El Libro Del Diablo

Capitulo 1

-"Bueno niñas, hasta mañana y que duerman bien".

Las chicas: Igualmente señorita Angelyn.

Camila: Igualmente mamá.

Jazmín: Chicas, ¿que les parece si contamos historias de terror?.

Camila: Oh por favor, no, no me gustan.

Kassandra: Por mi me da lo mismo, además podríamos entretenernos por un rato.

Jazmin: ¡Exacto!, para eso están las pijamadas Cami.

Camila: Bueno... pero que no sea tan realista.

Kassandra: Lo será solo si te lo tomas muy a pecho, solo serán puras fantasías ¿Verdad Jaz?.

Jazmín: Por supuesto, cada una contará una historia diferente.

Camila: Umm...

Kassandra: Jaz, creo que no hace falta, Camila no quiere-

Camila: No, no... tienen razón, hicimos esto para reunirnos y compartir momentos divertidos y entretenidos, solo será eso.

Kassandra: Bueno... am... si ese será el caso pues yo tengo una.

Ambas: Cuentanos

Kassandra: Bueno, hace muchísimo tiempo... en Alemania alrededor de los años de 1834:

"Una pareja enamorada se había mudado a un pueblo desconocido y alejado de las personas, allí mismo, el esposo un día le había dado un obsequio a su esposa ya que debia irse para unos negocios los cuales fue convocado para dirigir.
Su presente, era un diario de color bordo como el vino tinto, con una tapa extravagante y un botón de oro auténtico a lo que en ese entonces se lo consideraba un gran lujo y él mismo le aseguró que se lo entregaba con el fin de recordarlo, tras esas mismas palabras beso a su esposa, tomó sus cosas empacando y se fue a su viaje de negocios ya que él "era un burgués".
En esos momentos la pareja era feliz, hasta que pasaron 7 meses y aún no sabia ninguna noticia de él, ni cartas, ni algún informante, absolutamente nada ni nadie a lo que la terminó desilusionado y deprimiendo ya que no tuvo la oportunidad de decirle que portaba un bebé de él.
Tampoco toco aquel libro que consideraba un gesto de amor pero al extrañar lo tanto, decidió dedicarle unas páginas para cuando así volviera a verlo le podría demostrar todo el cariño que le tenía.
Pero el libro tenía un gran detalle y era que estaba embrujado, cada texto que relataba la mujer, el mismo libro le contestaba como si mismo fuera su esposo hasta tal punto de que mismo afirmaba serlo y con el pasar del tiempo se comunicaba de una forma extraña.

"Las extraño mucho, espero poder llegar para el parto..."

"¿Disculpa?, nunca te he dicho que estaba embarazada"

Escribió con su mano temblorosa y sudada de la desconfianza hasta que le contestó "Ya voy por ti".
La mujer trató de deshacerse del libro lo más rápido posible pero siempre que lo intentaba, volvía a aparecer a tal punto de que la tinta dentro del libro se convirtió en sangre y casualmente mientras ella luchaba contra él, estaba a punto de dar a luz a su hija quién también se desarrolló como un demonio similar a su padre.
Con el paso del tiempo la reputación de esa familia fue arruinándose a tal punto de considerarlas brujas a ambas ya que su hija era la novedad del pueblo porqué siempre iban a la iglesia a exorcizarla y siempre era la única niña excluida de todos".

Camila: ¿Y de donde conoces esa historia?.

Kassadra: Solo la he escuchado por ahí, son leyendas urbanas y además fue hace mucho.

Jazmín: ¿Y como se llama? Estuvo muy bueno.

Kassandra: No...no lo recuerdo chicas, pasaron 4 años y ni siquiera recuerdo lo que he comido ayer.

Al día siguiente, Kassandra se sentía algo extraña y desorientada por la pijamada pero trato de simular un rostro facial algo normal o habitual a lo que ella acostumbra para no preocupar a sus amigas.
La sensación que tenía era fatal, casi como si se desconociera a ella misma y lo que mismo le inquietaba fue aquella historia que contó a la noche y es que tiene un trasfondo que nadie puede ni debe saber sobre ella.

Camila: Oye Kass, La semana que viene Jazmín y yo teníamos planeado ir a mi casa para pasar el tiempo ¿Te gustaría ir esta vez de visita?.

Kassandra: Am... si si, me gustaría pero debo ver solo si estaré desocupada y sino tengo algo imprevisto.

Camila: Okey, luego te diremos entonces el día y hora.

Kasandra: Me parece bien -Sonríe- .

Al terminar sus clases, Kassandra decidió preguntarle a su madre, Verónica, respecto a esa leyenda de Alemania a lo que ella insistía en hablar del tema, negándose.
Kassandra aún seguía sin entender ese comportamiento de su madre y asimilaba que podría estar ligada esa historia con su familia de alguna forma tanto indirecta como directamente.
Al no obtener las respuestas que buscaba, decidió estar en su cuarto y tratar de distraerse con otra cosa pero aún así sentía mucha inquietud así que decidió llamar a su amigo Leonel lo cuál la invito a pasear en una plaza para conversar y disfrutar un rato.

Leonel: ¡Por aquí! -Agita su mano saludando alegremente- .

Kasandra trotó directamente hacia él y lo abrazó como gesto de saludo, luego caminaron por toda la plaza a lo que ella aprovecho el momento:

Kassandra: Leo, ¿alguna vez sentiste que no te conoces a ti mismo? Digo, como si sintieras que tu identidad es la de otra persona que haya cometido algo terrible.

Leonel: No, pero podría tratar de comprender esa situación ¿Paso algo malo?.

Kassandra: No no, es solo que, no me estuve sintiendo muy normal estos días como si yo no fuera yo misma mi... propia identidad.

Leonel: ¿Estás tratando de ser alguien más?.

Kassandra: No.

Leonel: Entonces eres tu propia identidad, no debes preocuparte por ello ya que esa persona que te haya hecho algún mal a ti u a otras personas no debe afectarte, no eres él y nunca lo serás porque tu eres tu propia versión Kass y eso nadie te lo puede cambiar por nada en el mundo.

Kassandra: -Lo abraza- es que, no sé que más hacer ya, trato de olvidar aquel pasado de mi familia que tanto me han dicho pero no puedo, no se ni siquiera porque me siento culpable si yo no he hecho nada.

Leonel: -Acaricia su cabeza- Descuida, no pasa nada, lo importante es que nunca llegaste a conocerlos.