The kingdoms of elements (BORRADOR)

Gemelos insestuosos

La alarma de la Universidad suena dando por terminada la jornada de hoy y guardando mis libros en el bolso, salgo junto a los demás estudiantes que se apresuran hacia la salida. Muchos de ellos, como yo, van a la cafetería, con todo el ajetreo del libro ayer en la noche no pude hacerme el almuerzo para hoy.

 No es que no tenga suficiente dinero para comprar mi comida aquí, es que hay días que no cuento con el tiempo para esperar en la fila.

Por suerte soy la segunda y frente a mi hay un compañero con el cual comparto algunas materias, me pongo a revisar mis mensajes en el móvil y veo uno de Crystal que dice -Hoy a las 7 en el depa - Si, ella no es muy comunicativa a la hora de enviar textos pero lo compensa a la hora de hablar, habla hasta por los codos y creo que por eso nos llevamos bien, ella habla y yo escucho.

 Nos complementamos a la perfección, lo mismo pasa físicamente, donde yo soy una enana de pelo negro, ella es una hermosa rubia de piernas largas. Dejando mi móvil me doy cuenta que la fila avanzo y pidiendo un café negro me voy al trabajo. Llegando me recibe la señora Martín, es la dueña de la biblioteca, pero al ser de la tercera edad muchas veces no puede hacerse cargo de todas las tareas.

--Kenna, hermosa ¿Cómo te ha ido hoy?-- dice con su voz temblorosa, lo que es normal en ella.La veo sacar polvo de una estantería --¿Por que no se sienta y le cuento como me fue?- digo dejando mi bolso detrás del recibidor y acercándome para tomar el paño de su mano. 

--No creas que no me doy cuenta lo que haces-- habla mientras se sienta en la silla de la esquina -- Todavía puedo hacer todas las cosas solo que las hago lentamente-- aclara.

--Lo se, pero me siento más cómoda cuando se sienta tranquila-- muevo un par de libros para sacar el polvo de debajo --Hoy me fue bien, vi a Lorenzo-- comento, ella me mira con ojos esperanzadores --¿Lo invitaste a salir?-- pregunta.

 --No, no me sentía cómoda hablándole con todos los demás estudiantes a nuestro alrededor-- Trato de no sentirme más frustrada de lo que me siento pero no lo logro, me da pena hablar donde hay muchas personas reunidas, siempre ha sido así, recuerdo que cuando era apenas una niña mis padres trataron de llevarme a diferentes psicólogos pensando que tenía alguna clase de enfermedad pero no era algo que arreglar, soy así.

--Ya verás que llegara esa persona especial la cual te hará hablar en cualquier lugar solamente por que te sientes a gusto con él-- Ella siempre trata de alentarme, creo que es por que me tiene lastima lo cual solo hace que me sienta peor. --Ya te puedes ir niña-- dice y la miro sorprendida -Pero recién llego- le digo, -Lo se pero no encontré el aparato para decirte que hoy tenía reumatólogo-- me quiero reír pero se que lo tomara como una falta de respeto -¿El móvil?- pregunto--Si, ese aparato, no recuerdo donde lo deje, Lola lo habrá tomado de nuevo- me mira seria y trato con todas mis fuerzas no reírme, Lola es su gata y nunca sale de su cama a no ser que sea para hacer sus necesidades o alimentarse. 

--¿Está segura que fue Lola y no lo dejo en el refrigerador como la ultima vez?- Pregunto . -¡Claro que no niña! además esa vez fue Lola, solo por que no la veas no significa que no lo haga- me rio lo cual solo hace que me mire ofendida - Bien- digo acercándome a el mostrador para dejar el paño y recoger mi bolso -Nos vemos mañana señora Martín- me despido mientras voy saliendo. Mirando el reloj de mi muñeca me doy cuenta que tengo dos horas para llegar antes de que llegue Crysta, lo que me da tiempo de hacer el almuerzo y es lo que hago cuando llego a casa.

Estoy poniendo la mesa cuando escucho la puerta abrirse --Soy yo- dice Crysta acercándose --¿Cómo te fue con tu abuela?-- pregunto colocando un plato de fideos en su lugar para que se siente, lo cual hace -Gracias- sonríe - tengo noticias importantes- me siento frente a ella y la observo esperando que me cuente.