ATRAPADAS EN LA PENUMBRA

Capítulo 26

Capítulo 26

—Ya te dije que esa mujer no es importante para mí, espero que no hayas fastidiado a Jimin.

—Precisamente hablé con él, y me dijo que aquella mujer regresó a su mundo —Dijo con simpleza. —Es una lastima porque quería conocerla.

—¿Cómo que se fue a su mundo? —Preguntó con el corazón acelerado.

—Lo que escuchas, apenas te traje conmigo esa mujer escapó y regresó a su mundo.

Donghae no podía creer aquello, se negaba a que fuera cierto. Quiso salir en ese instante a comprobar si Tiffany realmente se había ido y lo había dejado, pero se contuvo, tenia que pensar en su hijo.

—No sé si es impresión mía o te afectó lo que acabo de decir.

—En lo más mínimo —Respondió seco.

—Me alegra escuchar aquello —Se acercó al rey y lo besó, este tuvo que responder, aunque aquella mujer le producía mucho asco. —Quiero que me hagas tuya en este instante, espero que me dejes embarazada.

—¿Y luego que? ¿Cuál es la finalidad de todo esto?

—que me mantengas feliz y satisfecha —Respondió con simpleza. —Y nuestro hijo debe ser el próximo rey.

—¡Sabes perfectamente que está Jimin! —Gritó molesto.

—¿Y que hay con eso? —Preguntó ella sentándose en la cama. —Nuestro futuro hijo también tendrá derechos.

—Solamente quieres tener un hijo conmigo para quedarte con mi reino

—Ay por favor, Donghae —Dijo ella con fastidio. —¿No habrás creído que íbamos hacer un hijo por amor? No seas ridículo, además, por lo que me di cuenta, por muchos años pensaste que Jimin no era nada tuyo, y de todas maneras lo ibas a poner en el trono.

—¡Y no he cambiado de parecer, Jimin será el único que tendrá derecho al trono!

—¿Y si tienes más hijos?

—¡Solo Jimin tendrá ese derecho!

—No creo que tu querido hijo pueda heredar un trono estando muerto —Dijo ella sonriendo de medio lado.

En ese instante, todo pasó delante de los ojos de Donghae como una cascada de emociones intensas. Una tormenta de pensamientos y sentimientos se desató en su interior, una furia que lo dominó a tal punto que no pudo contenerse. Con una mezcla abrumadora de ira y desesperación, se acercó a Sunny con una determinación feroz y la golpeó con una violencia inusitada en el rostro. La fuerza del impacto fue tan contundente que la sorprendió por completo, y en un abrir y cerrar de ojos, su boca se llenó de sabor a sangre, dejando una estela de dolor y conmoción en el aire. Sunny, en ese fugaz momento, se encontró atónita y conmocionada, incapaz de anticipar o defenderse de la explosión de emociones que Donghae había liberado.

Sunny se levantó de la cama con un ardor en su rostro, su mano instintivamente se dirigía hacia su boca ensangrentada, pero la ira ardía en sus ojos. Antes de que pudiera siquiera intentar golpear a Donghae, él fue más rápido y, con una expresión desgarrada en su rostro, sostuvo sus manos.

— Sunny, no me diste otra opción. Amenazaste con matar a Jimin.

—¡Y tú crees que eso te da derecho a golpearme!

—No me importa lo que pienses. Mi hijo es mi prioridad, y no permitiré que nadie lo lastime.

—Si vuelves a tocarme, te aseguro que no será solo Jimin quien esté en peligro.

—Puedes amenazar todo lo que quieras, Sunny, a mi puedes hacerme lo que quieras, pero a Jimin no.

La tensión en la habitación se volvió aún más intensa, y la hostilidad entre Sunny y Donghae parecía insalvable. Ambos estaban atrapados en una situación de conflicto que amenazaba con desencadenar consecuencias imprevisibles.

Sunny, después de un último y desafiante vistazo a Donghae, se liberó de su agarre y salió de la habitación en silencio, con pasos decididos que resonaron por el pasillo.

Donghae, sintiéndose atrapado entre la ira y la preocupación, esperó un momento tenso antes de que la decisión se apoderara de él. No pudo aguantar más la incertidumbre. Necesitaba comprobar si Tiffany realmente había regresado a su mundo. Con un salto poderoso, se lanzó por la ventana de la habitación y, en el aire, se transformó en un dragón. Con un poderoso aleteo, se alejó con el objetivo de regresar a su reino.

No pasó mucho tiempo cuando Donghae estaba en la entrada de su palacio, Jimin no podía creer lo que veía, ¿realmente su padre estaba ahí? ¿Cómo era posible aquello? Se acercó rápidamente a donde estaba Donghae y sin pensarlo dos veces lo abrazó.

—Hijo mío —Dijo el rey correspondiendo a su abrazo.

—No entiendo cómo es que estás aquí —Dijo Jimin mirándolo a los ojos. — ¿Sunny te ha liberado? —El rey negó.

—Me escapé, pero solo por unos minutos, necesito saber si lo que dijo Sunny es real.

—¿Qué cosa?

—Tiffany... ¿ella regresó a su mundo?

Jimin ni siquiera pudo responder aquello, pues había llegado Sunny con muchos de sus hombres.

—¡¿No que esa mujer no te interesaba?! ¡Eres un pésimo actor, Donghae! —Gritó molesta. —¡Por esa mujer te atreviste a escapar!

—Ella regresó a su mundo, así que ya no tiene importancia —intervino Jimin.

—¡Pero tu querido padre mintió, me mintió a mí!

—¡Ya basta! —Gritó el rey. —¡No seas dramática!

Nuevamente se había transformado en un dragón, ya no tenia nada más que hacer ahí. Regresaría a su cautiverio.

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Perdón por la tardanza, estoy en las últimas de mi carrera :c