Tiempo después de la cena, llego la hora de dormir, algo que todos hacían por rutina más que por necesidad.
Todos se encontraban en sus habitaciones, lidiando con sus propios problemas. Algunos ya se encontraban durmiendo, otros permanecían despiertos cuestionando su existencia, uno de esos que no podían dormir era la recién llegada al mundo digital, la adorable Pomni.
No tener la necesidad de dormir solo hacia más ardua la tarea de poder hacerlo, si bien, Pomni si se sentía cansada, era más una fatiga que una sensación de cansancio absoluto.
Rodaba en su cama, se aferraba a las sabanas, suspiraba de rato en rato, no podía calmar su intensa ansiedad. Recuerdos venían a ella, recuerdos de su vida pasada, de quien era ella antes de entrar al circo digital, pero tristemente, todos esos recuerdos eran muy borrosos como para poder identificar algo.
Pomni llevo una mano a su rostro, la sostuvo en su frente y sintio unas ganas terribles de gritar desesperada, pero no lo hizo, se contuvo por esta vez. La razón detrás de esto era simple, no queria llamar la atención de nadie, ella pensaba que todos dormian y lo que menos quería era ser una molestia.
Tomo su almohada con su mano libre, la apretó con fuerza, algo de algodón salió de la misma, algodón que termino por caer suavemente en el piso. El reloj no dejaba de sonar, un tic tac infinito mientras el tiempo pasaba, segundo a segundo. Pomni cerró sus ojos, intento nuevamente dormir para no llorar, pero rápidamente se sintio realmente incomoda por el sonido irritante del reloj que yacía en una repisa.
Tratando de estar tranquila, se levanto de su cama, se sorprendió al encontrar un par de pantuflas que aparentemente eran de ella, pues tenían un bordado con la letra inicial de su nombre. Se puso las pantuflas y fue hasta donde estaba el reloj, lo tomo y busco una forma de apagarlo, pero no encontró una forma optima, pues el mismo no tenía ningún interruptor ni nada, parecía estar funcionando sin razón.
Pomni considero la idea de arrojar el reloj contra la pared para detenerlo, pero antes de hacer eso se le ocurrió algo mejor. Con rapidez guardo el reloj en un armario que permanecia vacío, cerró las puertas y el ruido, si bien no ceso, ya era más soportable y hasta arrullador.
Por fin, después de tanto, Pomni se sentía lista para dormir. Continuaba teniendo su cabeza hecha un caos, pero se sentía más motivada al haber conseguido su objetivo.
Suspiro, pero esta vez relajada, se movilizó hacia delante y sin querer piso una pieza redonda, lo que la hizo tropezar y terminar chocando contra el armario donde hace unos momentos había guardado el reloj.
Claramente, esto género un ruido estruendoso, pero esa era la menor de las preocupaciones por ahora. Lo que llamo la atención de Pomni, fue el notar que con lo que se había tropezado era uno de esas piezas humanoides llamados Bloinks.
Parte de su molestia se fue al ver con ternura como la pequeña pieza circular intentaba escapar de ella, pero no lo conseguia por estar golpeandose constantemente con la pared.
"Hey, tranquilo..." Solto con una voz tranquila, mientras se acercaba con cuidado de no ocasionar otro desastre "No tengas miedo, no te haré nada" Aseguro con una pequeña sonrisa.
Para su sorpresa, la pequeña pieza parecía entenderla, pues volteó a verla y de forma insegura, se acerco con lentitud hasta ella, llegando a la palma de su mano rodando singularmente. Pomni la sostuvo y no pudo evitar sonreir un poco más, tener momentos como este entre tanto caos es de verdad muy reconfortante.
"¿Que haces por aqui, pequeño?" Pregunto Pomni con intriga, manteniéndose tranquila para no asustar a la pequeña criatura.
Con una sonrisa, la pequeña pieza abrio su boca, pero nada salió de ella más que ruidos que Pomni no logro entender.
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"𝐀𝐥𝐠𝐨 𝐭𝐞𝐫𝐫𝐢𝐛𝐥𝐞 𝐬𝐮𝐜𝐞𝐝𝐢𝐨" [𝐑𝐚𝐠𝐚𝐩𝐨𝐦]
De TodoEn el asombroso circo digital todo puede suceder (excepto las groserias) y cuando se dice todo, es absolutamente todo, hasta el amor homosexual.