¿Qué pasaría si nos invadieran los aliens?

¿Qué pasaría...?

    La imaginación de los niños es maravillosamente incomprensible, pueden crear miles de universos en sus mentes, en su imaginación pueden ser una princesa o un pirata espacial. Pero en esta ocasión les contaré la historia de Ken, un niño con una gran imaginación y la pregunta que nos hizo ese día en la hora de juegos:

  ¿Qué pasaría si nos invadieran los aliens?

   Los niños y niñas se encontraban jugando a las princesas y caballeros, a excepción de uno de ellos que solo estaba sentado viendo la nada, parecía estar dormido con los ojos abiertos.

   Sus amigos se acercaron al ver que él no se encontraba jugando como usualmente hacía.

— ¿Qué sucede? — le pregunta Anna tocándole el hombro.

   Está acción sobresalto al pequeño, el cual no esperaba ninguna interrupción.

— ¿Ah? — Ken se encontraba un poco confundido, ya que él en su imaginación se encontraba muy pero muy lejos de ahí.

   Había viajado kilómetros, explorando Saturno y Júpiter, el Rey de Marte lo había nombrado caballero por haber salvado a la princesa de las garras de una enorme araña alienígena. Imaginen el golpe de realidad que lo invadió al ser tocado por su amiga pecosa, no fue muy agradable que digamos.

— ¿Qué sucede? — pregunta está vez Josh.

  Ken solo observa a sus amigos sin decir nada.

— Creo que se golpeó la cabeza — confundido por el comportamiento de su amigo, Cooper de forma muy lenta da unos cuantos pasos alejándose.

  Al notar esto, Anna y Josh lo sujetan por sus brazos y esperan en un silencio incómodo que su amigo conteste.
Después de unos segundos, que parecieron años, Ken habló:

— ¿Qué pasaría si nos invadieran los aliens? — voltea a ver a sus amigos esperando sus respuestas.

   Josh fue el primero en responder: Controlarían a la humanidad — siendo esto lo primero que se le vino a la mente.

   Anna fue la siguiente : Yo me volvería su amiga — en su tierna mente los aliens eran osos de peluche.

   Los tres amigos ven a Cooper, esperando la respuesta de éste, al ver que no podía escapar solo le quedaba responder, solo que fue una pregunta: ¿Por qué nos iban a invadir?

   Y años después me sigo haciendo la misma pregunta: ¿Por qué nos invadieron?.
                                
                           Fin.