AMOR ES AMOR - KIMCHAYWOLFI

𝙴𝚡𝚝𝚛𝚊: 𝙵𝚞𝚎𝚐𝚘𝚜 𝚊𝚛𝚝𝚒𝚏𝚒𝚌𝚒𝚊𝚕𝚎𝚜.

𝙴𝚡𝚝𝚛𝚊: 𝙵𝚞𝚎𝚐𝚘𝚜 𝚊𝚛𝚝𝚒𝚏𝚒𝚌𝚒𝚊𝚕𝚎𝚜.

Un año después.

– La casa les quedó increíble – dijo Khun dejando el pie de naranja encima del enorme y lujoso comedor en medio del salón.

Chay sonrió ampliamente – ¿Verdad que sí? Y trabajaron muy rápido, literal en un año ya estaba terminada, hace menos de dos semanas la entregaron y apenas tuvimos tiempo de decorarla para año nuevo.

– Me gusta – dijo Porsche – Es enorme pero...

– Cálida – dice Wolfgang con una sonrisa mientras ponía en el comedor su famoso flan, todos en la familia lo adoraban.

Kim llegó con Kinn al salón después de enseñarle la casa. – Hay un auto en la entrada, el conductor pregunta por Porsche – dijo Kim mirando a su cuñado – ¿Lo conoces? – le mostró la imagen en su celular que mostraban las cámaras de la entrada.

– ¡Oh, mierda! – gruñó Porsche – Llegó antes...

Porchay arrugó el ceño – ¿Quién es, hia?

– Ya verás, enseguida regreso – dijo Porsche trotando afuera de la casa.

Chay exhaló y se acercó a sus novios – Al fin estamos en nuestra casa ¿no es lindo?

– Mmm – Kim golpeó un beso en sus labios. – Lo es

– Claro que lo más lindo es mi cocina – dice Wolfgang sonriente

– Creo que les diré que se apresuren con el gimnasio – bromeó Kim

Chay soltó una risita – Oh, mira... llegó Tai –

– Le avisaré a Mila – dice Wolfgang alejándose hacia las escaleras.

La casa era enorme, ventilada y también iluminada, las habitaciones eran increíblemente espaciosas. La de Mila estaba remodelada a su gusto, Kim hizo que las paredes tuvieran un lindo color rosa pastel, y Mila colgó cuadros de varias mujeres influyentes, tenía una cama doble y dos hermosos nocheros blancos, también un ventanal con reposadero, ella solía leer allí y también escribir, Mila había entrado a la facultad de letras, quería ser escritor. Y ya con dieciocho años, se había radicado en Bangkok, aunque quería terminar su carrera en Londres, pero eso luego lo vería, por ahora había decidido pasar con su hermano tanto como pudiera.

– Hey, Tai acaba de llegar y se ve guapísima... ¿Mila?

Wolfgang la ve sentada en la cama con unas fotografías en sus manos.

– ¿Qué tienes, pequeña? – preguntó el mayor entrando.

– Oh nada, es solo que hace un año Kirill nos dejó – murmuró mirando algunas fotografías

Wolfgang suspiró, justamente ayer había ido con Kim y Chay a visitarlo en el cementerio, también le dejó flores a Mikhail con quien ya había hecho las pases, después de todo, no iba a tenerle rencor a una persona muerta y mucho menos a su hermano por más equivocado que estuviera, él aprendió a sanar verdaderamente.

– Lo se – murmuró sentándose – Y está en el cielo, cuidándonos.

– Si, se que está feliz por nosotros – susurró –

Ambos observaron una fotico de Kirill en la cual estaba alzando un trofeo de natación, había ganado primer lugar en el campeonato nacional. Estaba tan feliz por eso ese día.