Desde aquel día en el que Juan tuvo el gusto de conocer al ex de su mejor y único amigo se la paso siendo la persona más paranoica dentro de su instituto.
No importaba que ruido sonara, así fuera una risa leve o un estornudo al estilo perro Bulldog, Juan siempre volteaba para todos lados mostrando miedo y pánico.
—Bueno ya cabrón, te va a dar pinche embolia y te vas a petatear aquí— Roier hablo con la boca llena, en respuesta Juan lo miro asqueado.
—Es que tú no entiendes Roier, ese pendejo me hizo la vida imposible en primaria, que tal me vuelve a ubicar y ahora hace que me metan a la correccional o un pedo así— expresó con miedo y evidente ansiedad.
Roier lo miro con una ceja alzada, aguantando las inmensas ganas de reírse en la cara de su amigo.
—Juanito, ya pasó una semana de eso, ni el pinche Spreen se nos acerca, ya relájate loco que no pasa nada— urgo comida del Topper de su amigo —además estas conmigo y yo soy intocable—
La aura confiada del castaño de bandana hizo que su cuerpo dejara de tensarse, Roier tenía razón, por lo menos esta vez no estaba sólo, tenía un buen amigo que daría la cara por él.
—¿Qué onda mi Roier?—
El mencionado se atragantó y Juan sintió su sangre helarse, de un momento a otro cierto pelinegro con gorro se había acercado a su mesa, el de gafas se recriminaba mentalmente por "bajar la guardia".
—Hola Quackity ¿qué se te ofrece carnal?— siguió comiendo para fingir desinterés por la presencia del mayor.
—Pues Spreen me comentó que tenías novio y quería conocerlo, según yo somos buenos amigos ¿O no pinche Roier?— dió un golpe algo fuerte en el hombro del menor, en respuesta solo río incómodamente.
—Si jajaja, amigos, muy buenos amigos— hubo una larga pausa entre sus palabras, Juan pensaba que si no se movía el pelinegro no lo vería.
—¿Y no me lo vas a presentar o que?— habló en tono pasivo agresivo, se notaba que venía por puro chisme y a molestar.
—Cierto, él es Juan mi novio obvi— señaló al de gafas que volvió a tensarse en cuanto fue nombrado —Tenemos mucho de novios casi que cuando termine con Spreen el ya estaba pendiente—
Juan no sabía si Roier era estupido por la gracia del momento o por qué simplemente no podía no dramatizar.
—¿Osea que le bajaste el novio a Spreen?— Quackity río de forma muy alarmante, haciendo notar a Roier la gravedad de sus palabras inventadas —No mames que cabrón saliste eh, pues bueno, que sean una bonita pareja, ahí te ves mi Roier que tengo cositas que hacer— sonrió de forma algo cínica —Un pendejo no me pagó por un acuerdito entonces pues tengo que ajustar cuentas, te me cuidas gafas—
Con esas últimas palabras Quackity abandonó la mesa, dejando atrás un silencio sepulcral, Roier y Juan no dijeron nada hasta que la figura del pelinegro dejo de verse.
—Al menos no te reconoció— se atrevió a decir el de bandana.
Juan siguió en silencio, pensando la última cosa que dijo el mayor "tengo que ajustar cuentas", él puto Quackity era un matón de primera y su gran amigo acababa de hacerlo pasar por un roba novios.
—Estoy muerto— dejo caer su cabeza sobre la sucia mesa de cafetería.
—No exageres, no fue tan mal— resto importancia volviendo a comer un poco de la comida de Juan.
—¡Pendejo!, le dijiste al mejor amigo de tu ex tóxico que yo, un tipo debilucho, le bajó el novio ¿¡Cómo vergas no voy a exagerar!?—
Roier meditó la información que el mismo había proporcionado a Quackity, realmente dramatizo todo.
—No te preocupes cabrón, con unos besotes al Spreen hago que el pinche Alexis se olvide de todo, tu tranquilo y yo nervioso— palmeó la espalda de su amigo, quién aún seguía soltando quejidos de desaprobación.
—Roier neta, no se cómo le hacen para que siga confiando en ti— era mentira, no confiaba en su amigo, no cuando lo pone cerca de un barranco con un quackity impulsivo detrás.
Juan había decidido quedarse unas horas más en la escuela, Draco lo había mirado despectivamente cuando le contó que quería quedarse en la biblioteca.
Asi que ahí estaba, devorando libros, lo hacía desde que salió de la primaria, siempre fue fanático de la literatura y que mejor que una biblioteca gratuita.
Calculando el hecho de que adelanto su tarea y tiene al menos 4 horas para estar dentro de la escuela, Juan podia leerse al rededor de 15 libros si se lo propusiera.Roier lo había acompañado pero al ver que Juan realmente si iba a leer y no a besarse con gente atrás de los estantes se fue casi al instante.
Estaba solo con sus libros y en un estado pacífico.
—Amigooo que casualidad que te encuentro—
Cómo siempre en la vida de Juan, nada puede ser perfecto, menos si Alex Quackity está en ella.
—H-holaaa Quackity ¿Qué tal?— intento disimular su pánico ante el mayor.
—Nada acá haciéndome pendejo ya sabes— tomo lugar a un lado de Juan —carnal, amigo, compa, acá de amigos, la neta, ¿Cómo te llamabas?—
Juan quería rodar los ojos y decirle un "No mames" de forma sería.
—Juan, me llamo Juan— cerró su libro, sabiendo que no leería en un buen rato.
—Aaah que loco, ¿te digo la verdad mano?— Juan pensó que diría algo referente a su pasado en la escuela básica —No te creo eso de que Roier este contigo— soltó un suspiro de alivió —Así que de cuates dime qué onda contigo y Roier—
No sabía si seguir con la mentira o decirle la verdad y librarse de un posible enemigo.
—Pues te voy a ser sincero, Roier me dijo que le mintieramos a Spreen para darle celos, pero realmente él y yo somos buenos amigos—
—¡Ja! Pinche Roier, quien sabe de dónde se le ocurre tanta mamada— río bajo y palmeó con algo de fuerza la espalda de Juan —La neta que bueno que me contaste esto, venía a madrearte— soltó como si nada y Juan sintió un escalofrío recorrerme —Spreen desde que te vio con Roier me mandó a qué te diera un "leve" aviso— hizo comillas con su dedos —Pero con eso de que es broma pues me libraste de una expulsión momentánea— sonrió sin culpa encima.
Juan no sabía que decir, estaba mudo por la confesión de su acompañante, estaba agradecido consigo mismo por no mentirle al pelinegro.
—Que bueno que te evite problemas— río incómodamente y sin saber cómo seguir la conversación.
—Bueno pues yo ya me voy— alargó la "o" de la primera palabra —Ya no tengo nada que hacer, me espere aquí a lo pendejo, nos vemos luego cabrón— se despidió con un golpe en el hombro y se fue por dónde vino.
Hasta ese momento Juan pudo respirar con normalidad, se había salvado de una eminente paliza y aparte podía decir que una posible amistad entre él y Quackity podía darse.
Volvió a abrir su libro y con tranquilidad comenzó a leer, un pendiente menos supone.
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Cagón (Juackity)
FanfictionJuan cubito pulió sus zapatos, revisó por última vez su mochila y con un beso en la mejilla se despidió de sus padres. Su primer día de clases sería fantástico. -Tenian mucha química oksi -Se shippean cubitos no personas -No sigue la línea original...