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La brisa de la mañana se posó sobre mi ventana sintiendo como poco a poco mi piel comenzaba a erizarse desperté un poco asustada, al sentarme en la cama giré y ahí estaba el dormía como un ángel, no pude evitar sonreír me incline hacia él y le di un beso en la mejilla.

Siempre que el dormía sonreía, parecía que lo disfrutaba y eso me causaba paz

Al alejarme un poco Peeta se movió y comenzó a abrir sus ojos, al mirarme me regaló una gran sonrisa.

"Buenos días"

"¿Que tal dormiste?"

Al preguntar se sentó en la cama para observarme fijamente

"No estuvo mal"

"Estuviste conmigo"

Sonreír con calidez, Peeta tomo mi mano y la beso con dulzura.

"Vamos te prepararé el desayuno"

Se levanto y tomo mi mano para llevarme a la cocina.

El día estaba tranquilo, los pájaros cantaban continuamente, los rayos del sol entraban por las ventanas todo era pacífico, no había pasado mucho tiempo después de la victoria contra el Capitolio aún intentaba adaptarme a mi nueva vida, después de los últimos sucesos Peeta y yo decidimos vivir juntos las casas eran muy grandes para cada uno y notamos que al estar juntos nos sentíamos mejor.

Mientras Peeta cocinaba huevos lo miraba con atención, estaba tarareando una canción, pero en ese momento me puse a pensar que nunca me di el tiempo para descifrar que era lo que tenía con Peeta, sabía lo que sentía por él aunque me costó un tiempo saberlo, lo amaba sin dudarlo pero nunca nos sentamos a platicar sobre nuestra relación y era lo que menos importaba hasta entonces.

Finalmente Peeta terminó y me sirvió, se sentó junto a mi y me miró.

"¿En qué piensas?"

"Nada, solo... me siento muy tranquila aquí"

"Muy bien señorita Everdeen el día de hoy le he preparado unos huevos espero que sean de su agrado."

Sonreí y los probé

"Son realmente buenos"

"Lo sé"

"Especialidad del Chef"

Esa mañana reímos y hablamos de tantas cosas tontas que nunca habíamos hablado, me sentía cómoda a su lado y no me sentía juzgada sentía que junto a él podía ser libre y ser verdaderamente yo.

Al terminar Peeta fue a ducharse mientras yo lavaba los platos, tenía que admitir que mi tacto con él era parcial debido a que los dos teníamos problemas por nuestro pasado solo algunas veces nos besábamos nuestras mentes aún no eran libres para pensar en aquello que la carne necesita y quiere pero estas últimas semanas nuestro tiempo es más alargado y tenemos más interacción, algunas ocasiones no sé cómo actuar puesto que aún me pone nerviosa hacer algo mal o algo que no le guste.

Por otra parte no puedo negar que cuando lo beso comienzo a sentir como un calor invade mi cuerpo, quizá el también lo sienta.

Al terminar de lavar entre a la habitación para recoger la cama, al entrar seguía escuchando el ruido del agua caer pero no me acerqué al baño.

Tendí la cama justo cuando termine Peeta salió del baño con una toalla envuelta en su cintura.

"Hola"

"Hola..."

En ese momento no pude evitar sonrojarme al vernos mutuamente los dos nos sonrojamos.

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⏰ Última actualización: Oct 21, 2023 ⏰

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