Cuando me pediste correr.
Corrí.
Cuando me pediste gritar.
Grité.
Cuando tomaste mi mano.
Apreté la tuya con más fuerza para que no te fueras.
Y sin embargo ya no estás. Y ya no estamos.
Porque al retenerte solo hice más fácil tu escape.
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Ilusiones Perdidas.
PoesiaElla dejó volar su imaginación. Y de pronto encontró un baúl enterrado bajo recuerdos olvidados. Al abrirlo, sus manos no lograron detenerse y comenzaron a escribir. Y tal vez quieras leer algunas de esas ilusiones perdidas.