I - El Principio del Sendero

25 2 0
                                    


Boruto se sentó en la mesa con los ojos entrecerrados. El desayuno esta vez estaba mejor que nunca, claramente era un día importante. El olor de las croquetas era particularmente estimulante.

-¿Y papá? - preguntó Boruto mientras se llenaba la boca de arroz.

-Está entrenando con tu hermano. - dijo Hinata, sirviéndose elegantemente unas croquetas.

Hermano. Todavía era difícil para él decirle hermano.

-Hoy asignan los equipos, ¿Cómo te sientes?

Boruto lo pensó por un segundo. Realmente no había nadie con quería estar, sentía que los demás solo lo iban a atrasar.

-Muy emocionado, ojalá me toque un buen equipo. - le inventó.

-Yo creo que vas a ser la estrella en el equipo que estés, porque sos muy dulce. - le contestaba mientras le apretaba los cachetes.

A esto se abrió la puerta y entraron Naruto con Suno. Estaban transpirando, ¿Cuánto habrían entrenado? Boruto se mordió los labios pensando esa pregunta. Saludaron y se sentaron a desayunar.

El cabello blanco despeinado de Suno y sus ojos claros le habían hecho tener más de una admiradora. Pero no importaba, Boruto seguramente tenía diez veces más admiradoras que él. Después de todo, él había sacado la nota más alta en el examen de la academia.

-Un día importante, ¿no es así chicos? Van a tener finalmente un equipo. Qué nostalgia... -decía Naruto mientras le frotaba el hombro a su esposa.

Suno solo miraba su plato y comía, siempre tan raro.

-Sí, papá. ¡Ya no puedo esperar a ser un ninja de verdad! Podré mostrar todas mis técnicas en el campo de batalla. - decía mientras posaba.

La conversación siguió solo un poco más hasta que su madre les recordó que hoy tenían que llegar temprano. Ella se ocuparía de llevar a su hermana más tarde.

-Está bien, me voy ahora. - dijo Boruto.

-Tu hermano aún no termina el desayuno - le reprochó Naruto.

-Está bien, prefiero ir solo para despejarme la mente, espero que esté bien, ¿no Suno?

Suno asintió con la cabeza. De nuevo sin hablar, tan raro. Se apresuró a salir, ignorando las quejas de sus padres. Una mañana preciosa, el cielo completamente azul, el viento fresco pero agradable. No podría haber pedido un mejor día.



Fue el primero en llegar, y la segunda fue... ella...

-No puedo creer que un perdedor como tu haya sacado más nota que yo. Se nota que Tenten no me quiere - decía Sarada mientras se acomodaba los anteojos y suspiraba.

-Me pareció oler fracaso y supuse que eras tu. Está bien, no te preocupes, no todos pueden ser como yo. - le dijo Boruto, mientras se arreglaba el pelo.

-Tonto. Te serviría ser más humilde como tu hermano. - le contestó sin mirarlo y se fue a sentarse al banco más lejano que pudo encontrar. Mientras caminaba se tropezó con un muchacho. Era de contextura pequeña, el cabello cortado corto, ojitos chiquitos verdes. Estaba aterrado.

-P-P-p... perdón Sarada. No t-t-te vi.

-No puedo creer que hayas graduado, Seija. Realmente mereces que te felicite. Saliste último, ¿no?

-A-a-anteúltimo, pero está bien, estoy contento de haber pasado. - dijo con una sonrisa un poco forzada.

-Ah, es verdad, me había olvidado de Strike. Pero ella no cuenta, la aprobaron por lástima, así que entre nosotros tu fuiste el último entre los ninjas genuinos.

Boruto Alt: Una Nueva VersiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora