Había pasado una semana desde que le di el beso a Tom, y no habíamos hablado mucho, solo para aclarar cosas sobre el viaje a Alemania que teníamos planificado todos para nuestras vacaciones.Tom estaba extraño conmigo y ya no me tocaba o me miraba como antes, era como si mi beso lo hubiera jodido todo. Los chicos no paraban de preguntarme qué nos pasaba, pero decidí no hablar del tema con ellos y solo les dije que estábamos cansados de haber tenido tantos conciertos.
-¿Tenéis todas las maletas?-nos preguntan Linda y Matheo en la puerta del edificio.
Eran las ocho de la mañana y no estábamos despidiendo de ellos por que ya nos íbamos a ir.
-Todo-contestamos los cuatro-nos vemos en una semana.
Ah si, solo íbamos una semana por una boda de una prima de los gemelos, y después nos iríamos más semanas a Hawái.
-Pasadlo bien mis niños-dice Linda mandándonos besos mientras subíamos al taxi que habíamos pedido para ir al aeropuerto.
Llegamos y nos encontramos con Georg y Gustav, que tenían cara de muertos.
-Tengo mucho sueño-se quejan ambos nada más llegamos donde están.
Mientras ellos hablaban yo miraba mis pies. Nos acercábamos a hacer el check in y yo seguí con mi cara de mierda, sin hablar y sin mirar a nadie que no fuera necesario mirar.
Estaba triste y tampoco me apetecía estar con nadie en estos momentos, el hecho de que Tom me hubiera hecho ilusiones y al lanzarme yo, no me haya vuelto a tratar igual... me dolía el alma.
Cuando estábamos todos, nos acercamos para facturar el equipaje y a inspección de seguridad e inmigración. Todos pasamos sin problemas, pero como a Natalia le quitaron una crema que no podía llevarse, se puso como loca. Se estuvo quejando hasta que llegamos a la puerta de embarque, o mejor dicho, hasta que la perdí de vista en el avión, por que nos habían puesto en sitios separados.
Mi asiento estaba al lado de la ventana, y lo agradecía por que me encantaba ir aquí y ver las nubes, y como todo se hace pequeño contra más sube el avión.
Siento como dos personas se sientan en los asientos de mi lado, y cuando escucho esa risa, mi cabeza se gira rápidamente.
Tenía a una chica preciosa a mi lado que hablaba entretenida con Tom, que se ve que le había tocado sentarse en el asiento de su lado.
-Ay, perdón si te hemos molestado con nuestros gritos-se disculpa la chica rubia cuando me ve con cara de desagrado-encantada soy Chantelle y él es...
-Tom-respondo por ella fingiendo una sonrisa.
-¿Eres fan? Que monada-dice ella también fingiendo una sonrisa-después le podrás pedir una foto.
-Ni que fueras su manager-digo soltando una risa sarcástica.
-No, pero soy una muy buena amiga suya-dice con superioridad en su mirada.
-Me alegro mucho, que siga así-digo sonriendo y mirando a Tom después, que era incapaz de mirarme a los ojos.
-¿Y de que conoces a Tom?-pregunta Chantelle haciendo que vuelva a poner la mirada en ella.
-Por suerte o por desgracia, soy su estilista-digo fingiendo una sonrisa.
Ella se ríe por lo que digo y mira a Tom-es muy graciosa.
Tom asiente a lo que su amiguita dice, pero este sigue sin mirarme.
-¿Y que haces en el mismo avión? Quiero decir, que casualidad que Tom se vaya de vacaciones a su ciudad natal y tú también vayas-dice empezando a estresarme su voz chillona-no tienes pinta de ser alemana.
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una grieta en el espacio-tiempo
FanficUna adolescente enamorada de una celebridad de los 2000 que actualmente le lleva doce años. Un amor que para ella es imposible, pero para los milagros no.