—¡Bill! ¿Ya estás listo? —Tom se acomodaba la chaqueta frente al espejo de la sala.
Estaba vestido con unos jeans, una camiseta negra de mangas largas qué remango hasta por el codo, y un chaleco negro abierto. Encima de su bandana, también se puso una gorra negra a la que le dio la vuelta.
Normalmente las reuniones con sus amigos olían a mariguana y sonaban a reggaeton viejo latino. No eran muy de salir a comer en restaurantes. Gustav solía pedir solo agua, Georg los odiaba y a Tom siempre lo veían como vagabundo. La última vez que fue a cenar con Gordon, una mujer se le acercó al investigador para recomendarle anexos para jovencitos.
— ¡Ya voy! —contestó Bill desde la habitación.
Sus tacones resonaron al bajar las escaleras, Tom volteó para verlo llegar. Llevaba una camiseta ceñida negra de mangas largas con cuello en v. Se adornó a sí mismo con un collar enorme de varias capas. Tom se preguntó si pesaba. Vestía unos jeans grises sujetos por un cinturón negro con unas correas a los lados. Le gustaban los botines de taco alto que eligió, pero verlo más alto era sorprendente. Quizá debería buscar Reeboks con plataforma para estar a su altura.
Sin duda lo que robó su atención era el maquillaje en sus ojos. ¿Humo? ¿Ahumado? Poco o nada sabía de maquillaje, pero sus ojos se veían más filosos que nunca.
No iba a mentir, era raro, lo tomaba por sorpresa incluso si sabia que obviamente todo lo que compró era para conformar ese estilo.
Era muy... Llamativo, y tal vez algo atrayente.
Confiaba en que sus amigos no darían comentarios, tenían correa cuando no había mucha confianza. Gordon dijo que le gustaba el rock viejo, así que suponía que no le molestaría todo el Glam Rock que su hermano cargaba.
—¿Qué tal me veo? —preguntó Bill, dando una corta vuelta sonriente.
Se veía feliz, y eso lo podía feliz a él.
—¿Te molestas si digo que eres la chica más hermosa que he visto? -se acercó burlesco.
—Cómo si tú no tuvieras un rostro delicada. —con su índice puesto en la mandíbula del mayor, movió su rostro al otro lado.
Tom río ante el gesto, se estaba acostumbrado a todo el contacto físico qué tenían. La necesidad hacia el otro era grande.
—Te ves genial, Bill. —sonrió, inclinándose inconscientemente hacia él.
El menor esperaba que sus labios se juntaran, pero ninguno dio un movimiento, solo se vieron a los ojos en silencio.
Tom pasó saliva, alejándose de él y caminando hasta la cocina por sus llaves. Bill frunció el ceño, frustrado por lo cerca que había estado.
Bill quería que el otro fuese el qué mordiera la manzana, pero Tom sabía que lo que imaginaba estaba mal, y preferiría morir antes que fallarle y lastimar a su hermano.
—¿Vamos? —sonrió, ofreciendo su mano.
Bill resoplo, pero no tardó en retirar una se sus manos de su cintura y sujetar la de Tom.
—Vamos.
A Bill le gustaba ir en el carro, era divertido. Había subido a un coche solo 3 veces en su vida, en las que el comprador era tan rico que él debía ser quien viaje.
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Devil Eyes [Toll]
FanfictionCuando los gemelos Kaulitz tenían tan solo cuatro años de edad, el menor de los dos desapareció. Quince años después, Tom por fin logra encontrarlo; sin embargo, lo que parece ser un emotivo reencuentro poco a poco se transforma en algo más caótico...