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—Patrón, un cliente molestó quiere verlo...

—Decile que venga para mi oficina

Aquel castaño con gafas asintió y salió rápidamente de ahí.

Spreen notó la cara de preocupación que tenía su empleado, eso no significaba algo bueno.

Mientras esperaba se dedicó a acariciar a su hermoso gatito, Pelusa, el felino estaba acostado en las piernas del híbrido mientras dormía tranquilo

En eso escuchó fuertes pasos y la puerta se abrió de golpe, entró su empleado junto a un bonito mago, ya lo conocía y digamos que no se llevaban muy bien.

—Puede sentarse — Habló formalmente, mientras le indicaba con su mano un asiento que habia frente suyo —Lo escuchó.

Aquel mago lucia demasiado molestó, hasta tenía la cara roja del enojo, a decir verdad Spreen no tenía ganas de lidiar con alguien en ese estado.

—¡Esto es tan repugnante! Como puede permitir cocineros con el cabello suelto? Había un enorme y asqueroso pelo en mi pollo! Y es del mismo color como del cabello de su jodido cocinero!

Dijo para luego apuntar al castaño quién, estaba parado sin decir nada al lado de la puerta muy avergonzado.

Spreen sólo suspiró y llamo a su querido empleado, ordenándole volver al trabajo y avisandole que luego hablaría con él. El pobre chico acepto y salió sin decir ni una sola palabra.

Toda la habitación quedó en silencio, solo se dedicaban a mirarse sin decir nada.

A Spreen se le pasó una loca idea por la cabeza, tenía que hacer algo si no quería que aquel estupido ande divulgando aquello, eso bajaría la reputación del establecimiento y de el.

El oso se levanto de su asiento dirigiéndose a paso lento hacía su acompañante quien, no le quitaba la mirada de encima para nada

Spreen se posicionó atrás del mago tomandolo por los hombros y acariciandolos, antes de hablar se relamio los labios indeciso, pero no habia otra opción, bueno si la había. Pero su idea le gusto y además vio esta situación como una oportunidad para por fin satisfacer su necesidad

—No queres hacer un pequeño trató, gafotas. —Spreen le susurro en el oído mientras masajeaba sus hombros suavemente

—Que trató...?

—Ya veras...~

Dicho esto el híbrido le lamió el lóbulo de la oreja a Juan. Y aunque el oso estaba muriendo de vergüenza no iba a dejar ir esta oportunidad.

Mientras tanto Juan estaba sorprendido, no se esperaba eso para nada y menos viniendo del ser mas temido por la mayoría del pueblo

Cuando sintió su lengua húmeda pasar por su oreja le dio un gran escalofrío, su cara al instante se tiño de rojo. Juan todavía no le tenía mucha confianza al oso, pensó qué le iba a tender una trampa, como siempre lo hacía.

— Mejor me voy.

Dijo el castaño intentando pararse pero unas manos en sus hombros se lo impidieron

—Mira, voy a ir directo al grano, vos no decis nada a cambió de mi culo. Entendes? —Juan no podía creer lo que decía Spreen, estaba tan rojo de la vergüenza y muy incomodo

—No... no se que dices Spreen... e-estas loco, déjame irme

De nuevo Juan intentó pararse pero Spreen esta vez lo detuvo sentándose en su regazo, el castaño iba a gritarle pero unos esponjosos labios lo callaron.

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⏰ Última actualización: Oct 29, 2023 ⏰

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