—¡Oye! ¡Príncipe de Hielo! ¡Sasuke!
El chico voltea al escuchar su nombre ser pronunciado de forma tan escandalosa. Los demás estudiantes voltearon a verlos con curiosidad.
—Maldito Suigetsu... —murmura enfadado, ya lista su espada para rebanarlo.
—Oye, jefe, ¡aquí estas! ¿Por qué escapas de nosotros?
—No estoy escapando.
—¿Sigues enfadado por no tener un hilo y la broma que te hicimos? Te dije que no te preocuparas de eso, hombre. Alégrate, no estas unido a nadie y puedes escoger y tener tantas lindas chicas solo para ti sin remordimientos.
Suigetsu, un subordinado suyo, se colgó de sus hombros mientras se carcajeaba. A él se le unieron rápidamente Jūgo y Karin, un guardaespaldas y una desquiciada enamorada respectivamente.
—Suigetsu, suéltalo.
—Oh, vamos, Jūgo, no arruines esto.
—¡Te dijeron que lo sueltes! —grita Karin, apuntándole con su varita de roble.
—¡Ah, que miedo! ¡La hechicera carmesí me hará pedazos!
Suigetsu suelta a Sasuke tan rápido como ve que la chica activa su magia y lo apunta directamente. Sin otra opción, comienzan a pelear por la atención y sobre quien es mejor que quien.
❝Un beso de amor verdadero, pequeño príncipe, esa será tu salvación.❞
La multitud comienza a arremolinarse a su alrededor, más y más personas se acumulan. Comienzan a murmurar entre ellos, ocultando sus ojos descorteces y los señalan abiertamente.
❝Tan dulce como la miel, pero también tan frío como el hielo, es un beso de tu amor verdadero.❞
Sasuke puede escuchar las voces en varios tonos y emociones, los ojos de distintos colores brillar con malicia mientras lo miran como si fuera un trozo de carne de dragón que pueden saborear.
❝Bendito hilo rojo del destino, pequeño príncipe, serás libre y podrás amar al mundo.❞
Sasuke siente que no puede respirar.
¿Qué sucede? ¿Por qué...?
Se sujeta el pecho con ambas manos, tropezando hacia el frente y bajando la cabeza mientras el aire se acaba.
❝Solo es un pequeño y corto beso, de un extraño sin nombre. No tienes que escogerle, porque hay más que pueden amarte.❞
Tantea con dificultad sus bolsillos, buscando su propia varita.
Desparezcan... ¡Cállense todos!
Sin poder controlarse Sasuke aprieta la varita de diamantina, rompiéndola en miles de pedazos.
La magia sale de los pedazos rotos, los cuarzos se unen en una esfera y emulsionándose en mana expulsan cargadas notas de encantamiento.
—¡Sasuke! —grita Jūgo, corriendo a él para detener la grieta.
Notando el disturbio desde una ventana, Kakashi, el subdirector de la academia, se apresura a correr hacia ellos.
Los alumnos, antes interesados y dedicados a Sasuke, comienzan a alejarse del sitio, huyendo en pánico y miedo. La oscuridad le está consumiendo.
Uchiha Sasuke, el noble de oriente, ha contaminado la magia, creando una "Grieta" en un sitio sagrado como lo es su institución.
La magia se arremolina a su alrededor, cortando a todo aquel que se acerque demasiado. Una inmensa capa de polvo de estrellas nace de su varita rota.
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Érase una vez un príncipe de cuento de hadas
Romance❝Un beso de amor verdadero, pequeño príncipe, esa será tu salvación.❞ La multitud comienza a arremolinarse a su alrededor, más y más personas se acumulan. Comienzan a murmurar entre ellos, ocultando sus ojos descorteces y los señalan abiertamente. ❝...