Desde ese día, comenzaste una linda relación con Konig, había amor mutuamente, pero aún te sentías insuficiente, no es que el no te diera el amor suficiente, sino, que el no era esa persona que querías, el no era Ghost.
Durante todo el tiempo intentabas no pensar en Ghost, el no salía de tu cabeza, y por algun motivo, lo querías devuelta, pero también querías a Konig. Te sentías indecisa, no sabias si hablarle de esto, podía tomárselo a mal, y allí es donde quedarías sola.
Guardaste este sentimiento, sin decir nada, actuando como si nada, pero, sabias que no era lo mismo. La intimidad que tenías con Konig no era igual, sentías aun que algo faltaba, el no era como Ghost.
Te negabas a aceptar que lo necesitabas, ya que sabias que el estaba feliz con su nueva pareja (una nueva recluta que no es muy relevante en la historia).
Aunque querías comentarle esto a Konig, sabias que podía resultar mal, conocías a Konig, y en sí el era un chico que tomaba las cosas con calma, pero, últimamente el era muy distante contigo, así que, no sabias como el podría tomarse estas situaciones.
Una noche, habías planeado ver una película en tu casa junto a Konig. Habían pasado 40 minutos de la hora acordada, luego paso una hora, y el aun no llegaba. Unos minutos después, alguien llamo a tu puerta, abriste y allí estaba Konig, el cual se le notaba apenado debido a su impuntualidad.
Konig: Cariño, yo... Tuve algunos problemas en el camino, lamento la tardanza.
Dijo el, entro y tomo asiento.
Tu decidiste dejarlo pasar para no tener problemas y arruinar su noche, después de todo, el pasaría el fin de semana contigo.
Ambos acurrucados en el sofá, te recostaste en el pecho de Konig, pero sentiste un olor un tanto particular, eso era, ¿Perfume de mujer?.
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¿De enemigos a amantes?
AcakADVERTENCIA: Esta historia contiene: NSFW, violencia, ¿manipulación?, entre otras cosas