1

289 46 12
                                    

Valentín miraba concentrado la pantalla desde el sofá de su departamento. Ese día para su suerte no le tocaba jugar, así que podía darse el gusto de estar acostado mirando partidos de fútbol.

Mientras revisaba que podía ver ese día, se le cruzó un partido del Benfica. 

  》》 — Una revista de Portugal puso de portada a Agustín Giay diciendo que el Benfica lo está buscando — escuchó Valentín en la televisión mientras ordenaba su departamento. 

La noticia lo sorprendió, no había escuchado nada sobre eso de la boca de su novio, ¿se lo estaba escondiendo o el castaño tampoco estaba enterado? 

Pensó en mandarle un mensaje, pero sabía que Agustín estaba entrenando aún, y no quería molestarlo.

Pero, ¿no se lo estaba escondiendo, verdad? 

No, seguramente Agustín tampoco tenía idea, tenía que confiar en él 《《

Una pequeña llama revivió en él.

El destino era cruel con él y siempre lo llevaba hacia esa persona, al dueño de esos ojos verdes.

  》》 Después de meses, habían podido escapar de sus responsabilidades y viajar por el fin de semana largo a la playa. 

Agustín corría hacia al mar con tanta energía, que a veces Valentín se preguntaba si el mayor tenía un botón de off o si alguna vez esa sonrisa en su rostro desaparecía. 

Igual, si algún día pasaba, no quería ser testigo de eso.

—Dale amor vení — lo llamó sacándolo de sus pensamientos.

Cuando el pelirrojo miró hacia él, el sol se alineó perfectamente, iluminándolo por completo.

Valentín pudo ver como esos ojos resplandecían y se ponían más verdosos con matices dorados. 

Corrió hacia él, Agustín lo levantó con un brazo, sus rostros quedaron muy cerca el uno del otro, Valentín, sin poder contenerse, le robó un pequeño beso, que rápidamente el mayor convirtió en uno profundo e intenso.

A veces Valentín se sentía totalmente superado al sentir el amor de Agustín por él, como alguien tan perfecto como el castaño podía amar alguien tan roto por dentro como él.《《

Había días que extrañaba saber cada cosa que pensaba el ojiverde, en especial, escuchar cómo fue su día.

Pero, ¿Podría Agustín contárselo sin mencionar nada sobre ella? 

  》》— pero no te lo puedo contar — dijo Agustín en una videollamada que estaban haciendo mientras que el ojiverde cocinaba.

—¿Sabes que ser amigos incluye contar esas cosas, no?

— Sí, pero esto es distinto.

— ¿por qué?

— Porque conocí a alguien, Valentín. — miró directo hacia la cámara cuando pronunció esas palabras.

El pelirrojo sintió cómo algo se rompió dentro de él, un dolor más sutil a comparación de cuando vio embarcar ese día a Agustín. 

— Pero dale contame, ¿cómo es? — preguntó con una sonrisa fingida, que claramente Agustín notó, porque no había otra persona que conociera tan bien a Valentín como él.

Pero, suspiró y decidió seguir con ese juego que había creado el pelirrojo.

— Bueno, la conocí el otro día…《《

Mientras él caminaba bajo una tormenta, el mayor, seguro, disfrutaba de nadar en el océano y conocer la verdadera libre. 

Habían pasado varias semanas desde la última vez que ambos habían hablado. Últimamente, coordinar se había vuelto más complicado.

Valentín sentía que la distancia crecía a creces, era como si una fuerza mágica alejara cada vez más Lisboa de Buenos Aires.

Quizás por eso, el pelirrojo se arrepentía tanto de haberle dicho al castaño que todo estaba bien, que podían quedar como amigos, que no importaba todo su historia juntos como amantes, que lo único que importaba era seguir en la vida del otro, de una mínima manera. 

  》》 Ambos lloraban. 

Ellos sabían que se amaban, que morían el uno por el otro, pero eran razonables también, se conocían tan bien y sabían que una relación a distancia no funcionaria con los celos e inseguridades que rodeaban su relación desde siempre.

— Seamos amigos — Valentín dijo en un momento de desesperación agarrando la camiseta de Agustín. 

—Valentín, vos sabes. 

Agustín dudaba, los sentimientos de Valentín siempre habían sido más intensos, hasta obsesivos. ¿Podría soportar estar con él sin poder besarlo, abrazarlo o controlarlo? 

— Por favor, te lo ruego, seamos amigos. — Los ojos de Valentín estaban al borde de las lágrimas. 

Y Agustín siempre era débil a las lágrimas de su pareja.

Así que, como siempre, cedió, aceptó que ambos sean amigos, pero no sabía cuánto eso iba a funcionar de verdad 《《

Había sido la mentira más cruel que su boca había dicho alguna vez. 

¿Poder ser únicamente un amigo para Agustín? Un buen chiste.  

Si cada vez que tenían una pequeña conversación, lo único que deseaba era decirle: 

Desearía que nunca te hubieses ido.

Pero terminaba diciendo:

Te deseo lo mejor

Pero peor eran esos momentos, cuando más desolado estaba, cuando más perdido se sentía, que tenía la inmensa necesidad de agarrar su celular, llamarlo y decirle: 

Sin ti, todo está mal.

Tú eres lo que siempre necesite, y necesito. 

Pero al verlo inmerso en tanta felicidad en su nueva vida, todas esas palabras quedaban atrapadas en su garganta. 

Valentín llegaba a pensar que capaz el problema había sido él, que los problemas que llevaba con él habían atrapado demasiado a Agustín, y por eso ahora que estaba lejos, finalmente era libre. 

  》》 —Te amo Valentín, no podés dimensionar lo mucho que lo hago, pero ya no puedo más.

Le había dicho con lágrimas en los ojos, una noche donde tuvo que ir a rescatarlo de un boliche. 

—No va a pasar de nuevo — dijo entre balbuceos que poco se entendían debido a la cantidad de alcohol que había tomado. 

Agustín negaba con la cabeza mientras una lágrima se le escapaba, y antes que el pelirrojo la notara la limpio. 

— ¿Lo prometes? — le pregunto por puro compromiso, queriendo creerle, pero sabiendo que cualquier cosa que saliera de su boca iba a ser otra mentira. 

— Te lo prometo, mi amor — dijo el pelirrojo, con honestidad, pero con poca voluntad de poder cumplirlo. 

Agustín lo atrajo hacia sus brazos, donde Valentín se escondió en su pecho, cayendo dormido, escuchando los latidos del corazón de su único amor. 《《

Por eso, a pesar de desear tanto decir realmente todo lo que le importaba, y cómo se sentía. 

Preferiría verlo feliz.

Con o sin él.

— ¿Te enteraste la última? — le preguntó un relator a otro en medio del partido.

— ¿Qué pasó?

— Agustín Giay se va a casar; ayer le pidió matrimonio a su novia.

— ¡Qué increíble! Ver que este joven la está rompiendo en su vida romántica. Veremos si esta noche rompe el arco también.

Te deseo lo mejor, mi amor. 

Pensó Valentin antes de apagar la televisión y acostarse a dormir, deseando al menos, encontrar a su amor en sueños.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 29, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

te deseo lo mejor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora