Ser un adulto era bastante difícil, sobre todo cuando te encontrabas en terreno minado con el riesgo de derrumbar su propio futuro pero la poca diversión que obtuvo de todo este problema lo estaba disfrutando a su manera, no había duda de que era peligroso, pero ya había diseñado en su mente un plan en caso de que "Sakura" y "Sasuke" lo descubrieran, a veces sentía que una parte de Naruto se le había pegado como un germen en el alma, se desconocía.
Hecho un vistazo a los adolescentes, ambos le seguían el ritmo, silenciosos. Indago en sus recuerdos, exactamente en la época donde estaba en su camino de redención, sabia perfectamente lo profundo de sus sentimientos y lo ocultos que los mantuvo por eso había decidido tomarle el pelo a su versión más joven.
-Sakura, Dime...El chico que casi aporreo tu puerta, ¿Es tu novio? - Sakura lo miró como si le hubiesen salido tres cabezas, y el chico más joven crispo su mirada.
- ¿Qué?, No.
La voz de Sakura era demasiado honesta, en cualquier momento perdería los estribos, pero había logrado su cometido, Sasuke parecía sombrío y evitó mirarla por el resto del camino.
Pronto llegaron a una cascada, le gustaban ese tipo de lugares, miró el cielo, se encontraba en el punto donde los lobos comenzaban su danza salvaje, y no se refería necesariamente a los animales.
-Es mejor que acampemos esta noche. -sentenció, seguir en la búsqueda solo podría traer problemas.
Ambos se detuvieron.
-Buscaré un lugar...
Desapareció demasiado rápido para detenerlo así que dejo el asunto en las manos de su versión más joven.
Su mirada se centro en Sakura, tenia en su mirada un anhelo que no podía simplemente ignorarse y le conmovió el corazón, era una persona serena, sin embargo, ver a quien seria su esposa con aquellos ojos le puso nostálgico, sabía que le debía demasiado a aquella menuda chica, que crecería para ser aun más fuerte y hermosa.
Cuando Sakura se dio cuenta que alguien la observaba se sonrojo, y volteo la mirada.
-Iré a buscar hojas secas y ramas para la fogata.
-Está bien.
Sakura escapó tan rápido como Sasuke, esto iba a ser más fácil, ya que ambos se perdieron, podía mirar a los alrededores tranquilo.
El primero en llegar fue Sasuke con buenas noticias.
-Encontré una cueva, ¿Dónde está Sakura?.
El adulto tardo en responder era un poco estremecedor estar parado frente a sí mismo, podía entender perfectamente en que etapa se encontraba su versión más joven, no existiría jamás alguien que lo conociera más que el en ese momento, sus sentimientos por Sakura no aparecieron de forma espontánea, siempre estaba ahí como una punza que jamás salió y jamás saldría, el muchacho solo necesitaba un empujón, suave...y caería, siempre estuvo demasiado seguro de que la chica estaría enamorada de él, y reconocía que al menos en su futuro así fue, su esposa había sido siempre suya, pero jugar consigo mismo no le haría mal a nadie, incluso podía ver la sonrisa satisfacción de su esposa.
Cuando se disponía a finalmente hacerlo apareció la pelirosa, por lo que termino ignorándolo.
-Sasuke ha encontrado una cueva.
Informó a la recién llegada, sin mas se dirigieron guiados por el menor a lo que sería su refugio.
La situación pintaba incomoda, dos hombres sentados frente a ella mientras la fogata les iluminaba el sombrío rostro le estrujaba el estomago y para no decir que su parecido era espeluznante.
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Recíproco
Romantizmél y ella estan mas unidos cuando el pasado y el futuro colisionan.