El cadáver de el novio

Juramento

Inglaterra es un hermoso país, aunque demasiado gris para el gusto de el joven Peter B.

A él le gustaba que las cosas tuvieran más color, tal vez rosa pastel o algo. Sin embargo, no podía hacer nada con el tono azulado que poseía su amada Inglaterra.

Peter es un joven de tez blanca, cabello castaño de apariencia suave al tacto, ojos marrones que siempre se ven tristes y amables ante el mundo al que se enfrentaba, siempre había algo de lo cual se podría maravillar con tal de no aburrirse en su cuarto, el dibujo es una de sus más recientes pasiones tal como lo es tocar el piano para poder sacar melodías más dulces que la misma miel mientras el espacio a su alrededor parece volverse de colores cálidos, al menos por un segundo antes de volver a sus labores.

Por ahora se encontraba en su cuarto observando a una araña de apariencia hermosa, nunca antes había visto una igual así que con cuidado se aproximó hacia el pequeño artrópodo y lo colocó en un pequeño frasco mientras sacaba una hoja de papel para retratar su belleza con trazos delicados mientras el insecto parecía quedarse quieto para ser capturado correctamente en el dibujo. Peter incluso se atrevería a decir que había una pequeña sonrisa engreída en la pequeña araña cuando el dibujo estuvo terminado.

Una vez el último trazo abandonó el papel Peter se dispuso a liberar a su pequeña modelo del frasco para permitir que se vaya en paz.

Suspiró pesadamente y se dispuso a bajar hacia pequeño carruaje que lo esperaba a él y a sus queridos tíos para llevarlos a casa de su prometida.

—Peter, te ves pálido hijo. Pareces un muerto, deberías ponerte un poco de rubor si no quieres asustar a tu esposa. - comentó su querida tía May sacando uno de sus rubores para comenzar a ponerlo en sus mejillas pese a su negación inicial.

—¿No estás emocionado hijo? La señorita Mary Jane es una joven hermosa, de buena familia y se dice que es muy amable. - dijo su tío Ben intentando animarlo. Para ellos tampoco era fácil aceptar casar a su único sobrino con una desconocida pero su situación económica no era la mejor y, asociarse con la familia Watson subiría el estatus de su negocio pesquero, además les abriría muchas puertas con solo el apellido de su prometida.

Peter solo se limitó a emitir un suspiro cargado de tristeza y aceptación.

Él no quería casarse, pero lo haría por el bien de su familia.

—Está bien tía May, todo irá de acuerdo al plan. - respondió Peter sintiendo como su corazón era arrancado de su pecho sin ser tomado en cuenta para una decisión tan importante como lo era el matrimonio.

—Cariño, estarás bien. Solo asegúrate de que todo salga de acuerdo al plan, no quiero que llores mi amor. Todo estará bien. - le susurró su tía May en tono calmante mientras besaba sus mejillas permitiendo que una silenciosa lágrima saliera de sus ojos marrones.

Pronto aquella conversación con su tía May se vio interrumpida por la estruendosa tos de su chofer.

—¿¡Podrías dejar de fumar un momento!? - dijo su tío Ben al conductor por haber interrumpido un momento emotivo.

Después de aquella interrupción la familia Parker se dispuso a dar un largo suspiro antes de que los mayores empezaran a cantar una melodía.

—Bello día que es. - dijo May con tono apacible.

—Si hermoso es. - respondió su tío Ben con vos melódica.

—Perfecto para una boda - cantaron los ancianos al unísono.

—Un ensayo mi vida.- dijo May.

—Un ensayo querida. - le respondió Ben plantando un tierno beso en la mejilla de su esposa.
—El ensayo para esta bella boda,
cuidando los detalles hasta los mínimos, que nada inesperado interfiera con el show.