Prólogo

46 4 1
                                    

Noviembre 2013

De regreso a casa, como siempre, ya es tarde eso me pasa por quedarme con mis amigos a ''jugar'', siempre es lo mismo, esa es la razón por la cual llego tarde a casa donde es el último lugar al que quiero llegar hoy.

Las cosas en mi casa no andan bien, mis padres siguen con sus peleas incontrolables, lo peor es que discuten frente a mi hermano pequeño, que solo es un niño, no deben dar esos shows frente a él, mi hermano es la única razón por la que tengo que llegara a mi 'hogar'.

-Diablos! No de nuevo!- corro hacia la parada del autobús- Por favor Dios que no se me pase el camión!- y cuando estoy a punto de cruzar, mi autobús pasa rápidamente - Mierda!- exclamo

Aggh no es posible que se me haya pasado el autobús, ahora tendré que esperarlo a las - miro mi celular- a las 8:30 pm sola en esta parada, demonios!

Camino hasta la parada del autobús, entiendan que me da miedo es muy tarde y por aquí casi nunca hay gente, pero ladrones sí.

- Mierda ahora ¿qué hago?- mientras caminaba a la parada, levante mi vista del suelo y a lo lejos divise a una persona, parece ser un chico y trae una mochila- Espero que sea alguien de la prepa - suspiro y sigo acercándome a mi destino; el chico giró su cabeza y me observó, y ahí fue cuando me di cuenta de quién era, él había estado conmigo en la secundaria, pero por alguna extraña razón no recordaba su nombre

- Hola!- lo salude- ¿Tu estuviste conmigo en la secundaria verdad?- él se gira a verme.

- Si - responde y asiente con su cabeza, olvidaba lo serio que era, bueno la verdad nunca lo traté en esos tres años.

- Eres Brandon ¿Verdad?- le pregunte tratando de recordar su nombre, el me miro y respondió

-No, él es mi amigo- en mi cara se formó una expresión de vergüenza, lo confundí.

-Oh, lo siento no quería confundirte, entonces si no eres Brandon debes de ser mmm...- me quede pensando por unos segundos hasta que un nombre vino a mi mente- ¡ Alexander ! , eres Alexander ¿cierto?- le dije entusiasmada por haber recordado.

- Si – sonrió- ¿tú eres..?- me mira como si intentara recordar algo- Lo siento no recuerdo tu nombre- me dice colocando su mano en su nuca.

- Diane, me llamo Diane- le sonrío con amabilidad.

- Diane...- habla como si ya hubiera recordado- Okay- sonríe de lado, por alguna extraña razón su sonrisa me gusto, nos quedamos en silencio por unos minutos, no podía hablar, apenas y lo conocía.

El silencio era algo cómodo entre nosotros, estábamos bien así, pero la oscuridad me asustaba y el hecho de no hablar me estaba poniendo de nervios, dios mío quien me entiende; entonces decidí hablarle de nuevo.

-El camión acaba de pasar hace rato, ¿crees que se tarde el siguiente?- le pregunto algo preocupada.

- No, mira ahí viene - me dice y giro para ver si es verdad- Vamos? - pregunta

- Vamos! - le regalo una sonrisa y subimos al autobús.

Todos los asientos estaban vacíos, así que elegí uno cerca de la puerta trasera, me senté en el que da a la ventana, él se sentó en el asiento de enfrente y lentamente se giró hacia mí.

.- Oye, ¿en qué grupo estas? – me pregunta

.- 138 y ¿tú? – le regreso la pregunta

.- 116 – me sonríe y por alguna razón eso me agrada.

Comenzamos a hablar sobre cualquier cosa, y ya no me sentía sola, de alguna manera él no me provoco timidez ni nada por el estilo, me sentía segura con él.

Algo en mi interior me decía que el destino quería que nos encontráramos.

.- Pero que cosas pienso – habló conmigo misma- Es solo un chico que acabó de conocer no creo que pase a mayores.

Eso quise pensar...

Cartas a destiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora