Capítulo 64

262 11 5
                                    

NARRA DRACO:

Cuando me Aparecí, estaba en la cocina del primer piso subterráneo, cuyas escaleras daban directamente a la entrada de la casa. De fondo, el grito de los adultos, cuatro pisos más arriba, parecían música de ambiente.

El lugar era un desastre. No quedaba en mueble que no estuviera roto. Algunos prendidos en llamas, otros sólo chamuscados. Había un fuego verde en una esquina. Y en el fregadero habían varias decenas de platos exactamente iguales que me hicieron pensar en un hechizo multiplicador.

-¡Draco! -Diggory corrió a mi encuentro. Él y Theodorus habían estado tirados en el piso apoyados contra una pared. Las ropas descolocadas, quemadas, manchadas de todo tipo de cosas que no quería preguntar... Ellos mismos estaban cubiertos de sangre y alguna herida se veía a simple vista; todas tenían muy mala pinta. Oh, Merlín. No se podía ser más patán y descuidado para quitarle las protecciones a algo.

-¿Lo habéis logrado? -pregunté decidiendo que no había tiempo para quejarme de sus métodos.

-¡Sí! -aseguró mostrando el colgante que tenía puesto. Lo tomé y se lo arranqué de cuajo, a lo que él se quejó y se frotó la nuca adolorido.

-¿Por qué tienes sangre? ¿Y por qué tienes la espada de Gryffindor... y manchada de sangre? -preguntó Theo levantándose costosamente.

Aparté con el brazo bueno las sustancias de dudosa procedencia de encima de la encimera, que era la única superficie que seguía en pie, y coloqué el Guardapelo encima.

Mientras, los otros dos se habían dedicado a intentar descifrar los gritos de los miembros de la Orden desde los pisos superiores.

-Os dije que si oíais gritos no os alertárais -dije al ver sus caras confusas. Di unos pasos atrás y alcé con ambas manos la espada.

-No creí que lo dijeras literalmente -dijo Diggory.

-Esto no me gusta.

-¿Tendremos que huir? Me gustaba esta casa.

-Ya teníamos hechos muchos planetas con Fred y George...

-¡Y yo había empezado a diferenciarlos!

-¡Callaos los dos, no me dejáis concentrarme! -grité exasperado.

Respiré hondo varias veces, decidiéndome. Tn estaba realizando la segunda parte de su misión y me había advertido que estaría a ciegas. Ella sabría lo que estaba haciendo, pero el acceso a su mente estaba bloqueado. No quería que supiera lo que estaba haciendo exactamente.

-¡Diggory, ábrelo! -exclamé empezando a temblarme el agarre.

Cedric se acercó por un lado y abrió el guardapelo. Detrás un ojo reptiliano y amarillento se movía desquiciado de un lado a otro, desesperado. El objeto temblaba como si intentara sacarse unas patas y salir corriendo.

Escuché susurros provenientes del horrocrux. El trozo de alma me hablaba e intentaba persuadirme. Cerré los ojos, sintiendo que mi decisión flaqueaba un poco, e intenté cerrar las puertas de mi mente para que no se metiera en ella.

Grité, bajando la espada.

La onda expansiva nos lanzó a los tres volando. Golpeamos contra la pared, y fue lo último que recordé antes de despertar, sentado en el suelo, rodeado de miembros de la Orden que me apuntaban con sus varitas.

Intenté moverme y me di cuenta de que Diggory y Nott estaban atados cada uno a mi costado y atados también entre ellos. Apenas estaban empezando a espabilar.

Alastor dio un paso al frente en mi dirección, con la espada de Gryffindor y mi varita en mano y su varita apuntándome en la otra mano.

-Sabía que no se podía confiar en vosotros, malditas ratas asquerosas, mortífagos de mierda...

-No somos mortífagos... -murmuró Diggory a mi derecha. Parecía que la mezcla de la explosión y los daños anteriores por las protecciones del guardapelo les habían exprimido las energías a los dos -. Sólo... confiamos ciegamente en Tn...

Menudo momento para mostrar lealtad -pensé -. Ya podrías haberla mostrado cuando intentaste violarla, cabrón.

-Eso ya lo veremos -gruñó Moody pareciendo muy molesto -. Que alguien compruebe sus brazos.

Sirius se acercó con fuertes zancadas. Se agachó a mi izquierda. Primero comprobó el brazo de Theodorus, separando las ataduras en sus muñecas a sus espaldas y volviendo a juntarlas en el frente, antes de alzar ambas mangas hasta el codo.

-¿Qué es eso? -preguntó Tonks -. ¿Qué marca es esa? No es la Marca Tenebrosa.

Supe que estaba viendo la Marca Suicida. La marca de Tn. Sirius siguió con Diggory, y sus movimientos eran más bruscos. Cuando llegó a mí, habiendo tenido el mismo resultado en el anterior chico, parecía furioso a un nivel exagerado. Las lágrimas amenazaban con saltar de sus ojos por la pérdida de Harry.

-Las marcas deben de estar hechizadas para camuflarlas.

-Es la Marca Suicida -replicó Theodorus a las palabras desesperadas de Sirius -. La tienen los seguidores de Tn. Ya os dijimos que no somos mortífagos. Estamos en contra de quien-vosotros-sabéis también.

-Sois la panda de Tn -dijo el Black. Y empezó a soltar conjeturas, presa de la ira y la desesperación -. Y ella es una maldita bruja tenebrosa. Sólo queréis estar de nuestro lado para vencer a Voldemort y después ocupar vosotros su puesto.

-Ojalá -soltó Diggory, a lo que le di un rodillazo en el muslo, que era lo que alcanzaba a hacerle desde la posición en la que estábamos.

-Creí de verdad que estábais de nuestro lado... -murmuró Sirius, aún inclinado delante de mí, con las emociones inundándolo.

-Y lo estamos -respondí, sin desear realmente que nos creyeran, sólo por decir la verdad.

Él me golpeó. Su puñetazo me aterrizó en la mandíbula y me giró la cara. La regresé a su posición inicial sintiendo un gran ardor en el punto de aterrizaje, y escupí sangre al suelo. Me había roto un diente.

-¿Contento, Black? -gruñí sin poder contenerme, a lo que él me pegó otro puñetazo, otra vez en la mandíbula y mucho más fuerte, antes de que unos brazos lo alejaran de mí y lo levantaran.

-¡Mataste a Harry, asesino! ¡Eres igual que los demás! ¡Eres un maldito Black como el resto de tu asquerosa familia! -gritó intentando resistirse -. ¡Púdrete, muérete! ¡Te cruciaré el culo hasta que termines como tu maldito, grasiento y cobarde padrino! ¡Te irás con Snape a la tumba, cabrón!

Nadie entendió sus insultos y sus amenazas en francés a demás de yo, pero supuse que todos sabrían deducir que no eran exactamente cumplidos bonitos y bendiciones.

-¿Qué es lo que sigue? -susurró Diggory apenas moviendo la boca y sin cambiar de posición, mientras los demás intentaban calmar a Sirius y sus gritos ahogaban cualquier pequeño sonido nuestro.

-Confiar en el plan de Tn -respondí sin moverme apenas.

-¿El plan es confiar ciegamente en ella? -cuestionó Theo.

-Así es.

-Vaya por Merlín. ¿Y se supone que ella aparecerá para sacarnos de aquí antes de que permitan que Black te mate?

-Ella aún no puede venir... Pero sí el plan sale bien, interrumpirán esta reunión en nuestro beneficio en cualquier momento.

-Estás completamente pillado por esa chiquilla, amigo -dijo Theo -, como para dejar tu vida en manos de su capacidad para hacer planes cien por ciento efectivos.

-Sí lo estoy -farfullé sin poder evitar una sonrisa floja. Y poder decir con completa seguridad que ella sentía lo mismo por mí me hacía dichoso, joder.

(***)

5/5

Os he dejado en un momento crucial, sorry, pero hasta aquí las actualizaciones de hoy.

Ya no quedan más actualizaciones por el resto del año, así que no nos leeremos más hasta 2024. Les deseo a todos felices fiestas y feliz año nuevo.

NOS VEMOS DE NUEVO EN ENERO, YA ESTAMOS TERMINANDO, ÁNIMOOOOOOOOOOOO.

Besos en la nariz,

Dani<3

Tn Potter: la serpiente perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora