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"He decidido liberar a mi pueblo"
Luego de ese encuentro con aquel joven, la castaña se dirigió al río al llegar vio a un par de guardias, por lo que rápidamente se imagino que un miembro de la familia del rey había decidido bañarse en las aguas del río, preparo el arpón rápidamente y se sacó su ropa elegante, para quedar con sus ropas interiores, ya que está facilitaba el hecho de pescar.
Por el lado del principe egipcio, decidió despejar su mente nadando en las sagradas aguas, a lo lejos vio nuevamente a la joven de ayer, sintiendo como su corazón empezaba a latir más rápido, las ganas de acercarse y hablarle le invadían, pero debía mantener la compostura de un principe.
Después de varios momentos la joven noto como las aguas empezaban a ponerse más turbulentas, miro en dirección en dónde estaba el príncipe el cual estaba relajado disfrutando del tiempo.
- Cocodrilos - Susurro suavemente, Rápidamente vio como el príncipe se ponía alerta.
Amenothep sintió la cola de un cocodrilo, era realmente algo escalofriante, rápidamente se puso alerta mientras miraba a sus guardias con nerviosismo.
- Auxilio - Los guardias se acercaron a su príncipe, al notar el movimiento del agua empezaron a sacarse la armadura.
La joven se repetía una y otra vez no es mi problema, tiene a sus guardias no es mi problema, al ver lo mucho que tardaban los guardias y la cola del cocodrilo, se lanzó al río, tratando de salvar al principe.
- Tranquilo príncipe, lo sacaré de aquí - Rápidamente lo acercó lo suficiente para nadar y sacarlo de ahí, Amenothep sentía como el corazón le bombeaba con fuerza y las mejillas se le calentaban.
Antes de tan siquiera llegar a la orilla, la castaña sintió uno de los dientes del cocodrilo tocar con fuerza su brazo, empujo a través de las aguas al principe, rápidamente los guardias ayudaron al joven mientras Mical se sumergía intentando huir del animal.
- Tranquilo principe, ya está salvó - Los guardias y los siervos lo llevaron hasta la carpa real, Amenothep buscaba a la muchacha que salvó su vida.
Al llegar a la orilla, rápidamente tomo el arpón espero al animal el cual salió mostrando sus dientes, apunto y disparo acabando con la vida de aquel animal, se acercó hasta el cocodrilo hizo una oración de disculpa, ya que ella no quería acabar con la vida de semejante animal.
- Tráiganme a la Hebrea - Los guardias enseguida obedecieron, la castaña ya se había cambiado como pudo preparandose para volver a casa ya habían Sido Demasiadas emociones para un día.
- Señorita el principe Amenothep desea verla - La joven camino hasta el joven el cual estaba sentado en un trono hizo una reverencia.
- Déjenos solos - Enseguida los guardias se retiraron hacia su lugar al igual que los siervos - Salvaste mi vida, muchas gracias.
