Bajo la lluvia de estrellas.

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Qué frustración tan grande, ahora estoy de peor humor.

- ¡Donna! — me observa — ¿no te ha respondido? — niega —¿Dónde se habrá metido?

- Déjala descansar, no ha dormido bien en estos días, y ya que estás mejor puede que recupere algo de sueño — menciona mi madre.

- Podría avisar que iba al hotel, ¿No?

- Algo tuviste que hacer para ponerla de mal genio — dice Donna y la observo, Andrés le hace señas con la mano para que no sea imprudente.

- Lo hizo — interrumpe mi papá — así que es mejor que de una vuelta y ya cuando regresé ambos estén calmados antes de que te mandé de regreso a la terapia.

- Eso es cierto, porque soy tu hermana y quiero sedarte un rato para dejar de escuchar tus quejas, no me imagino ella.

Solo dije lo que pensaba, si no puedo desahogarme con la mujer que amo, ¿Entonces, con quién?

- Andrés, esta noche me puedo quedar, hablé con el médico y me lo permito — dice mi madre — así que puedes ir a descansar.

- Ay, no. Yo qué pensaba tener otra noche cálida, abrazada a mis ojitos claros y gruñón — le digo lanzándole un beso.

- No te quejaste de que te iba a matar del susto, que te iban a explotar las bolas, bueno ahora tienes a mami que te va a mimar con mucho cariño — me pellizca las mejillas y se retiran

Veo la hora y nada que aparece Charlotte.

- Nos vemos luego — dice papá, cuando me abraza me susurra al oído — espero que reflexiones tus palabras jovencito, no fuiste amable con tu novia.

- Dije lo que pienso, no quería ofenderla.

- Decirle que era una perra desalmada, sin compasión, ¿es lo que piensas? — hago un mal gesto.

- No lo dije en ese contexto.

- Cuál sea el contexto, lo dijiste bien claro.

- ¿Ella no puede lidiar con mi mal genio? Yo he lidiado con el de ella.

- Puede, pero ahí maneras, hijo, y estabas defendiendo a tu ex, ¿qué sentirías si hubiera sido al revés? Si fuera Damián el que estuviera al lado y ella aquí, y te hubiera dicho todo eso.

- Ella sabe que no amo a Frida, pero me siento responsable de lo que sucedió, no puedo dejarla sola después que vivió eso por mi culpa.

- La culpa a veces nos hace hacerle daño a quien no queremos, escucha aún viejo sabio, cuidado con lo que haces y dices.

- ¿Qué secretean ustedes ahí? — nos interrumpe mamá.

- Nada, aquí conversación padre e hijo, te lo dejo mujer, sé que lo cuidaras bien.

Papá le da un beso en la frente como en los viejos tiempos, haciendo que Arya y yo nos quedemos en estado de estupefacción y luego se retiran.

- Ajá, hijo mío. ¿Me dirás qué pasó con Charlotte?

- Nada del otro mundo, ella no entiende mi punto de vista y mi compasión por Frida, le dije un par de verdades y está enojada.

- Ya veo, deja que se le pase su enojo y tu mejora ese humor, que yo sé que no debe ser fácil estar ahí, pero todos estamos haciendo un esfuerzo.

Dejo que mi madre se instale y le envió un mensaje a Charlotte.

"¿A dónde estás? Mamá se queda conmigo esta noche" — no hay respuesta.

Después de unos minutos decido indagar con mi madre sobre los golpes de Charlotte y Damián.

- Me alegra que te lleves bien con mi novia.