'All the good guys go to hell'

4 0 0
                                    

Un suave quejido se escapa de mis labios mientras mi visión se trata de adaptar a la luminosidad de la habitación en la que me encuentro. No recuerdo mucho de como llegué a esta situación, mi cabeza da vueltas y un agudo dolor de cabeza se hace presente en mi, como si una aguja se clavara en mi frente hasta atravesar mi craneo por completo haciendome soltar instintivamente un fuerte quejido de dolor mientras me trato de levantar de donde me encontraba tirado, ayudándome de mis codos los cuales no me brindan la suficiente estabilidad como para no volver a caer sobre mi espalda en cuestion de segundos, sobre la superficie que ahora puedo notar es bastante dura, incluso sobre el fino acolchado que puedo notar al tacto.

–No te molestes en tratar de levantarte, te golpearon lo suficientemente fuerte como para dejarte en silla de ruedas, jovencito...– Una voz femenina, algo vieja y extremadamente familiar se hace presente en la habitación, dejándome saber que no me encuentro solo en este desastre que parece mi vida ahora mismo.

–¿Quién?– le cuestiono a la mujer de forma casi instintiva mientras noto cómo mi visión vuelve lentamente, lo suficiente como para notar que la fuente de luz que desde hace unos segundos hace mis ojos arder es una simple lampara de techo.

–La misma persona de las últimas ocho veces, señor Battle– al escuchar el apellido de mi padre un escalofrío recorrió mi cuerpo, nadie me llama así. –Deberá de aprender a defenderse, o un día de estos no tendré forma de ayudarlo.

–El señor Battle es mi padre, yo soy Peace...– Le respondo a la mujer mientras vuelvo a intentar levantarme sobre mis codos, esta vez de forma exitosa. No entiendo a lo que se refiere la doctora cuando habla de que me golpearon o el porqué me llaman por el apellido de mi padre, así que antes de empeorar mi dolor de cabeza con todas mis preguntas prefiero salir de este lugar lo antes posible. –¿Enfermera Spex..?– Cuestiono al aire mientras observó, por primera vez durante toda nuestra conversación, a la mujer frente a mi; se ve bastante... diferente, no sólo es su peinado y su bata ahora era negra, simplemente algo de ella no se siente bien.

–Bueno, supongo que utilizar el apellido de tu madre es lo que te vuelve tan popular con tus compañeros...– La observó unos segundos desentendido no sólo por la oración, si no por el tono despectivo que esta utiliza; Pero en lugar de preguntarle prefiero levantarme de la camilla y salir de la habitación en busca de una situación menos extraña e incómoda, situación que lamentablemente no se presenta, pues apenas salir de la enfermería observó como los pasillos que usualmente se encuentran llenos de luz natural y colores vibrantes ahora se observan oscuros e incluso algo maltratados.

Mi cabeza volvió a doler por un instante a lo cual rápidamente llevó mi mano derecha a la parte superior de mi cabeza, notando la ausencia de mi larga y algo despeinada cabellera, y en su lugar se encontraba un peinado mucho más corto. Llevó mis manos a mi cabeza sintiendo como el dolor de cabeza se vuelve incluso peor, no se que demonios esta pasando, no entiendo nada, siento que me estoy volviendo loco.

–¿Qué pasa, princesa? ¿Acaso te duele la cabeza?– La insoportable y super reconocible voz de Stronghold no hizo que mi dolor de cabeza mejorará, sobretodo teniendo encuenta lo extraño que este también sonaba, al parecer todo sería extraño de ahora en adelante. –¿No me estas escuchando, pequeña perra?– al escuchar estas palabras saliendo de la boca del bonachón no puedo evitar levantar la mirada desconcertado para encontrarme con la imagen del castaño con otro corte de cabello, otro atuendo menos patético a los que acostumbra y una expresión enojada dirigida hacia mi, para en cuestión de segundos tomarme de la camisa azul que apenas noto que llevo puesta y empujarme con su superfuerza hacia la pared a mis espaldas. –Oh, aún estas algo confundido... La proxima vez tal vez no seré tan rudo contigo, aunque bueno, creo que puedes soportarlo– soltó en un tono entre amenazante y juguetón, alejándome unos centímetros y volviendo a golpearme contra la pared.

–Tal vez debería de dejarlo colgando de la escuela, así se recuperaría más rápido– soltó la versión malvada de Layla, y he de admitirlo, si no estuviera tan confundido por la situación me hubiese sentido ligeramente atraído a ella, su "nuevo estilo" eco punk le sentaba bien.

–Nah, mejor dejame dejarlo ciego por un par de días– sugirió Zach, iluminando con energía su mano derecha la cual se encontraba en un puño. –¿Eso te gustaría, Battle?–.

–¿Es Peace, perdedor?– respondo ya cansado del pequeño acto del trío maravilla, colocando mis manos sobre los brazos que me sujetan e intentando encenderlo en llamas, lo cual desafortunadamente no funciona, dejándome en una mala posición de la cual Stronghold toma ventaja, estampadome contra el suelo y escupiendome en la cara antes de irse dejándome adolorido en el suelo de ese obscuro pasillo, no sin antes advertirme que cuide como le hablo.

Tuve que tomarme unos minutos para recuperarme, mi confusión era más grande cada instante que pasaba y no encontraba respuesta alguna, de repente todo luce más acercado a un estilo oscuro, Stronghold y sus amigos ahora son unos bullies, me llaman por el apellido de mi padre y este estúpido dolor de cabeza que no me deja pensar bien; Y aunque eran más dudas que respuesta pude obtener una respuesta que me daba un fuerte indicio de todas las demás, apenas salir de la escuela (Luego de ser hechado por la enfermera Spex)  pude notar un cambio en el letrero "Super escuela de villanos" y con tan sólo leerlo muchas dudas se esclarecen mientras otras nacen ¿Cómo demonios llegue aquí?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 09 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Blue Flame | Will x WarrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora