𝐔𝐧 𝒔𝒐𝒍𝒐 𝐥𝐚𝐭𝐢𝐝𝐨 [+𝟏𝟖]

Capítulo 30

El conductor de la camioneta de carga intentó maniobrar para no impactar a las personas. Un fuerte estruendo se escuchó cuando finalmente se estrelló, dejando un grave daño en el lugar.

Y después... nada... solo un horrible silencio.

...

— ¡HUBO UN ACCIDENTE EN LA INTERSECCIÓN! ¡VENDRÁN MÁS VÍCTIMAS! — anunció uno de los paramédicos, que llegó al hospital con la primera víctima del accidente.

— ¡Despejen el área y llamen a los doctores!

— Ella no ha sido identificada. Tiene una lesión severa en la cabeza y su rostro quedó desfigurado — continuó explicando el hombre, la mujer en la camilla estaba vendada de la cabeza, no era posible identificarla por las heridas que había sufrido, además de estar cubierta de sangre. — Mide 1.70 y debe tener unos 30 años.

— ¡NECESITAMOS LLEVARLA A LA SALA DE OPERACIONES, AHORA! — el equipo que la recibió la llevó al quirófano enseguida.

— HAY UNA HEMORRAGIA INTERNA... ¡SU CEREBRO SE ESTÁ INFLAMANDO!

— NECESITAMOS A UN NEUROCIRUJANO.

— ¡LLAMEN A LA DOCTORA MAI!

...

Después de la intervención de Mai con la paciente, se encontraba en terapia intensiva. La cirujana la vigilaba y la miraba afligida al ver su estado de salud.

— ¿Hay noticias sobre la identidad de la paciente? — preguntó después de soltar un suspiro.

— No, aún no... La policía sigue en la escena buscando alguna identificación — respondió la interna que se encontraba con ella.

— Lástima, sería reconfortante que sus familiares pudieran despedirse, las posibilidades de sobrevivir con estos daños... el porcentaje es desolador — la cirujana miró con pesar a la mujer tendida en la cama, conectada a tubos y cables, lo único que la mantenía con vida.

— Disculpen, ¿Esta es la habitación de la víctima no identificada que estuvo hoy en el accidente de la intersección? — un oficial de policía entró a la habitación. — Soy quien está a cargo de la investigación.

— Sí, soy la doctora Mai, gracias por venir — la mujer apretó la mano del oficial a modo de saludo.

— ¿Cuál es el diagnóstico?

— Aun en estado de coma... Me temo que las posibilidades de que vuelva en sí, son nulas. Hay claros signos de daño cerebral... No es una sorpresa. La fuerza del impacto también afectó parte de su tronco cerebral.

— Ya veo... Entonces no tendrás que preocuparte por familiares que la visiten. Está soltera y no tiene ningún familiar con vida — informó el oficial.

— ¿Qué? ¿Ya la identificaron?

— Así es — el hombre le dio un par de credenciales para hacer de su conocimiento la identidad de la víctima.

— No puede ser...

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— ¡Buenos días! Qué bueno que ya despertaste — la tía de Mon saludó a la ojimiel, que entraba a la cocina aún en pijama y abrazando al Sr. Buns — ¡Ven, ven! ¡Ya está listo el desayuno!