En ocasiones el peor enemigo del ser humano resulta ser el mismo.
Huir de las situaciones complicas parece ser la mejor opción cuando todo se torna mucho más difícil. Todo se convierte en una difícil decisión entre quedarse y luchar o simplemente rendirse.
Pensamientos incoherentes cruzan por su cabeza al momento que intenta abrir sus ojos lo cual resulta fácil al notar la oscuridad que prevalece en el lugar. Con los músculos entumecidos y un sentimiento de confusión intenta recordar vagamente las acciones que lo llevaron al lugar en donde se encuentra, volviendo sobre sus pasos a aquel lugar oculto de la civilización en donde trabaja para la compañía más importante del mundo encargada de estudiar sobre el espacio exterior.
Soñando durante años que al crecer sería parte de esos increíbles hombres que trabajaban diariamente para descubrir los misterios del universo, y cuando se vio frente a la oportunidad de su vida no dudo en tomarla. En poco tiempo se convirtió en un especialista de la neuroespacialidad, siendo así que logró posicionarse como una de las personas con mayor inteligencia en la NASA.
A las afueras de Houston en uno de los diez centros que conforman la NASA, Jeongin trabajaba en su último prototipo de nave espacial. Estudiar y diseñar durante años las naves espaciales no se compara en nada al estar frente a una o aún peor dentro de una de ellas a la espera de algo verdaderamente desconocido. Para nadie es un secreto que existe la vida en otros planetas, en un universo tan extenso es claro que muchas especies pueden surgir bajo las distintas circunstancias de vida que ofrecen los planetas, pero causa una sensación diferente al estar frente a frente con unas especies que poseen características similares a las de un humano pero al mismo tiempo son completamente distintas.
En la oscura noche de un ocho de agosto aterrizó sin hacer mayor ruido lo que sería el comienzo de muy inesperada aventura. De aquella nave que poseía luces de colores y una forma abstracta, descendieron lo que a simple vista daban la apariencia de seres humanos, pero los trajes que vestían más el color verde de sus ojos le hicieron dudar de ese pensamiento. Efectivamente era de otro planeta, porque Jeongin jamás pudo observar a otra persona existente en la tierra con la misma belleza de uno de los tantos "aliens".
Lo que más destacaba era el color de sus ojos, tan verdes como una esmeralda, brillando en la oscuridad en medio de la noche, era tan difícil de describir el color exacto porque ni siquiera parecía real. La única diferencia era aquel alien de ojos totalmente oscuros que se ubicó a la derecha y que su presencia lo dejó anonadado. Si su cuerpo no estuviera paralizado por el miedo se hubiera acercado a observarlo más de cerca y apreciarlo como una joya única entre las demás.
Cuando sus ojos se encontraron por primera vez, Jeongin podía jurar que no había tenido la dicha de apreciar a una persona con una belleza tan cegadora en su corta vida. Era algo que ciertamente no era de este planeta.
No fue consciente del peligro en que se encontraba hasta que poco a poco fue rodeado y cuando menos lo notó fue ingresado a la nave siendo sujetado por aquella especie que no lograba descifrar.
Apresado por distintos rayos de luz que emergen de aquella nave fue conducido por un camino tan oscuro y silencioso a diferencia de sus miles de pensamientos. Quería mover sus manos, intentar liberarse, pero no estaba tan seguro si era el miedo lo que lo mantenía quieto o eran aquellas criaturas que lo observaban ocultos, y que con esa especie de maquinas lograban controlar el movimiento de su cuerpo.De alguna manera fuera de lo común le inyectaron un liquido extraño en su cuello que lo adormeció, y aún sin saber que tanto tiempo había pasado, despertó en una habitación solitaria recostado en una camilla.
Sus ojos no lograban captar luz alguna en el lugar, el aire era tan frío que solo podía pensar que en cualquier momento quedaría congelado. Las voces que se escuchaban por fuera lo único que hacían era aturdirlo y el dolor de su cabeza se hizo insoportable. Los minutos avanzaban y Jeongin en medio de la desesperación se decidió a observar la habitación para posteriormente levantarse al darse cuenta de que no estaba atado de ninguna manera, las personas que lo encerraron debieron pensar que era muy débil como para intentar escapar o que en otro caso ni siquiera lo intentaría.
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universe hell » hyunin
FanfictionEn un planeta totalmente oscuro conocido como el infierno del universo, Yang Jeongin se ve envuelto una guerra contra seres de una especie desconocida y solo una persona puede ayudarlo a escapar de regreso a su planeta, lástima que Hyunjin no era un...