Yurena y Thiago llegan a Madrid huyendo de su vida en Tenerife,en la capital española esperan encontrar la paz que buscaban,aunque no contaban con que cierto jugador colchonero se colara en sus vidas.
Pero,como siempre,todo es obra del destino.
*Que...
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Mario reparte sus besos por mi mandíbula hasta llegar a mi cuello,donde se encarga de lamer y morder a su antojo haciéndome jadear de lo cachonda que me está poniendo.
-Buenos días preciosa-dice aún en su labor-.
-Buenos días mi amor-jadeo cuando sube mi camiseta y posa su boca en uno de mis pezones-.
El placer que estaba sintiendo se me corta de repente cuando me dan ganas de vomitar. Quito la cabeza de Mario de mi pecho y me levanto corriendo al baño,me arrodillo en la taza y echo todo lo que había en mi estómago.
Segundos después noto la mano de mi chico recogiendo mi pelo y acariciando mi espalda.
Una vez termino tiro de la cadena y me pongo en pie para enjuagarme la boca.
-¿Estás mejor?-Mario me abraza y yo asiento-.
-Estos dos días también me ha pasado-informo,ya que él ha estado de concentración y partido-.
Se queda quieto y me separa de él para posar sus manos en mis mejillas y mirarme preocupado.
-¿Te ha venido la regla?-me quedo un poco sorprendida por la pregunta-.
Hago cálculos con la mente y es cuando me agarro al brazo de mi chico. Hace dos semanas que me tenia que haber bajado. No se como no he podido darme cuenta cuando yo soy un puto reloj para esto.
-Tranquila preciosa-dice el abrazandome-lo primero es que te tranquilices,lo segundo que bajemos a desayunar y tras vestirnos vayamos a la farmacia en busca de un test y venir a casa para que te lo hagas-.
-¿Cómo estás tan tranquilo?-digo y él sonríe-.
-Porque yo no sé tú-hace una pausa-pero tener un hijo contigo me haría el hombre más feliz del mundo preciosa,si que Thiago me llamara papá me hizo ilusión,imagínate la que me haría que estuvieras embarazada de mi-.
Joder,ya ha logrado que me he emocione. Mi chico sonríe y con sus dedos quita las lágrimas que bajan por mi cara mientras me besa dulcemente.
-Y aunque a mí me encantaría,la última palabra la tienes tú-dice-¿tu qué harías preciosa?-.
-Tenerlo-digo sin pensarlo y él sonríe-.
-Pues vamos a desayunar para luego ir a la farmacia,cuanto antes salgamos de dudas mejor-dice y yo asiento-.
Beso sus labios cortamente. Dios no puedo dejar de sonreír.
Bajamos a la cocina y desayunamos tranquilamente hablando de temas triviales para dejar de pensar en el tema. Al terminar nos vestimos y nos subimos al coche dirección a la farmacia.
Por el camino voy hablando con Alex,anoche Thiago se quedó con él y con Marcos,querían pasar un día de titos y sobrino,porque si,mi hijo ha empezado a llamar a Marcos tito.
