Capitulo 43

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-Antes de continuar, me gustaría aclarar que si tienen alguna pregunta, pueden levantar la mano. ¿Alguien tiene alguna pregunta? -Dijo Ronald.

Un hombre levantó la mano.

-¿Sí? -Preguntó Ronald.

-¿Por qué fue arrestado el hombre de hace rato? -Preguntó uno de los espías.

-El hombre fue acusado por alterar la paz. Nuestro señor, Sir Arthur, quiere que este sea un lugar pacífico y alegre donde las personas puedan venir a comprar y vender sin miedo a ser estafados, robados, entre otros. -Explicó Ronald-. Puedo asegurarles, que Orley es bastante seguro así que si alguien les causa problemas, les aconsejo acudir a los guardias antes que a sus espadas.

Ronald señaló las espadas envainadas de los hombres. Les recordó que el asesinato es un crimen severo así que si no tienen pruebas de que fue en defensa propia podrían o más bien deberían ser castigados.

En cualquier otro lugar, alguien es asesinado y es posible que los guardias ni se molesten en darle caza al asesino.

Pero aquí se les advirtió que podrían incluso bloquear la ciudad hasta encontrarlos. Los espías se asegurarían de pensarlo dos veces antes sacar sus espadas.

A medida que avanzaban en el recorrido, notaron que el número de patrullas era alto lo que dificultaría mucho sus trabajos.

-Este es el puesto de comida de la señorita Frida, hace unas empanadas riquísimas. -Dijo Ronald.

Los espías se preguntaron que demonios eran las empanadas, de repente notaron a una mujer se les acercaba con una bandeja en sus manos.

-Estos bocadillos son gratis, si les gusta pueden comprar más para comer por el camino. -Dijo Ronald, luego sonrió. -Son 3 empanadas por dos monedas, no encontrarán semejante precio en ningún otro lado.

Los espías tomaron las mini empanadas con curiosidad y las probaron.

-Vaya, está muy bueno. -Dijo uno sorprendido.

-¿Se pueden comer en el camino dice? -Preguntó otro.

-Señorita, me gustaría comprar unas cuantas. -Dijo otro.

Al final todos gastaron por lo menos una moneda en esa tienda y recibieron sus empanadas en bolsas de papel.

Ellos reconocieron el papel de inmediato y se sorprendieron aún más.

-Disculpe, señor... ¿Esto es papel? -Preguntó uno de los espias.

-Es correcto mi buen señor. -Asintió Ronald.

-Tan caro que es el papel y es usado así como así... -Mencionó uno.

-Bueno, escuché que la señorita Adela está asociada con este pueblo así que... -Mencionó otro.

-Aun así es carisimo en todo el reino, y mira, nos lo dieron gratis con comida dentro. -Dijo un espía.

-Eso, mis queridos visitantes, es porque aquí en Orley producimos papel. -Dijo Ronald dejando perplejos a los espías-. Sir Arthur, es el inventor del papel.

Todos se miraron aún más perplejos.

-De hecho, todo lo que se les ha enseñado y enseñará durante el viaje, fue hecho y pensado por el mismísimo sir Arthur en persona. -Explicó orgulloso el guía-. Incluso los bocadillos que están probando ahora mismo.

Los espías ahora entendían porque sus señores querían saber todo lo posible acerca de Sir Arthur. Es el inventor del papel y quién sabe que más cosas.

-Vengan, ya casi llegamos a uno de los puntos más importantes de nuestro recorrido. -Dijo Ronald.

Todos lo siguieron con curiosidad. Por el camino, algunas de las patrullas se detenían para saludarlos con respeto, fue realmente asombroso de ver.

-Henos aquí, la plaza judicial. -Dijo Ronald-. Frente a ustedes se encuentran nuestras leyes las cuales, esperamos que todos ustedes cumplan. Si no saben leer no se preocupen, yo personalmente lo haré por ustedes.

No todos los espías sabían leer así que Ronald se tomó la molestia de hacerlo por ellos y a medida que escuchaban, más comenzaban a comprender el lugar.

Entendieron porque fue arrestado aquel hombre por ejemplo.

-... Así que mientras no desobedezcan estás leyes, no tendrán problemas con los guardias. -Finalizó Ronald.

Uno de los hombres levantó su mano.

-¿Porqué estás leyes están escritas aquí a ojos de todo el mundo? No tiene sentido si la mayoría de plebeyos no sabe leer.

-Eso, mi querido visitante, es porque todos aquí en Orley saben leer. -Sonrió Ronald mientras explicaba.

-¡¿T-Todos?! -Pregunto uno estupefacto.

Ronald asintió con la cabeza firmemente.

-Absolutamente todos los Orlianos, yo también fui educado aquí por el propio sir Arthur. -Aclaró-. Esto seguramente les parezca confuso así que lo pondré en palabras de nuestro mismísimo señor.

Ronald se aclaró la garganta.

-Para que la gente comprenda lo que está bien y lo que está mal, deben de haber leyes. Pero si la gente no puede leerlas, ¿cómo se puede esperar que se respeten? Es por eso que todos deben de tener el derecho a la educación. -Dijo Robert mientras señalaba uno de los derechos-. Y una vez comprendan lo que este aquí escrito, respeten y atesoren sus significado, podremos crecer como un pueblo unido.

Ronald los miró con una sonrisa.

-Eso fue lo que dijo. -Añadió.

Comenzaron a memorizar todo lo posible, todos aquí en Orley saben leer, sir Arthur trata a la gente con respeto y justicia, seguramente los ve como sus iguales pese a su estatus...

-Bueno, sigamos con el recorrido. Lo siguiente es mostrarles dónde quedan las posadas. -Dijo Ronald.

Y así continuaron siguiendo al carismático guía hasta que finalmente cayó la noche y recordaron sus labores.

Algunos buscaron información militar, otros querían saber cómo se hace el papel para darles o vender la información a sus superiores. Algunos fueron a investigar al mismísimo Arthur.

Lo que estos espías no sabían, era que desde que llegaron ya estaban siendo vigilados.

...

Temprano ese mismo día...

-Faila, quiero que tú y los asesinos se hagan pasar por civiles comunes y vigilen a todo aquel que porte armas, no los maten. Solo vean que hacen. -Dijo Arthur-. Si ven que intentan obtener información clasificada, capturenlos en silencio y arrestenlo.

-Si, Mentor. -Asintió Faila mientras se inclinaba con una mano en el pecho.

Faila se dió media vuelta y se fue mientras se colocaba su capucha. Al final Arthur no lo soportó y les hizo uniformes a sus asesinos.

Y como no, eran casi idénticos a los de la icónica saga, solo que en vez de blanco y rojo como la mayoría, estos eran blanco y azul.

Rey De Reyes - Volumen 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora