Al quedarse solos ambas cabezas de familia, además de el "hermano" del dios del trueno, el ambiente amistoso en el que pudieran haber iniciado la reunión se tornó más serio porque realmente venían a tratar otros temas que no fueron dados a conocer a la recién llegada diosa de la luna.
-Ahora que nuestros hijos se están conociendo mejor, ¿Por qué no hablamos de lo que realmente importa? -Odín iría directo al grano.
-Tengo entendido que ya buscaste por todos lados posibles candidatas a ser la futura reina de Asgard -suspiró harto, no quiso haber traído a su hija a tal lugar- ¿Por qué te fijaste en Galatea?
-Piénsalo, el dios del trueno y la diosa de la luna, sus hijos serán grandes dioses además, -hizo una pausa aguantando una sonrisa- a la larga tendrán el poder de unificar ambos panteones.
-A mi niña no le importa realmente el poder y jerarquía que obtuvo recientemente -se levantó con las intenciones de abandonar la reunión- agradezco que hayas pensado en ella, pero tiene otros planes que prefiero respetar.
Tal reacción no era la que esperaba el dios nórdico, ante ello sólo echó una mirada a su sobrino para que inicie con el contraataque y tener el control sobre la situación.
-Loki, ve a traer a Galatea, es tiempo de que vuelva con su padre -quiso permanecer tranquilo, no había nada de qué preocuparse- estaremos esperando en la entrada principal.
Entonces Loki fue a buscarlos pero no para que se terminara ese encuentro. Tras llevarlos consigo a la habitación del pelirrojo solo pudo terminar lo que había iniciado. Los colocó dentro de las sábanas uno al lado del otro despojándolos de la ropa que traían puesta e introdujo en ambos recuerdos de una aventura inventada que habían tenido.
-Para cuando despierten lo primero que recuerden será lo que les hice pensar con mi magia -dejó la habitación con cierta culpa por haber involucrado a una inocente en cuestiones que no le hubieran importado si no aparecía por ahí ese día- no espero que me perdonen, solo cumplo instrucciones.
La diosa de la luna había despertado algo confundida, no recordaba bien el momento en que se fue a dormir, lo más extraño era que no despertó como de costumbre.
No se encontraba en los brazos de su esposo y mucho menos lo estaba viendo mientras dormía. Con terror en su mirada se alejó de esa cama desconocida encontrando su vestido sobre una silla, mismo que se colocó rápidamente ante una mirada igual de confundida por la situación.
-¿Qué pasó aquí? -al borde de las lágrimas la castaña recordaba un poco de lo ocurrido antes de despertar.
-Nosotros... -a su mente vino el momento en que la invitó a pasar al palacio, intercambiaron miradas y pronto se había eliminado la distancia entre ambos- ¿Acaso estuvo mal?
-¡Claro que sí! -un mar de emociones en su interior le apretaba el pecho, le dolía enormemente el corazón- no sé cómo pudo pasar...
"Dentro de mí había una voz que me decía que los momentos perfectos vienen después de haberte casi muerto de tristeza."
Salió corriendo buscando la forma de volver con su padre quien la estaba buscando y en poco tiempo dio con ella. Llegó ante él cansada porque algo le había ocurrido y por lo pronto lo mejor era sacarla de ese lugar. Ambos dejaron el palacio en silencio, retornaron a casa y la castaña solo se despidió alegando que se encontraba cansada, tomaría un baño y se iría a dormir.
Y eso fue lo que hizo, llegando a su palacio fue recibida por su feliz esposo, estaba alegre de verla nuevamente aunque ella solo atinó a decir:
-Estoy realmente cansada, el viaje fue muy largo.
-Si es así, vamos a dormir -Galatea frenaba sus ganas de llorar mientras Buddha ya sabía que algo estaba pasando.
-De hecho iré a darme un baño primero.
-Está bien, tu me concientes todo el tiempo, déjame ser el que te concienta hoy.
La tomó en sus brazos dirigiéndose al baño donde la tina estaba llena de agua y con varios pétalos de cerezo que lo adornaban.
Sentir el agua caliente para ella era como eliminar de raíz los toques que recordaba haber sentido, por nada del mundo podía decirle a su esposo lo que había ocurrido porque ni ella misma lo creía.
Pero ahí estaban, varias marcas en su cuerpo que confundía con las que obtuvo anoche, quería pensar que todo fue una mala broma porque su amor por Buddha era tan grande que era imposible para ella haberle faltado porque si.
-Iré por unas toallas, ahora vuelvo.
Él era tan atento, dulce, amable y generoso con ella, muy diferente al dios del trueno que le dio la impresión que tan solo quiso poseerla por beneficio propio.
Por eso se talló el cuerpo limpiando sus caricias con tal fuerza que por donde sus dedos pasaban quedaban marcas rojas las cuales preocuparon al rubio cuando las vio.
-Espera -detuvo sus manos en el aire, la castaña bajaba la cabeza dejando caer gotas de agua y lágrimas que se mezclaban- kya es suficiente, puedes hacerte daño -dijo preocupado.
-¿Eh? -hasta ese momento había notado lo que estaba haciendo- Perdón, solo quería estar limpia.
Buddha la sacó del agua y con cuidado la secó llevándola a su habitación para que se pusiera cómoda. Una vez en la cama acariciaba su rostro dándole tranquilidad.
-Si es por las marcas que dejé, lo siento -si era su culpa cargaría con ello sobre sus hombros.
-No es eso... tú nunca podrías hacerme daño.
Ahí comprendió que alguien más la había dañado y por lo poco que pudo ver tenia que encontrar respuestas a lo ocurrido.
"Eres de quien te hace descubrir todo el amor que no sabías que puedes dar."
Elena PoeEsa noche no pudo dormir como siempre hacía, estaba atormentado por la idea de que al no estar la castaña en su presencia, aquel momento fue aprovechado por otros para hacerle daño.
La mañana siguiente pronosticaba un enfrentamiento con el dios padre que había solicitado la presencia de la diosa de la luna. En su lugar y por petición de su esposa, se presentaba Buddha quien estaba más que dispuesto a dar la cara ante él.
-Vaya, no esperaba verte hoy -Zeus algo confundido dio la bienvenida al ojiazul.
-Lo siento pero mi esposa no quiso venir el día de hoy, se siente algo mal -entonces fue de frente con sus dudas- ¿Qué pasó ayer? Cuando llegó no se veía nada contenta, estaba más...
-Asustada -el mayor se levantó de su lugar dando la espalda a su invitado y viendo a través de una ventana- la llamé hoy porque quería que me dijera que fue lo que ocurrió ayer.
-¿Acaso no estuvo con ella todo el tiempo? -ahora él se levantó bruscamente.
-Thor la llevó a ver los jardines, mi reunión con Odin duró apenas unos minutos, pero no logramos encontrarla y cuando la pude ver... te prometo que no estaba en mis planes.
-Si no lo hubiera estado no la hubieras dejado sola -quiso retirarse, pero una mano lo detuvo.
-Al igual que tu me encuentro furioso, lo que más quiero es saber la verdad -encontró su mirada llena de ira, ambos sentían lo mismo- por eso te pido que esperes un poco, todos estarán reunidos por la reunión de mañana y ahí podremos saber algo más.
-Me pides que espere cuando mi esposa está sufriendo justo ahora -en su mente la imagen de Galatea llorando y las marcas que vio en su cuerpo por la fuerza con la que se lavó el cuerpo incrementaba sus malos sentimientos.
-La dejaré que se encuentre a tu lado mañana, no le quites los ojos de encima, yo me encargaré del resto.
Había un trato y con ambos buscando el mismo objetivo no pasaría mucho hasta dar con pistas sobre el estado de la castaña.
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Selenofilia
Fiksi PenggemarUn viaje de miles de años llega a su fin al encontrar un amor perdido. Ambos se embarcan en un viaje para garantizar que su amor no sea olvidado en el tiempo. Al mismo tiempo una batalla que busca ayudar a la humanidad a seguir con vida por los próx...