banco. Todos con un objetivo, tratando de lograrlo, pero en aquellos dos corazones partidos eso no era prioridad, no cuando al fin de mucho tiempo sin verse ahora estaban frente a frente, ambos con nudos en la garganta sin atreverse a hablar, callando como siempre e ignorando sus sentimientos.
Aún con el ruido del salón, se podían oír sus corazones palpitando fuertemente y su respiración errática en ambos, pero eso solo podía ser percibido por ellos únicamente.
-Buenas noches señor y señora Park, un gusto volver a verlos - saludo Jungkook cortésmente a quienes hace medio año eran sus suegros.
-Muchacho, que sorpresa tenerte por aquí - dijo amablemente la señora Park.
-Buenas noches señor Jeon - dijo el señor Park en tono firme.
-Buenas noches a tí también Jimin - hablo Jungkook al chico bien arreglado que se encontraba al lado de sus padres.
-Buenas noches Jeon.
Ambos se miraron a los ojos tratando de decirse miles de palabras que no podían formular con la boca, el ambiente en ellos se hacía cada vez más pesado.
- Hijo me temo que debemos ir con los Cha, Joven Jeon fue un gusto volver a verlo.
Los señores Park se despidieron y dieron media vuelta con su hijo, pero en cuanto Jimin estaba por avanzar la voz de Jungkook lo detuvo.
- Desearía hablar un momento contigo Jimin.
Jimin se congelo en su sitio, ya había imaginado aquello venir de su ex esposo.
Sus padres se volvieron a él, esperando su respuesta ante la petición de Jeon.- Estaré bien - dijo sonriendo a sus padres, tratando de transmitirles confianza y paz.
- Cualquier cosa llámanos - su madre le hizo saber mientras que el señor Park le daba un dura mirada a Jungkook.
Con un asentimiento de cabeza por parte de Jimin, los señores se retiraron y él se quedó de nuevo a solas con su ex esposo, a pesar de estar rodeados de gente. Aún de espaldas a Jungkook habló.
- Lo que tengas que decirme hazlo ahora, no me gustaría quedarme más tiempo - dijo para después volverse ante su antiguo amor.
- Preferiría que fuera en un lugar más apartado.
- Está bien.
Jimin volvió a darle la espalda y empezó a caminar hacia las afueras del salón obviamente Jungkook fue detrás de él, permitiéndose observar sus impresionantes curvas desde atrás, aún si este llevaba un abrigo se notaba el contorno de su silueta. Trayendo tantos recuerdos de cuando eran ellos dos y él podía tocar y tomar libremente a su esposo, cosa que ahora ya no era posible.
Ambos se dirigieron a los extensos jardines, para después quedarse parados en un lugar apartado y rodeado de arbustos.Se quedaron quietos y sin decir nada, Jungkook analizaba cada centímetro de Jimin, comenzando con que llevaba unas elegantes zapatillas negras de aguja, un hermoso vestido esmeralda totalmente largo, con un corte en la pierna izquierda y el escote a los antebrazos dejaba ver su clavícula, se adhería a su cuerpo como segunda piel y dejaba ver todos sus atributos, luego estaban las joyas que cargaba encima, su maquillaje imponente resaltaba sus distintivos rasgos faciales y el peinado sencillo pero elegante de su bella cabellera negra, y por último portaba un abrigo negro, sin duda el negro resaltaba aún más su presencia.
- Te ves hermoso - dijo Jungkook después de un rato en silencio.
- ¿Que me quería decir señor Jeon?-.
Sin responder ante el halago Jimin pronunció, era mejor ir directo a la raíz y no dejarse llevar por Jungkook.- Vamos, puedes por un momento ser menos áspero cuando estás conmigo.
- No creo que pueda, por qué ya sabemos que pasa cuando no soy tan duro contigo, juegas conmigo y te sales con la tuya - dijo Jimin dándole una mirada mordaz.
- Sabemos bien que yo no tuve la culpa de lo que haya pasado entre nosotros.
- ¿Y yo sí? - soltó una risilla irónica. - Por favor no vengas con la fachada de víctima después de seis meses donde en ningún momento me buscaste para aclarar las cosas.
- ¿Y tú? ¿Si me buscaste? Por qué bien podías haberlo hecho igualmente.
- No tengo por qué responder cuando sabes perfectamente la respuesta.
- No la tengo y por eso quisiera saber la verdad.
- La única verdad aquí es que yo no soporto estar junto a ti.
- ¿Estás seguro de aquello? - dijo Jungkook acortando la distancia entre ellos.
Jimin al notar esto se puso nervioso pero trato de disimular, pues su cercanía alteraba a su alocado corazón, y es que era imposible que no ocurriera aquello, si todavía amaba profundamente a este hombre.
- Muy seguro - Dios Santo, estaba mintiendo.
Pero Jungkook conocía muy bien al amor de su vida, y perfectamente detecto cuando mintió.
- No, no lo creo.
- Porqu-
No dejo terminar a Jimin, por qué se había acercado y lo había tomado con sus fuertes manos de la cintura para después estampar sus labios contra los de Jimin, tomándolo desprevenido al iniciar el beso.
Jimin gimió y cuando hizo aquello Jungkook aprovecho para introducir su lengua e iniciar un beso voraz, duro y con mucha fogosidad en el.
Y Jimin, cayó rendido pese a estar mentalizado en que no lo haría, pero ¿Quién podría culpar a sus corazones? Si se seguían amando como la primera vez, y además lo que había sucedido no fue por el actuar del contrario, sino por terceras personas envidiosas de su relación.Pronto, Jimin rodeo con sus brazos a Jungkook, entrelazando sus manos en el cuello de este y tomando entre sus largas uñas mechones negros para poder dejar caricias por su nuca, al mismo tiempo Jungkook los junto más a ambos logrando que sus pechos se aprieten y también bajando ambas manos hasta los prenominentes glúteos de Jimin, dando un ligero apretón.
Sentían el beso subir de intensidad, la añoranza de sus caricias y amor se estaba haciendo presente, olvidándose de su alrededor y sus problemas.
Jungkook separó sus labios para poder bajar al cuello de Jimin y morder, besar, y chupar la piel expuesta, Jimin dió total acceso, disfrutando de caricias tan íntimas y amorosas.-Te extrañe tanto mi amor- susurro Jungkook enmedio de sus besos.
-Yo también te extrañe - dijo Jimin con la respiración acelerada y los ojos vidriosos de deseo y anhelo.
Entonces Jungkook se separó, y tomo con ambas manos la cara de Jimin.
-Permíteme llevarte conmigo, de verdad necesito aclarar las cosas contigo - mirándolo a los ojos hablo. Jimin no dijo nada pero con un asentimiento confirmo lo que no pudo pronunciar por el trance en el que estaba después del beso.
Sin más, Jungkook tomo la mano de Jimin y entrelazando sus dedos comenzó a caminar en dirección a la salida para pedir su coche al valet.
En la espera, Jungkook volvió a hablar.
- Jimin cuando decía que estabas hermoso, no mentía.
Jimin sonrió de lado -Ya lo sabía.
En eso apareció un Bugatti Divo, el preciado coche deportivo último modelo de Jungkook, uno de los 40 carros limitados.
Jungkook tomo por la cintura a Jimin, para ayudarlo a subir al asiento del copiloto y después rodeo el deportivo para tomar lugar, pero antes de subir vio en la entrada al señor Park, Jungkook alzó la mano pidiendo permiso para robarse a su tesoro y entonces el señor Park inclinó la cabeza en aprobación.Con una sonrisa en el rostro, Jungkook entro al Bugatti, encendió el coche y antes de arrancar, volvió a ver a su lado, la sonrisa enorme de Jimin lo recibió, y no pudo estar más contento de que después de seis meses, aquel asiento ya no volvería a estar desocupado para nada.
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En Las Cenizas De Un Amor Profundo [Kookmin - Mini historia]
FanfictionHace tiempo que ambos habían terminado, pero nunca hablaron al respecto sobre aquello como personas adultas y civilizadas, ahora que la oportunidad se presentaba debían decidir si volvían a estar juntos o quedar solos, aún si sus corazones dictaban...