Pretend You're There

Capítulo 28: Verdades

Quiero existir más allá de mí misma.

Alejandra Pizarnik

Sirius Black es un hombre libre.

Respiró profundo cuando salió por la puerta, puede que ahora mismo no tenga absolutamente nada pero debe seguir y seguir.

Por Hadrian, por James, y por… Reggie.

Con ropa desaliñada, y con aspecto psicótico, respira profundamente.

No está solo.

Remus Lupin se encontraba esperándolo, eso es jugar sucio Albus, Piensa listo para pasar por su lado e ignorarlo.

— Sirius, espero solo un momento, solo uno. — . Mientras invade su espacio y le sujeta el brazo.

Solo pudo reír.

— ¿Qué quieres que escuche Remus? Cómo nunca dejaste de dudar de mi, cómo sospechaba que yo asesine y traicione a mi alma gemela platónica, o cómo me desechaste en la primera señal de problemas. — Sirius sonríe burlón, cruel.

¿Cómo pudo dejar a su pequeño Reggie por un tipo como este?

— Cómo quieres que no sospechara cuando tú y tu hermano eran tan jodidamente retorcidos lo que ustedes hacían no estaba bien. — Un impotente Remus trata de explicarse nervioso, el porqué de sus sospechas.

— ¿Sabías de dónde se originó la locura de los Blacks? No es por la influencia de la magia negra(en parte), la mayoría de sus almas gemelas románticas nacían cómo hermanos, y puede que le incesto sea bien visto pero nunca tan directos la separación los enloquecio, yo enloqueci Remus porque lo amaba y nunca pudo decírselo o al menos demostrarlo, fui una jodida basura con el por negarme a mi mismo y despareció convertido quizás en algo que dejó de ser humano, es peor que morir al menos si muere yo estaría con él a su lado cómo el destino de cada alma gemela. — Su voz llena de ira cambió a una goteando de desdén. — Claro no sabrías de esto, ya que a esta edad nunca lo encontrarás .
posiblemente siguió su vida sin ti en ella, malditamente afortunado si me preguntan. — Lupin paralizado, dejado atrás por un feliz y satisfecho Sirius.

Le escribió a su ahijado que lo verá en las vacaciones de pascua, necesita buscar por un tiempo ayuda médica antes de presentarse correctamente, por suerte Rufus preparo todo correctamente.

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Esperaba en la estación, todos lo miraban y señalaban algunos con desprecio en sus miradas pero ninguno se acercaba lo suficiente, nadie quería ponerse en el lado malo del nuevo Lord Black.

Es divertido, muchísimo.

Sirius parecía deliciosamente travieso lista para jugar cuando ve el cabello azabache y unos ojos diabólicos verdes.

Lo sintió

Mi cachorro es una bestia hambrienta lista para reventar.

Sin dudarlo le abrió los brazos y este corrió abrazarlo.

Lo abrazó fuerte y olió su cabello, sintió en ese momento que estaba en casa.

— Vamos a ver a la puta de Petunia y tener una conversación importante. — Le susurró muy bajo en su oído, sintió cómo su ahijado aguanto la risa.

Tomó su mano, fueron a la parte Muggle de la estación donde una Petunia elegante y hermosa esperaba, cuando lo observó su rostro se torció en una mueca de puro desprecio, Sirius le devolvió el gesto con la misma pasión.

Sabe que tuvo que hacer la vida imposible a Hadrian, está seguro de esto, y él se asegurará de pagarlo correctamente.

Pero antes de decir cualquier cosa, volteo a Hadrian y todo de ella cambió su rostro mostraba sumisión mientras tomaba su baúl de sus manos y le abría la puerta del coche.

Comprendió entonces, que su cachorro era más peligroso de lo que piensa si fue capaz de controlar a una maldita serpiente como Petunia.

Siempre perfecta, siempre manipuladora.

Cuando todos están en el auto Sirius no puede evitar joderlo, como siempre.

— Qué bueno que Hadrian no se parece a James, después cuando crezca vas a querer cogertelo. — Petunia pisó el acelerador con fuerza, su sonrisa se volvió algo salvaje cuando volteo a verlo.

— Habla el tipo que cogía a su hermano muerto. — Petunia iba a seguir pero miró hacia Hadrian y cerró fuertemente la boca.

Hadrian sin embargo tenía los ojos teñidos de diversión y sus labios se curvaron en triunfo, cómo si comprobará algo.

— Te acostaste con mi padre. — Confirmó, Petunia guardó silencio apretando el volante de la humillación. — Contesta. — Le ordenó.

Lo que dijo no fue una confirmación era un hecho, pero quería oírlo de sus propias palabras, disfrutando de su humillación Sirius se inclinó hacia adelante sin perderse detalle.

— Sí. — Afirmó, lágrimas de ira bañaban sus ojos, pero respondió educadamente.

Sirius no puede entender que vio a su amigo en alguien cómo ella, pero no lo cuestionó.

El resto del viaje, Sirius le contaba cosas de su infancia y las aventuras de su padre, Hadrian lo observó sin perder un detalle.

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Cuando llegaron, Hadrian le pidió amablemente a Petunia que quería helado de chocolate recién comprado de la tienda en la avenida.

Esa que se tarda 2 horas en llegar.

Ella se fue con mucho gusto, se preparó mentalmente para lo que viene, lo que sabe observando a su cachorro sabe que lo manejara correctamente, al final de cuentas las bestias son depredadores y necesita protegerse.

Sentado uno al lado en el sofá Sirius respira profundamente y suelta la bomba.

— ¿Sabes que es un señor de la magia?.

Hadrian asintió. Bien menos definiciones.

— Cuando naciste casi destruiste la casa en sus cimientos, fue entonces que lo supimos la magia eligió a su hijo, lo bendijo con poder. Recuerda esto Hadrian también es una maldición muy peligrosa, mira lo que le hizo la magia de Voldemort, puede tomar control de ti y nada sería igual. — Le acarició su cabello gentilmente. — Yo le entrenaré, si ya eres una bestia te daré colmillos extras. — Le beso la frente.

— También debes de saber que Albus lo sabe y es por eso que te colocó aquí, listo para que ese gran poder tuyo pueda ser moldeable para él, debes tener cuidado con el Hadrian nunca confíes en él ni por un segundo. — Le rogó.

— Oh padrino, tengo mucho que contarte.

— Comienza desde el comienzo, ¿Quién es ese Jason que investigue?

Hadrian sonrió ampliamente, con un brillo de oscuridad.

Nota: ¿Esperaban lo de Sirius?