Capítulo 67

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NARRA TN:

A medida que me adentraba más en el Bosque Prohibido, sentía que mis extremidades se debilitaban y algo en mi estómago crecía pinchando y haciéndome querer darme la vuelta e irme. Fui lo más rápido que pude; necesitaba hacer esto lo más pronto posible para poder regresar a ayudar a Draco con la complicación del plan, pero todo eso se me olvidó cuando un cuerpo de medio metro, peludo y redondo, de patas largas y peludas cayó enfrente de mí.

Ahogué el grito tapándome la boca.

-Quiero... ha-ha-hablar con Ara-ra-Aragog -tartamudeé. Mis sentidos me gritaban que saliera de ahí. El miedo me dificultaba mantener los ojos abiertos y mis piernas firmes, sin caerme.

Pronto otras tres acromántulas de más o menos el mismo tamaño que la primera me rodearon. Arañas más pequeñas también se acercaban. Cerré los ojos un momento para unir fuerzas, pero fue un error porque después no encontré el valor para volver a abrirlos.

Las pinzas de las criaturas chocaban entre sí creando un espeluznante 'Clack, clack, clack'. Sentí que unas patas me agarraban las piernas y me tiraban de espaldas al suelo. Casi me desmayé ahí mismo. Hasta ahí llegaba mi vida. Adiós. No quería seguir consciente cuando empezaran a comerse mis extremidades y mis tripas... Pero pensé en Draco, atrapado en Grimmauld Place, con los miembros de la Orden creyendo que acababa de matar a Harry... Me necesitaba.

-¡Aragog! -grité. Las acromántulas habían empezado a enrollar mis piernas con sus telarañas. Me atreví a abrir los ojos -. ¡Se que puedes sentirme! ¡Y que puedes leer mi mente! ¡Quiero hablar contigo...! -Intenté escapar. El miedo amenazaba con paralizarme, y tuve que usar la varita para poder conjurar algo decente. No podía hacer daño a ninguna de las arañas, por lo que me esfrocé en sólo quemar la telaraña. Eso fue suficiente como para espantar a las acromántulas. Me levanté temblorosa y me apresuré a conjurar agua para apagar el fuego que se estaba comiendo los pies de mi pantalón.

Las criaturas asomaron de sus escondites comprobando si era seguro regresar a por su presa.

-¡Aragog! -volví a gritar, con mi voz saliendo extremada y ridículamente aguda por el temor. La respiración me faltaba -. ¡Hablar contigo! ¡No me... iré... hasta hablar...!

No podía mirar a las acromántulas. Sus pares de ojos me inquietaban y sabía que si los miraba directamente me harían echarme para atrás. Me limité a asegurarme de que sus cuerpos se mantenían en el mismo lugar mirándolos de reojo. Esperé inquieta una respuesta, algo.

Poco a poco escuché que los árboles cedían ante el peso de un cuerpo que intentaba abrirse paso en un espacio demasiado pequeño para él.

Cuando me encontré con la criatura frente a mí, expectante, casi me desmayo otra vez.

"Sabes el riesgo que corres viniendo aquí. Te advertí que morirías si lograba tenerte entre mis pinzas".

-Lo sé -respondí. La voz me tembló y tragué saliva. Me obligué a seguir hablando -. Y acepto mi destino. Sólo... necesito tu ayuda, y la de tus hijos.

"¿Mi ayuda?" Las pinzas de las acromántulas hicieron más escándalo, dándome a entender que se estaban riendo si consideraba el tono burlón con el que Aragog había soltado la pregunta.

-La última vez que vine, supiste que era una Riddle. ¿Cómo? -Me sorprendía a mí misma logrando hablar sin trabas.

"El bosque tiene vida propia, y cuando habla, nosotros, las criaturas que vivimos en paz con él, lo escuchamos. Advirtió tu llegada mucho antes de que vinieras. Cuando nos conocimos ya sabía todo lo que necesitaba de ti"

-Entonces sabrás lo que he sufrido a manos de los mortífagos, y a manos de Voldemort.

"¡No nombres a quien-no-debe-ser-nombrado en mi presencia! ¡Insolente!" se enfureció, y la orda de arañas cerró más el círculo que formaban a mi alrededor. Cerré los puños reuniendo fuerzas otra vez.

-Yo también tengo mis contactos -logré formular sin que me temblase la voz, aunque seguía sonando muy agudo -. Y sé lo que él os ha hecho pasar a ti y a tu familia... Ayudarme implicaría ayudaros... a vosotros. Cuando salga victoriosa de esta guerra, na... nadie más os molestará-á, y...

Me callé abruptamente, apoyándome en mis rodillas mientras me inclinaba hacia adelante. Con la cabeza gacha, me negué a ver nada. Dios, el miedo me superaba.

Fueron largos segundos donde nadie dijo nada. Nuevamente esperaba mi muerte, y me planteaba cuál era el hechizo más indoloro que podía echarme a mí misma para no sufrir mientras me comían.

Entonces escuché a Aragog, y me había metido tanto en mis pensamientos que me asusté y caí al suelo de culo.

"Después de ayudarte a vencer al que llamas 'padre', ¿te entregarás como alimento a mis hijos sin rechistar?"

Tardé mucho en responder. Boqueé varios minutos.

-Y-Y-Yo... sí. S-Sí lo haré.

Sabía lo que mis palabras implicaban. Lo sabía. Finalmente Draco y yo estábamos siendo felices, luchando juntos, y ocultarle mis verdaderas intenciones costaba demasiado. Nos habíamos prometido en silencio que estaríamos juntos, para lo bueno y para lo malo, y que nunca abandonaríamos al otro.

Recordaba todas esas palabras que habíamos intercambiado en su catigo en navidad; todo eso sobre las apariencias, sobre tener que fingir frente al mundo para mantenernos con vida y no sufrir... Le había dicho que era estúpido demostrar emociones, que era estúpido arriesgar tu vida por otra persona.

Y sabía todos los insultos que merecía por estar haciendo esto. Hipócrita seguramente era el que más me pegaba.

Pero no iba a detenerme. La decisión estaba tomada, y el pacto con Aragog ya estaba sellado cuando salía del Bosque Prohibido a paso tembloroso.

Me Aparecí en Grimmauld Place y me derrumbé en la entrada. Después de un momento en el que el cuadro de Walburga no se calló, entendí que llevaba así desde antes de mi llegada y que nadie tenía intenciones de callarlo. No tuve fuerzas para hacerlo. Simplemente me quedé ahí, recomponiéndome. Necesitaba tiempo para volver a cerrar mi máscara sobre mi cara antes de enfrentarme a lo que quedaba de noche.

(***)

3/3

¿Cómo váis? ¿Les está gustando el final? Aún queda mucho más por hacer...

¡Nos vemos la semana que viene, si todo va bien!

Besos en la nariz,

Dani<3

Tn Potter: la serpiente perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora