besos compartidos; sub20

más que amigos, hermanos

— Deberíamos reforzar la amistad — sugirió Agustín, después del cuarto vaso de vodka con speed. 

Alejo, Federico y Máximo se empezaron a reír sonoramente ante las ideas locas que salían de la boca del capitán.

Era sábado de noche, todos se encontraban en Argentina por lo que aprovecharon para juntarse y compartir una noche linda entre amigos.

Empezaron la velada comiendo un par de pizzas mientras jugaban al fifa y decidieron terminarla juntos en la terraza de la casa de Federico, hablando de todo un poco y tomando alcohol.

Luka, que estaba sentado al lado de Soulé, decidió unirse a la charla.

— ¿Cómo, Agus?

Agustin sonrió satisfecho al ver que alguien se interesaba en su propuesta, él estaba proponiendo completamente en serio.

— Cada uno tiene que apoyar un dedo en la pantalla del celular y la aplicación va a señalar a dos al azar — comentó, llamando la atención de todos — los dos que queden seleccionados se tienen que besar y así hasta que nos de paja.

Valentin Carboni y Maestro Puch se miraron entre sí, preguntándose si Giay estaba hablando en serio.

— No entiendo — interrumpió Brian — ¿besarnos en la boca, decis?

Ahora fue el momento de un Matias, bastante borracho, para entrar en la charla.

— Si, Bri, no es tan difícil — suspiró con dramatismo — por ejemplo, si me toca Luka, agarro y lo beso.

Matias se sacrificó por el bien de sus amigos, para que entiendan el juego, agarrando a Luka por las mejillas y plantandolé un beso sonoro, que dejó al jugador de Milán sonrojado.

Algunos, como Nicolas y Perrone, quedaron sorprendidos y un poco incómodos.

— ¿No es medio gay? — preguntó Paz, desde su inocencia, sin querer ofender a nadie.

Matias rodó los ojos devuelta.

— No, tonto. Por lo menos yo soy totalmente heterosexual, pero son mis amigos y no tengo problema en besarlos. No significa nada — contestó, con mucha seguridad.

— Bueno, dejen de dar vueltas, ¿quieren o no? — consultó Giay, sentándose en el piso para dejar de tambalearse.

Alejo, Barco, Ignacio, Matías y Luka asintieron sin dudar, no era lo más loco que habían hecho.

Por otro lado, Nico, Maxi, Fede y Valen se mostraron dudosos, pero con un par de palabras y bromas de los chicos terminaron accediendo.

Brian se negó a jugar, estaba empezando algo con una chica y consideraba que era de infiel ir por la vida besándose con sus amigos. A lo que, a regañadientes, los otros terminaron por aceptar, no sin antes recordarle que era un pollera.

Agustín abrió la aplicación en su celular y lo dejó en el piso, en un lugar accesible para que todos colocaran un dedo sin hacer mucha presión.

El primer resultado señaló a Federico Redondo y a Valentin Carboni.

Todos miraban expectantes a sus dos amigos, esperando a que hagan algo. Federico no parecía preparado para siquiera moverse y Valentin miraba tímidamente a tres personas de distancia.

— Dale loco, besensé, no es tan complicado — se quejó Matias, ante la falta de acción de sus amigos.

Redondo venció la vergüenza, acercándose a Valentin y depositando un pico en sus labios.

— Dios mío, son re aburridos — Matías rodó los ojos devuelta, iniciando devuelta la aplicación.

El celular titiló cinco veces e indicó esta vez a Nicolas y a Matías.