MANÍA - Michael Myers (RZ) x Male!Oc.

ONE

" There's someone in my house! "

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Llegó el mes de octubre y James estaba realmente emocionado al respecto, a decir verdad, él adoraba ese mes del año, ya que Halloween estaba cerca. Amaba disfrazarse y escuchar historias aterradoras, lo disfrutaba, además, asustar niños era su pasión. Adoraba la expresión de pánico en sus rostros y los gritos desesperados mientras llamaban a sus padres, no era un psicópata o un asesino, solo le parecía divertido, no es como si hiciera algo más que asustar, de todos modos.

Pero había oído de alguien que si lo haría.
La noche anterior, estuvo en una pijamada con sus amigos, fué divertido, pero algo aterrador. Le habían contado una historia de Halloween sobre un tal Michael Myers, con la diferencia de que esta era completamente real.
Se dice que Myers era un asesino sin piedad y que mataba por su propia diversión, cometiendo su primer asesinato a la edad de 6 años, al acabar con la vida de su hermana mayor.

Al haberse mudado a Haddonfield meses después del octubre del año pasado, no tenía idea de que algo así había ocurrido en aquel lugar, parecía tan simple, pero no negaba que en la noche era algo sombrío.

Sin embargo, con respecto a la historia, le había sido algo difícil de creer, y es que, ¿matar sin razón alguna? Él estaba seguro de que algo había sucedido anteriormente, un niño de 6 años no puede solo cometer un crímen de tal magnitud. Era consciente de que los niños son muy vulnerables y fáciles de manipular, pero aún así, solo no le era posible creerlo del todo. Él estaba completamente seguro de que habían motivos detrás de ese "asesino sin piedad".

Claramente, no comentaría sobre sus pensamientos a sus amigos o familia, podrían pensar que es un loco por defender a un asesino, aunque por lo que se decía, posiblemente se halle muerto.

Pero, ¿por qué estaba pensando tanto en eso? Le daba igual si estaba muerto o no.
No es como si tuviera miedo de que repentinamente aparezca fuera de su casa, mirándolo fijamente a través de la ventana, es decir, ¿por qué tendría miedo? Era alguien fuerte y valiente, así que no le causaba nada.

De todos modos, estaba seguro de que estaba muerto, y sería mejor si lo estuviera. No le agradaría mucho ver a un gigante enmascarado de casi 2,10 metros con un enorme cuchillo de cocina en mano. Él media solo 1,74, ese chico era un gigante a su lado.

Aunque la gente en Haddonfield solía decir que Myers regresaba todos los Halloweens, posiblemente era un simple dicho para asustar a niños y adolescentes. Pero incluso si no creía en lo que decían, se sentía algo extraño.

No era el mejor momento para tener ese tipo de pensamientos, era de noche y el silencio inundaba la habitación, la ausencia de sonido le aturdía.

Recostado en su cama, el chico comenzó a oír algunos ruidos en el exterior de su hogar, siendo de noche, le perturbó más de lo que le gustaría admitir. Sumido en un fallido intento de calmarse, su respiración se aceleró rápidamente. El volúmen de los ruidos aumentaba y ya no sabía que hacer.

Entonces, tomó valor y lentamente se levantó de su cama, caminando hacia la ventana a un lado de esta, levemente agachado.

Cuando asomó su mirada, no pudo ver nada. Fué entonces cuando sus ojos empezaron a discernir algo, lo que parecía ser una gran figura masculina entre las sombras. Sus latidos aumentaron notablemente y su respiración se volvió entrecortada, sintió el temor correr por sus venas. Se había quedado casi congelado en el tiempo, la sensación de una pesada mirada sobre su persona le dificultaba respirar.

No podía desviar su mirada, estaba fija en aquella gran figura, apenas podía distinguir la máscara del individuo, con aquellas cuencas oscuras y que parecían vacías, sin vida. Pero claro, era solo una máscara, no su verdadero rostro. Sin embargo, parecía no haber vida alguna detrás de esta.

Entonces el hombre se movió, comenzando a dar rápidos y largos pasos en su dirección, a la entrada de su casa.

La desesperación lo consumió y empezó a temblar, no sabía que hacer.
Comenzó a correr por toda su habitación en busca de algún objeto con el cual defenderse, sin encontrar nada útil. Como última opción, se escondió en su armario.

Oyó la puerta de su casa en el primer piso abriéndose, lentamente, para luego escuchar unos pasos pesados que parecían estar merodeando por la sala.

Entonces en un momento, los pasos se detuvieron. Su mente lo había convencido de que los pasos se habían oído más cerca de lo que le gustaría creer.

Estaba paranoico.

Escapar no era una oportunidad, sus ventanas tenían barrotes y fuera de su cuarto, el asesino podría estar esperándole.

Decidió incluso disminuir el ruido de su respiración, con el único objetivo de sobrevivir a lo que sea que pudiera pasar. Casi creía escuchar la sangre recorriendo sus venas en torno al silencio creciente.
Pero el chico no oyó nada, ni un solo ruido, no habían pasos, respiraciones, nada. Se sintió confundido, pero solo esperó.
Esperó, esperó y esperó, pero aún no oía nada.

Parecía haberse petrificado momentáneamente, dudó si salir o no de su escondite. Si ese extraño aún estaba allí, entregaría su vida como si nada, pero si no lo estaba, tal vez tendría la oportunidad de escapar o defenderse.

Tomó una bocanada de aire y blanqueó su mente, pensando únicamente en que debía ser silencioso y discreto. Abrió cuidadosamente la puerta del armario, observando detenidamente a cada rincón de la habitación.

Incluso si no lo aparentaba, el chico estaba muy intranquilo. Su cardio estaba infernalmente acelerado, como si acabara de correr varios kilómetros.

Una vez determinó que no había nadie a excepción de él en aquella habitación, estuvo más tranquilo. Pero aún no sabía si el extraño se encontraba en alguna otra parte de la casa.

Con la mayor valentía posible, abrió la puerta que daba al pasillo y caminó cuidadosamente hacia este. Se asomó para luego confirmarse a sí mismo que no había nadie allí, por lo que siguió caminando, llegando a las escaleras que daban al primer piso.

Se agachó y miró en el recorrido de los escalones, sin hallar nada.

Pero el silencio de la casa fue interrumpido cuando escuchó un golpe.

¿Qué fué eso?