1-by bill

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10 de enero del 2008

–Dios, ¿no puedo faltar solo una vez a esa universidad?– mire a mi padre por encima del hombro, solo quiero faltar una vez, solo hoy, necesito dormir más de 24 horas para sentirme "bien".

–Ya te dije que no, Bill.– Mi padre es tan fastidioso, el es una persona muy difícil de tratar, aún recuerdo que a mis 8 años el era mi héroe favorito, pero todo se jodió.

–¡Agh, entonces iré a esa estúpida universidad!– sin nada más que decir me fui directo al baño, necesito bañarme. Después de una hora bañándome por fin pude terminar, y ahora comienza el lío de todos los días... Escoger mi ropa.

–Mamá, ¿dónde está mi camiseta negra con gris?– Pregunté. Ella es muy amable, aunque a veces se vuelva irritante, ella siempre quiere analizarme y eso me pone enfermo.

–Mi vida, recuerda que tú ayer la ensuciaste de helado.– dijo mi madre mientras preparaba el desayuno para mí padre y para mí, supongo.

–Mierda... ¿Ahora que demonios me voy a poner?– miré toda mi ropa, no tenía ni la más mínima idea de que ponerme, la verdad tampoco tengo ganas de verme taaaaan genial.

La verdad si, nadie se va a ver tan genial como yo, no me importa lo que tenga que hacerme o ponerme.

Rápidamente me puse un pantalón negro ajustado, una camisa negra con un logo un tanto perturbador y unas botas negras, listo, ya tenía mi ropa... Ahora seguía mi maquillaje. Siempre me ha gustado maquillarme, obviamente no como las mujeres, digamos que mi maquillaje iba un poco más allá de lo normal.

Estaba pensando en donde había dejado mi paleta de sombras negras cuando una voz me hizo volver a la realidad.

–Bill, te he dicho muchas veces que pareces marica con ese maquillaje– dijo mi padre con un gesto un poco (mucho) molesto y asqueado.

–Ya, pero tú pareces un hijo de puta,  machista con falta de sexo y no te lo estoy restregando.– murmure por lo bajo, obviamente no le diría eso a mi padre, por más que quiera, eso no quita el hecho tan desagradable de que sea mi padre.

Pude ver el momento exacto dónde mi padre miraba a mi madre, su intercambio de mirada reflejaba algún tipo de desconfianza.

–¿Que mierda...?– dijo mi padre mirándome como si fuera el único ser vivo en este planeta.

La verdad me sentí un poco intimidado pero lo único que hice fue alzar una ceja, No le iba a dar la satisfacción de verme así.

–¿Y ahora que pasa?– le pregunté con una ceja alzada, el estúpido de mi padre solo me miraba, puta madre.

–Billy, tenemos que hablar– por alguna extraña razón recorrió un escalofrío por todo mi cuerpo.

–No me digas "Billy".

–Eh, lo siento, Bill.

Estaba un poco nervioso– ¿que pasa?

–¿Eres gay... ? No pasa nada si lo eres, te vamos a aceptar, pero necesitamos que seas sincero con nosotros, por favor, mi vida.– dijo mi madre, estaba preocupada o alguna mierda.

–Te equivocas mujer, si el idiota de mi hijo es marica, acá en esta casa no vuelve a entrar.– dijo mi padre, genial, ahora iba a tener una estúpida conversación de 3 horas.

Eso estaba pensando hasta que mi papá escupió en el suelo, acto que hizo que mi paciencia se acabara y abriera la puerta de la ira.

–¡PUTA MADRE, ENSERIO PIENSAN QUE YO SOY GAY! OJALA HUBIERAN VISTO COMO AQUELLA CHICA RUBIA SE CORRIA ENCIMA DE MI GRANDE POLLA!– oh no, porque dije eso– eh... lo siento, olviden lo que acabo de decir.

Solo Tu Puedes Salvarme Donde viven las historias. Descúbrelo ahora