✨Recuerdo✨

136 12 1
                                    

(Pov Kairi)

Me llamaron para darme la noticia de que tendría a unos reclutas nuevos bajo mi mando.
Que emoción.

Le había contado a Scaramouche sobre la noticia y solo dijo que sería una molestia nueva en mi vida.

Le pedí que me acompañara a ver mis nuevos reclutas y aceptó de mala gana.

—¿Es muy difícil tener reclutas?— Tenía muchas preguntas y él tiene a mucha gente bajo su mando.

— Es una molestia Kairi, ya te lo dije.— Suspiró.— Te siguen a todos lados y parecen unas malditas moscas que no puedes matar porque te pueden ser útiles.

— Siempre ves todo como algo malo.— Que pesimista.

Abrí la puerta en donde me estaban esperando y para mi sopresa eran niños. ¿Se habrán equivocado?

Había un hombre con ellos, pero no parecía de la organización.

—¿Tú eres la que comprará a estos niños?— ¿Comprar?

Miré a Scaramouche confundida y él interfirió por mi.

—¿Estos niños serán los nuevos reclutas?— Agradecí por dentro que me ayudara.

— Me dijeron que los Fatui compran a personas para utilizarlos como peones.— Los empujó a los 3 de una patada ¿Como mierda puede ser tan cruel?— Los vendo a los tres por 5 millones de mora.

Tengo esa cantidad de dinero y obviamente la usaré, no quiero que alguien más compre a estos niños y los utilice para cosas perversas.

—¿Quieres el dinero ahora?— El señor asintió.— Dame diez minutos, no te vayas o te cortaré la garganta.

Tomé la mano de Scaramouche y cerré la puerta de la sala.

—¡¿Enserio compran a niños?!— Estaba molesta por dentro.

— Rara vez he visto niños en este lugar, normalmente Arlecchino se encarga de eso.— Puse mis manos en mi cabeza. No podía creer esto.

— Los compraré, una vez que de el dinero ¿Serán de mi propiedad?— Él asintió.— Bien, esperame aquí.

Me fui corriendo a mi habitación y tomé un cheque que tenía mi nombre y puse la cantidad que pedía ese estúpido ser.

Me fuí corriendo nuevamente hasta la sala y cuando llegué tome un poco de aire.

— Bien, estoy lista para hacer lo más inhumano de mi vida.— Me calme un poco.

— Entonces ve y termina con esto.— Estaba cruzado de brazos.

Escuché un golpe dentro de la sala. Abrí la puerta con fuerza y el señor estaba abofeteando a un niño.

—¡¿Que mierda crees que haces?!— Tomé al señor de la ropa furiosa.

— Esos niños son un problema, nadie los quiere. Son una molestia para mi.— Los miraba con asco.— Deberían estar muertos.

Ya no soportaba escuchar como hablaba tan mal de unos pobres seres. Lo comencé a golpear hasta que Scaramouche me detuvo.

— Basta mortal, no pierdas tu calma por un ser tan insignificante.— Me agarraba de los hombros para que parara.

Me limpié la sangre que me había saltado a la cara.— Tienes razón, es solo un pedazo de mierda sin valor.— Le tiré el cheque.— Ten tu estúpido dinero.

Vi a los niños y ellos estaban en la esquina, ni siquiera se veían asustados o nerviosos por como dejé al sujeto.

Había una niña pequeña entre ellos. Debe tener al menos 9 años por lo menos.

El Sexto Herlado de los FatuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora