Un nudo en la garganta llevaba allí desde hace una semana y media. Desde lo que había pasado debajo del árbol, Hyunjin evitaba a toda costa a Kim Seungmin, y Jeongin había notado eso, lo cuál solo podía hacer más duro el trabajo de guardar el secreto.“Hyung, ¿Estás seguro que el capitán no te hizo nada? Desde aquél día que se quedaron juntos están raros ambos, dígame por favor si hubo algo que lo incomodara.”
Siempre tan dulce el chiquillo Yang.
Hwang solo se excusaba en que habían peleado como normalmente lo hacían ellos dos, y que ahora estaba harto de las actitudes del alfa.
Claro, eso era mucho más fácil que explicarle cómo su lengua estuvo en la boca del que llamaba su enemigo desde hacía unos largos años.Después de todas las veces que Jeongin lo escuchó quejarse de Seungmin, después de ver cómo cada uno le hacía la vida imposible al otro, después de ver cómo su odio los llevaba a tanto, ¿Le creería si Hwang le dijera? Probablemente sí, el pequeño depositaba mucha de su confianza en el Omega mayor, no dudaría en aceptar la verdad y apoyarlo sea cual sea el sentimiento en él. Pero aún no podía contarle de esto.
¿Por qué?
Porque Hyun aún no podía lidiar con la culpa de lo sucedido. Se suponia que estaban ahí solo por asuntos académicos. Pero ahora su estómago no podía evitar revolotear cada que pensaba en aquella linda escena con el alfa. Lo peor, es que parecía que a su omega no le disgustaba nada Seungmin.
Oh Dios, Hwang Hyunjin...
Hyunjin...
Hyunjin...
— ¡Hyunjin! — Su mejor amigo lo llamaba, con una notoria confusión en su rostro. — Te estaba hablando, ¿Qué es lo que pasa, eh?
— No dormí bien anoche, Innie. Nada de que preocuparse. — El menor abrazó su brazo, algo preocupado por su amigo.
— Supongo que tenés razón. — Dijo algo inseguro — Pero sabes que cualquier cosa podés contarmela, no me gustaría saber que hay algo que te inquieta y no puedo ayudarte.
— ¿Siempre sos así de lindo? — Sus manos fueron a las mejillas del contrario, estirando estas, algo que a este no le gustó nada.
— ¡Déjame, déjame! — Puso sus manos en los brazos del mayor, apartando sus manos de su rostro. — Creo que ahora sí estás bien. Entonces, me voy, tengo que ir a mi clase, no puedo llegar tarde teniendo a la señorita Hie allí. — Avisó para después abrazarlo como despedida, ya que quizá luego en la salida no se verían, puesto que Jeongin saldría con su novio.
Se saludaron en un fuerte abrazo y Hyunjin observó como el pequeño se alejaba. A él aún le quedaban diez minutos para tener que ir a su clase, así que fue a su casillero a dejar los pesados libros que había llevado a casa el día anterior. Veía con ternura aquellas fotos que adornaban el horrible color del metal. Fotos con Jeonginnie y el resto de sus amigos, dibujos de su infancia, cartas. Guardó unas cuantas cosas en su bolso, pero no esperaba que en medio de ello, alguien cerrara su casillero en su cara.
— ¿Qué te pasa, imbécil? — Dijo claramente enojado, pero su enojo no duró más de un segundo. Al ver a Kim Seungmin frente a él, los colores abandonaron su rostro, y sus labios entre abiertos dejaron escapar un sonido de duda.
¿Tendría que lidiar con él ahora?
— Me estás evitando desde hace más de una semana, Hwang, creo que el imbécil no soy yo. — Oh, oh. Alfa enojado y muy indignado. ¿Es en serio que Hyunjin, en vez de temer, se está centrando en lo lindo de las facciones enojadas de Kim? Esto es horrible.
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¡No te me acerques, tarado!
FanfictionDebido a bobas razones, Hyunjin y Seungmin se odian, la gente que los rodea no entiende como dos personas pueden odiarse tanto. Seungmin es un alfa, futbolista con notas que deja mucho que desear. Hyunjin es un omega dedicado al arte y a destacar en...