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Armando colgó el teléfono después de terminar la llamada con su hija Camila y con el corazón arrugado, decidió que ya no le quedaba más energía como para seguir en la oficina.
Eran las seis de la tarde, pero para él parecía que ya había vivido un mes entero en ese día. Uno terrible, en el que le pasaba justo lo que en sus más aterradoras pesadillas: perdía definitivamente a Beatriz.
Y es que Armando había tenido un día demasiado duro y lo único que quería hacer en ese momento era regresar a su casa y llamar a Betty a ver si quizás a esa hora estaba un poco más tranquila y dispuesta a contestarle las llamadas, eso sí, sin que estallara la Tercera Guerra mundial y terminaran de nuevo gritando a cada lado de la línea.
Él le había escrito, a pesar de que era consciente que la comunicación vía chat tampoco era lo suyo. Armando había intentado convencerla de su arrepentimiento y de lo profundo del amor que le profesaba, aún después de tantos años.
Beatriz había leído y respondido sus mensajes, habían hablado por teléfono, pero después de un par de minutos terminaron discutiendo, las cosas se salieron de control y ella le colgó.
Por más que Armando intentó volver a llamarla, Betty no le contestó más llamadas.
Desesperado había decidido entonces que la buscaría y empezó a llamar a varias personas, le pidió a su secretaria números de los hoteles conocidos y con los que trabajaba Ecomoda... si su esposa quería un sitio conocido, seguro la encontraría en alguno de esos hoteles.
Decidió salir de la oficina como forma de despejarse un poco, camino por las cuadras cercanas tratando de organizar sus pensamientos, se tomó un café en el pequeño puesto de la señora Marina, que estaba delicioso, pero no sabía igual sin la compañía de su Betty.
Así que después de un rato regresó con tristeza a la oficina, sin quitarse ni un momento los lentes oscuros que se habían convertido en su mejor escudo. Porque las lágrimas seguirían insistiendo en inundarle los ojos y no quería andar por ahí dando lástima.
Al regresar a su oficina había tenido una conversación interesante con Aura María, la cual estaba muy seguro él que estaba enterada de en dónde se encontraba Betty, pero era evidente que no se lo iba a decir.
Sabía que nadie más que su esposa podía haber mandado a su amiga a ver que él estuviera comiendo y bien. De eso también estaba muy seguro Armando.
Y como sabía que Aura María le diría a Beatriz cada detalle de lo que conversaran y todo lo que él le respondiera, terminó aceptando obligado que no había comido y que lo haría, por lo que llamó a pedir algo de comer de la cafetería.
Cuando empezó a comerse el sándwich que ordenó, Armando se dio cuenta que en verdad tenía mucha hambre y que su cuerpo ya lo estaba necesitando. Los problemas de azúcar que le habían descubierto en los chequeos médicos más recientes tenían una indicación muy clara y era que no debía pasar demasiado tiempo sin comer y consumir poco o nada de dulces.
Por supuesto Armando no se cuidaba mucho y quién estaba al tanto de su comida y de sus horarios era su esposa. Ahora que estaba solo se daba cuenta de cada pequeño detalle y cosa que Betty hacía por él. Su mujer era esencial en su vida.
Ahora por fin aceptaba que Betty siempre había estado muy pendiente de él, cuidándolo y haciendo más fácil su vida.
¿En qué momento se le ocurrió sentir que Betty lo que necesitaba de su parte era que le ocultara las cosas importantes porque no necesitaba ser molestada?
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Cómo Dueles
FanficLa boda no es el final del cuento de hadas y construir una vida juntos puede ser lo más difícil y doloroso que ellos deben afrontar. Betty y Armando, 24 Años después... ¿Serán capaces de enfrentarse a los errores del pasado y seguir siendo la pareja...