La noche se encontraba más fría de lo normal, la luna conservaba un brillo magnífico y las multitudes de estrellas alrededor la hacían ver única. Una fría y leve brisa, movió el cabello de aquella chica de una forma suave y ligera, caminaba con decisión paseándose entre los árboles, con la seguridad de quien conociera esos rumbos de memoria, un ligero temblor de su mano, un suspiro de sus labios y su corazón palpitando con velocidad lograron que la muchacha se percatara de lo nerviosa que estaba por llegar a su destino.
Tal vez lo que iba a hacer a continuación no era adecuado, pero confiaba en que sus años de conocerlo funcionaran... Todos decían que era imposible... Casi irreal, el simple hecho de pensar en enamorarlo y estar con él... Como su pareja, como su Luna... Era lo suficientemente grave como para ser castigada de muerte, y más si los rumores de que había encontrado a su mate eran ciertos.Tal vez había sido eso lo que por fin la había hecho decidirse, después de años bajo la sombra de la amistad, resignada a que nada más sucedería decidió irse de allí. Pero al escuchar que el alfa había encontrado ya a su compañera de vida la había hecho reemplantearse varias cosas, y más al escuchar que su mate era una simple e insignificante humana. Esa especie inferior sería incapaz de dirigir una manada, estaba segura que por más bonita que fuese ,nunca podría enamorar al alfa de tal manera, como para lograr que este pusiera a su manada en peligro al dejar que ella la dirigiera. Fue por esta razón que llegó a la conclusión de que ya era hora de volver, tal vez si tenía suerte, él lograría olvidarse de la humana para siempre y poder fijar sus ojos en ella y así reinaría en la manada de un alfa guapo, como su amor y compañera de toda la vida... Y es por eso que se encontraba ya en la puerta de aquella mansión tan grande e imponente. Decidió no pensarlo demasiado y así tocó la puerta...
Valeria se encontraba ensimismada en sus pensamientos, hacía ya un rato, que intentaba concentrarse en su lectura sin éxito alguno, su mente divagaba, miles de preguntas la inundaban, preguntas a las que no tenía respuesta y eso la mantenía frustrada. Cerró el libro resignada en intentar leer algo en lo que no se concentraba.
Escuchó voces abajo, entre ellas una voz para nada familiar pero muy peculiar, era una voz de mujer. Sin saber porque sus cinco sentidos se avivaron y presintió una intrusa. Impaciente bajó las escaleras y allí la vió, estaba sentada de espadas, el pelo largo caía sobre los hombros, lucía esbelta y elegante, un sentimiento de celos se apoderó inmediatamente de ella, no tenía como comprobarlo sin embrago, decidida a aparentar tranquilidad se acercó a ellos.
Death notó su presencia casi al instante.
-Valeria, ella es Elizabeth una vieja amiga -dijo este mientras miraba a Elizabeth con felicidad. Valeria no sabía cómo sentirse, nunca había visto esa mirada de Death ni siquiera para ella...
Valeria no hizo más que asentir y se dedicó a mirar a la chica. Ella con ojos no se quedó atrás, las dos se miraban fijamente.
La tensión se podía sentir en el aire, Elizabeth miraba de arriba a abajo a Valeria preguntándose como un ser tan insignificante podía ser el alma gemela del alfa, ser temible y reservado.
-Es un gusto el conocerte -dijo por fin Valeria después de un breve silencio.
-Es un gusto querida - "querida" que tan falso podía llegar a sonar esa palabra en sus labios.Elizabeth se giró a Death para luego decir dijo:
-Donde será mi habitación?
Valeria no lo entendía, habitación?
-Espera, cómo? Se quedará? -dijo de pronto sintiendo una furia sin sentido aparente.
-Si, se quedará un tiempo aquí en la manada, y por ende aquí en al mansión puesto que no hay lugar libre en las casas por los alrededores.-habló Death por fin. Esa información cayó sobre Valeria cómo un cubo de agua fría. Ya de por sí, la sola presencia y mención de "Elizabeth" la incomodaba ¿y a ahora tenerla en la casa donde ella misma se encontraba? Eso era demasiado. ¿Más que podía hacer ella?Así que prefirió callar todo lo que sentía y ocultar su incomodidad camuflándola con una sonrisa. Al fin de cuentas la chica no le había hecho nada malo, más haya de su actitud insoportable, no había antentado ni hecho nada en contra de ella. Pero a pesar de saber esto Valeria no podía evitar tener ese presentimiento de que algo más sucedería.
Se avecinan cosas intrigantes! Hasta yo, que lo escribo siento tal cosa. ¿Quién será en realidad Elizabeth? ¿Por qué tuvo que aparecer justamente ahora? ¿Conseguirá lo que quiere con Death? ¿Qué siente Valeria? Celos quizás? En fin, si el capítulo les gustó o lo hayaron interesante no olviden votar y comentar, si conocen de alguien que le guste la lectura igual no olviden compartir. Me ayudaría mucho a continuar. Nos vemos en el próximo capítulo 💜