13. Caos mentales -segunda parte

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Mi regalo de navidad<3

Por fin entendí lo que los viajes le pueden hacer a una persona

Parece que eso le ocurrió a mi mamá, y ahora me pasa a mí

Una chica con carácter fuerte y dulce trabajando en un panadería para costear sus estudios 

Y un chico coqueto con carisma encargado de llevar todas las cosas a la cocina

Los dos se miraron, ella no hizo nada, pero él se acercó. Conversaron y por algo que nunca supieron qué fue, con el tiempo se enamoraron

Cada vez que había una entrega ella lo recibía, y se amaban de a ratos cada vez que salían.

Después de años, ella decidió mudarse con él, tener una familia...

Pero el final no fue muy bonito, las cosas cambiaron, ella cambió. Él... Cambió

Y todos en la historia terminaron con más de un corazón roto

Apreté los labios con frustración, ¿Es que nunca me contarán por qué se separaron?

Conozco la historia de mis padres, mamá y papá me la contaron una vez. Y nunca me dicen una respuesta conclusa

¿Por qué nunca me dan la clave del final?

Suelto un suspiro, tal vez no debería darle tantas vueltas pero ¡Es mi mamá! Ella parecía feliz antes, por qué... ¿Por qué ahora ya no?

Miré a lo lejos a mi padre jugando y bailando, quizás él me dé las respuestas

Pero la respuesta fue el viaje, supe lo que pasó en ellos.

Aunque... Siempre hay dos versiones de cada historia

•••

Días después. 12:00 AM. Media noche

Me siento tan mareada

¡Y tan viva!

Ya veo por qué a los adultos les gusta tanto tomar

Es como... una felicidad espontánea

Reí por lo bajo mientras bailaba yo sola mientras los otros estaban en la pista, ya iban siendo 4 días en los que me he quedado con papá y casi todas las noches hemos ido a bailar y emborracharnos

Esta libertad se siente tan extraña que no puedo creer cómo estoy. ¡Literalmente estoy sudando! Estoy eufórica, y mareada. Pero sobre todo, viva

¡Ni siquiera tengo el dolor en el pecho que cargo mi día a día!

Esta baja lucidez me está ayudando ¡Quizás debería seguir tomando todos los días!

Mmm pero mi mamá se enojaría...

– ¡Al carajo con mamá! –espeté arrastrando las palabras para mi misma, nadie estaba escuchandome. Así que lo único que hice fue tomar la botella de nuevo y servirme mi vaso. Ya llevaba, ¿Qué? ¿Cuatro, cinco tragos? ¡No importa! Se sentía bien ese ardor en mi garganta. Aunque ya me estaba acostumbrando. Solté un hipo con una risa al tomar otro trago, se sentía cosquilludo– ¿Huh? –digo al ver aue alguien se acerca a mí, es muy alto, demasiado para mi gusto.

– ¿Puedo sentarme? –pregunta en un tono suave, casi no lo escucho por lo alto de la música. Fruncí el ceño

– Sí con eso dejas de ser  hip aaalto –digo con un hipo al final–, puedes

Familia de EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora