El Sexto Herlado de los Fatui

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(Pov Fujin)

Indira me pidió salir después de la academia y yo acepté.

Nahida me había regalado ropa, siempre dice que tengo que tener mucha más ropa para distintas ocasiones y no pude negarme ante ella.
Me ayudó a elegir mi vestimenta para la "cita" y me veía aceptable, aunque quería tener mi sombrero pero me dijo que no.

No me agrada la idea de hacer esto, siempre salen más las cosas "románticas". Solo espero que no sea tan desagradable.

Había un pequeño festival en Sumeru y ese sería el lugar en donde estaríamos pasando el rato.

Apareció y se veia linda, en verdad sabe como jugar muy bien sus cartas.

— Te ves bastante guapo Fujin.— Era una sonrisa honesta.— Te sienta bien el azul oscuro.

— Tu te ves reluciente, Indira.— Le devolví el cumplido.— ¿Vamos?—Indira se sonrojó por el cumplido y asintió feliz.

Fuimos a las afueras de la ciudad y el ambiente estaba bastante animado. Se veian personas divirtiéndose y bebiendo.

Del tiempo que llevo conociendo a Indira es la única persona que ha despertado mi interés por relacionarme con los demás. Puede ser algo narcisista pero no es algo tan alejado a mi forma de ser.

Es una chica agradable y siempre esta dispuesta a ayudarme.

—¿Quieres beber algo?— Asentí, solo espero que no me mate la bebida se aquí.

Desapareció por algunos minutos y volvió con dos vasos.

Cuando bebí el primer sorbo me di cuenta que era una bebida alcohólica bastante fuerte. Tengo que tener cuidado con esto.

— Oye Fujin.— Vi como se mordió levemente el labio.— Hay algo que quiero decirte.

La miré atento, siempre puede salir con cualquier estupidez. Es realmente impredecible.

—¿Que quieres decir, mortal?— Ella se rió por el término. Le conté vagamente que era una marioneta.

Se acercó más a mi y había un extraño ambiente en este momento.

— Creo que me atraes.— Quería suspirar pero no quiero herir sus sentimientos.— Sé que no es mutuo y que tampoco te interesa estar con alguien pero necesitaba decirtelo.— Se tomó todo el líquido de su vaso.— A la mierda con todo por hoy.

Ni siquiera tuve que rechazarla por mi cuenta, algo que agradecí por dentro.

Nos pusimos a hablar sobre la academia y de nuestras vidas. Fui cauteloso con mis palabras. No se veía incómoda al saber que no tenía deseos de estar con ella amorosamente.

Tomó mi mano para que bailaramos, era una melodía que recordaba vagamente.

— No sabía que terminaríamos bailando un baile típico de Snezhnaya.— Sonreí al recordar las veces que vi a Childe borracho bailando como un estúpido.

La melodía marcó el comienzo del baile y para mi sorpresa, Indira sabía el baile muy bien.

— No sabía que conocías este baile.— Tomé su mano con delicadeza y ella se acercó a mi.

— He estado por todos lados.— Me acerqué para que me escuchara.— Estuve mucho tiempo en Snezhnaya.— Sentía nostalgia y la bebida estaba haciendo que sea sincero.

— No dejas de sorprenderme.— Rodé los ojos.

Ella se estaba acercando lentamente a mi, no quiero nada más que amistad con ella. Creí que lo había dejado claro.