Pucca: El Retorno De Garu (AU)

✨ I ✨

Garu ansiaba el momento para llegar y empezar con su entrenamiento para ser un gran ninja el día del futuro. Aunque al principio extrañaba a sus amigos --a pesar de no mostrar emoción alguna-- sabía que ésto era lo que debía pasar y que después de todo volvería a verlos, pero para no extrañarlos tenía la pulsera de esa chica sobrina de los chefs de fideos para que pueda recordar que solo no estaba. Cuando llegó a ese lugar tan sagrado era momento de desempacar todo e inmediatamente empezar con el primer día de entrenamiento --lo único que no le gustó a Garu--.

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Mientras tanto, en la aldea de Sooga, una chica de pelo azul recogido como rodete con forma de corazón se podría decir, se quejó con el pueblo. Ella jamás se enteró que el futuro ninja se iba ese día y no dudó en echarle la culpa a alguien que conoce bien. --Por qué no me enteré nada de que se fue Garu?-- exclama casi gritando. --de seguro no me quisieron decir nada!--. --Pucca te mandó la invitación por carta. No te llegó?-- preguntó una Ching confundida. Pucca con sus gestos reafirmó lo de su amiga y aún así Ring Ring prefirió ofenderse con ambas porque creía que ellas no le dijeron nada. --qué rayos le pasa a ella?-- recién llegando a saber del chisme pregunta Abyo. --Pucca fue de amable a decirle por carta a Ring Ring sobre Garu y tan solo no nos creyó-- responde Ching. --Esa mujer! Por qué será que nos odia tanto? Al principio creí que era sólo por Pucca-- dice Abyo. Pucca no tenía cabeza para estar pensando por qué estaba enojada Ring Ring, pues tan solo quería que su ninja volviera lo antes posible a la aldea para darle una cálida bienvenida, aunque eso signifique esperar un tiempo --hablamos de años-- para volver a saber de él.
Por otro lado, Ring Ring después de enterarse de que Garu ya no está, no hizo nada más que quedar renegando en su casa, pensando por qué y cómo pasó todo eso --obviamente no creyendo lo que Ching y Pucca decían--. Ahí donde estaba ella también la acompañaba su asistente Ayo, quien está preocupado por ella y por su actitud últimamente más irritante que la de siempre. --señorita Ring Ring-- empieza a hablar Ayo. --se puede saber por qué está así de enojada y deprimida?-- procede a preguntar. Sin embargo ella no le contesta y se encierra en su cuarto a deprimirse más. Lo único que se le ocurrió a Ayo es llamar al padre de Ring Ring para saber que tiene en mente hacer con el plan. --señor. Su hija está llorando. Acaso no le dijo que Garu de fue?-- pregunta. --Ayo. Ella no podía saber eso ya que sino pasaría ésto. Ahora tengo que consentirla y decirle todo el plan, lo cual implica involucrarla. No quería que se metiera pero ni modo-- contesta el misterioso ser. --ahora dile que la quiero ver para hablar de algo. No le digas lo que te dije-- concluye. --entendido señor. Ya mismo le hago saber-- responde el asistente el cual se va a cumplir con las órdenes del jefe desconocido. Se notaba que ese ser tenía el propósito de hacer daño, y sin Garu en la aldea sería más fácil realizar el plan.

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6 años después...

Ya habían pasado seis años desde que Garu se fue para convertirse en ninja. Él hizo desde entonces un gran avance, tanto que para su sorpresa el maestro Soo lo citó para decirle algo importante. --Garu-- empezó con su discurso. --has estado aquí por seis años, ya eres mayor de edad y te adaptaste bien al cambio. A pesar de haber obstáculos, los pudiste resolver por tu propia cuenta. Y es por todo eso que a partir de mañana dejarás éste lugar sagrado y volverás a Sooga, ya declarado ninja-- explicó el jefe. Garu, que no emitía ni un sonido, estaba feliz. Por fin se le cumplió el sueño y volverá con sus amigos, vecinos y demás. Asi que lo único que se le ocurrió hacer en ese mismo momento era estrecharle la mano a Soo e irse a su casa --donde se hospedó por éstos seis años-- a empacar todo y estar listo para mañana.
Al día siguiente, Garu ya estaba listo para dejar el dojo, rumbo a Sooga. Pero antes tenía que asistir a una ceremonia donde ahí se va a graduar como ninja. Ya habiendo llegado, también estaba el maestro Soo, quien los iba a declarar ninjas. --señoras y señores-- inició la ceremonia. --hoy es un día muy memorable. Aquí tengo conmigo a los futuros ninjas que hoy serán graduados por su esfuerzo y dedicación. Serán el ejemplo para éste lugar y su futuro tal vez sea incierto, pero lo que sí sé, es que ustedes ya están listos para convertirse en ninjas protectores de sus aldeas. Es un honor haberlos entrenado para que éste día llegue. Los felicito, y con ustedes LOS NINJAS-- termina con el discurso para luego darles un regalo a cada uno. Eran todos distintos, pero el de Garu en particular era una bufanda verde. Al ser sagrado, Garu no debía perder eso ya que sino no será protegido en sus próximas aventuras. Ya terminada la ceremonia, Garu finalmente se fue de ahí, siendo aplaudido por Soo, sus compañeros y dirigentes del dojo. Cuando Garu por fin salía de ese lugar sagrado, hizo algo que esperó durante tiempo hacer. --al fin-- fue lo primero que dijo después de suspirar. Rompió con el voto de silencio de hace años atrás. --ya no me quedaré callado. No más ahora que soy ninja-- dijo. Con eso dicho continuó su camino a casa contento de que ahora no tiene que preocuparse por nada --o eso creía--. Durante su largo viaje por casi medio mundo, pensaba en sus amigos y en cómo lo recibirán. --Abyo espero que por fin hayas admitido tu romance con Ching-- decía entre risas el recién declarado ninja. --ojalá Ring Ring no me esté jodiendo, que Tobe esté muerto y que Pucca...-- deja de hablar cuando dice ésto último. --Pucca-- retoma. --y si ya no quiere saber nada de mí?-- se pregunta. Pero ya no tenía tiempo para pensar porque ya había llegado después de tiempo. Cuando llegó no vió a nadie cerca. Ésto le generó una especie de rareza que decidió seguir camino y ver qué ocurría. Luego escuchó gritos desesperados, por lo cual siguió pero ésta vez corrió lo más que pudo hasta ver lo que realmente pasaba. Sooga estaba destruida! --Sooga-- fue lo único que dijo al ver el desastre.

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