provocaciones

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Tom me despierta dándome caricias por el brazo con sus largos dedos.

-Buenos días cariño.

Al escuchar ese nuevo apodo y la forma en la que lo dice, mi vientre comienza a sentir esas cosquillas que tanto amaba y odiaba a la vez.

-Buenos días moreno, ¿has dormido bien?-pregunto, sentándome en la cama viendo como él pone su cabeza apoyada en mi regazo.

-Contigo siempre-contesta con su sonrisa pícara.

¿Hoy tenía ganas de calentarme o que?

-Pues deberíamos de ir a hacer el desayuno para todos-digo intentando levantarme, pero él se aferra a mi, sin dejarme moverme.

-Te necesito Taylor, me tienes loco-dice poniéndose de pie al lado de la cama-necesito probarte, y sentir tu piel desnuda contra la mía-mientras decía estas cosas, me agarraba de las piernas y me atraía al borde de la cama, tumbándome en el acto.

-Tom... ¿que pretendes?-pregunto algo nerviosa por la situación.

Él se deja caer encima mío sin aplastarme y me empieza a dar besos lentos por toda la cara y mandíbula, hasta llegar a mi oreja y decir:

-Pretendo hacerte mía en cuerpo y alma-susurra para después morder mi lóbulo.

Una descarga de adrenalina me invade y le agarro el rostro para besarlo en los labios con ansias, con el deseo que le tengo desde que supe de su existencia.

Él me pasaba sus manos por todo el cuerpo, explorando cada detalle, cada curva como si no fuera a volver a tocarme nunca y tuviera que aprovechar. Cuando pasa a besarme el cuello, unos jadeos salen de mis labios, haciendo que él incrementara ese sentimiento, lamiendo y mordiendo esa zona.

-¿Taylor?-habla la voz de Tom.

¿Como puede ser la voz de Tom si él me estaba comiendo el cuello como si fuera un puñetero vampiro?

-Taylor, ¿estás bien?-vuelve a hablar la voz de Tom, pero esta vez siento como mi cuerpo se tambalea.

No me jodas que...

-Por fin despiertas, ¿tenías una pesadilla o que?-pregunta una vez me ve despertándome.

Todo había sido un puñetero sueño.

-Algo parecido... por cierto, ¿he hablado?-pregunto con miedo.

La verdad no quería saber la respuesta, pero si había sido vergonzoso quería saberlo.

-Decías mi nombre susurrando y medio suspirabas-dice con total tranquilidad-¿salía yo en la pesadilla?

Joder que si salías.

-Si, es que nos perseguían unos asesinos y pues en la pesadilla me perdí y te buscaba mientras corría, supongo que por eso eran los suspiros y lo de tu nombre-miento viendo que este me escuchaba atento, creyéndose cada una de mis palabras.

No me matéis por ser una mentirosa, pero es que no es fácil decirle a alguien "oye, he soñado que me metías tremenda manoseada mientras me comías la boca y el cuello".

-Menos mal que te he despertado, por que te veías desesperada-dice levantándose de la cama.

Si lo estaba...

Yo me levanto también de la cama y ambos nos dirigimos a la cocina, en la que ya estaban los chicos con el desayuno preparado.

-Buenos días tortolitos-nos saluda Natalia dándonos un beso a cada uno.

-Taylor, estás muy roja-dice Gustav acercándose a mi y poniendo su mano en mi cara y frente-estás caliente.

-Si, eso es lo que estoy-digo sin pensar-quiero decir... estoy ardiendo por que me he sofocado con una pesadilla hace un rato.

una grieta en el espacio-tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora