Parte sin título 4

147 8 0
                                    

One shot solicitado por: "Harumi_Uchiha_95". Espero que te guste.

Disfruten la lectura.

Título: Entre la Luz y la Oscuridad.

Emparejamiento: Mael / ¡Fem! Meliodas.

Género: Romance / Tragedia.

Mundo de Nanatsu no Taizai.

Historia UA.

Historia Gender Bender.

Resumen.

UA: Es un amor que nunca debió existir, sin embargo, estaba ahí, claro para todos, algo que parecía imposible. El amor entre un arcángel y un demonio...

Disclaimer: no soy dueña de los personajes deNanatsu ni del anime y manga. Estos son propiedad de su creador Nakaba Suzuki.

NNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNT

En un mundo donde la oscuridad y la luz colisionan constantemente, nace Melody, la hija primogénita del rey demonio. Sus cabellos tan dorados como el sol, y sus ojos, dos abismos profundos. Pero su corazón, a pesar de su linaje, alberga una curiosidad insaciable por todo lo que la rodea.

Un día, mientras exploraba los límites del reino demoníaco tras escaparse de su tutor Chandler, la pequeña Melody se aventuró más allá de las fronteras invisibles, cruzando al mundo humano. Observó todo con inocente fascinación, propias de una niña de su edad. Las coloridas flores, el brillante cielo azul y los altos árboles del lugar. Ella caminó por varios minutos en el bosque en el que había aparecido y allí, en un claro junto a un lago cristalino, encontró a un niño solitario. Mael, el arcángel tímido con alas de marfil y ojos brillantes como estrellas. Sus mundos eran opuestos, pero sus risas se entrelazaron como hilos invisibles.

-¿Quién eres? -preguntó Melody.

-Un simple niño -respondió Mael-. ¿Y tú?

-La hija del rey demonio -confesó ella nerviosa para sus adentros, sabiendo lo que el resto de los clanes opinaban del suyo.

Sin embargo, Mael no dijo nada, únicamente le dedicó una pequeña y comprensiva sonrisa. -¿Te gustaría jugar conmigo? -le preguntó el tímido niño.

-¡Claro! -le respondió la rubia con alegría, esperanzada en poder hacer un verdadero amigo, en lugar de todos los interesados que querían ser sus amigos porque ella sería la futura reina del Clan Demonio y deseaban los beneficios que vendrían con ello, más por parte de las familias con hijos varones de su edad, que codiciaban que alguno de sus herederos se pudieran casar con ella, cuando fuese toda una mujer en edad para el matrimonio.

Entre alegres risas inocentes, los dos niños jugaron por horas, hasta que llegó la hora en la que debían volver a casa.

A pesar de sus obligaciones con sus respectivos clanes, desde ese día Mael y Melody se encontraron en secreto durante siglos en el mundo humano. Sus encuentros eran como notas robadas en una partitura prohibida. Hablaban de todo, sus sueños, sus deseos y compartían secretos que no compartían con nadie más.

El amor creció entre ellos como una flor envenenada. Pero cuando la guerra estalló entre el Clan de la Diosa y el Clan Demonio, Melody se vio atrapada en una tormenta de espadas y fuego. Su padre la llamó a filas, y ella obedeció con el corazón destrozado.

En el campo de batalla, los miembros del gran ejército de ángeles del Clan de la Diosa alzaron sus lanzas y espadas de luz, y demonios se cubrieron con la materia oscura creando diversas armas que irradiaban pura maldad. El campo de batalla temblaba con la tensión divina y profana.

Melody, la hija del rey demonio, emergió de las sombras, flanqueada por los Diez Mandamientos, los guerreros de élite del Clan Demonio. Su piel se veía pálida como la luna, y sus ojos fríos reflejaban la terrible oscuridad de los abismos más profundos. Llevaba una corona de espinas y una armadura negra que destellaba con runas malditas. Los demonios la seguían como si fuera su diosa.

Ludociel, Mael, Sariel y Tarmiel los poderosos Arcángeles que lideraban al Clan de la Diosa, descendieron del cielo. Sus alas eran de un blanco puro y sus lanzas y espadas irradiaban una luz deslumbrante. Rápidamente y con aterradora eficiencia, diezmaban las filas de los demonios.

En el campo de batalla, la princesa de la oscuridad luchó contra los ángeles alados. Cada golpe fue mortal y certero, como era característico de ella, dejando a su paso, un camino de sangre y muerte.

Melody se abrió paso hacia donde podía detectar el poderoso poder mágico de los Cuatro Arcángeles, su corazón dividido entre el deber y el deseo de no participar en aquella guerra a la que no le veía sentido.

Y entonces lo vio: Mael, sus alas de marfil, las cuales amó acariciar con las yemas de sus dedos durante sus encuentros secretos, su mirada triste. El arcángel que había sido su amigo y amante ahora era su enemigo.

Él la miró con dolor y determinación.

-¡Melody! -gritó Mael mientras paraba su espada-. ¡No debemos luchar así!

Pero Melody no podía detenerse. Las lágrimas se mezclaban con la sangre en su rostro mientras atacaba a Mael con ferocidad. -No hay elección -susurró-. El destino nos separa.

Mael bloqueó sus golpes con gracia divina, pero su corazón estaba roto. -¿Por qué? -preguntó-. ¿Por qué elegir continuar con este baño de sangre?

-Porque soy la hija del rey demonio -respondió la rubia-. Y tú eres el arcángel que debería matarme.

En un último enfrentamiento, Melody hundió su espada en el pecho de Mael. -Lo siento -susurró con la voz quebrada-. Lo siento tanto.

Él sonrió débilmente. -No llores, mi amor. Nos encontraremos en otro mundo -le dijo con dulzura, cerrando sus ojos lentamente, llevado por la muerte.

Melody lo atrapó entre sus brazos antes de que su cuerpo tocara el suelo ensangrentado con cientos de cadáveres.

La rubia acunó entre sus manos el rostro de su amado. Lágrimas calientes recorrían sus mejillas cayendo sobre el rostro de Mael, quien yacía inerte con sus blancas alas extendidas y empapadas de sangre.

Su cuerpo se sacudía por el llanto. Un dolor terrible abrumaba su alma, el dolor no se comparaba con ninguno que hubiese sentido antes. Estaba tan inmersa en su dolor que ni siquiera se dio cuenta que inconscientemente creó una barrera de energía oscura que la separaba a ella y a Mael de los demás, que intentaban llegar a ellos.

Antes de que Seldris, su hermano menor y Chandler pudieran detenerla, Melody creó siete espadas de materia oscura y las clavó justo donde se hallaban sus siete corazones horrorizando a su hermano y al resto de los demonios que no podían creer que su adorada princesa se hubiese suicidado ante ellos por un arcángel, con los guerreros del Clan de la Diosa quedando igual de estupefactos, congelados en sus lugares sin poder asimilar bien las acciones realizadas por la hija pródiga del rey demonio.

"Al fin estaremos juntos sin que nadie nos separe, mi amado arcángel". Fue lo último que pensó Melody esbozando una pequeña sonrisa mientras tomaba su último aliento abrazando el cuerpo de Mael.

Su sangre se mezcló con la tierra mientras caía al abismo. En ese último aliento, sintió las plumas blancas de Mael envolviéndola.

En el otro mundo, donde los límites entre el cielo y el infierno se desvanecen, Melody y Mael se encontraron nuevamente. Sus cuerpos eran etéreos ahora, pero sus corazones seguían latiendo al unísono con profundo amor.

-¿Por qué? -preguntó ella.

-Porque el amor trasciende todo -respondió él.

Y así comenzó su eternidad juntos, dos almas rotas que encontraron consuelo en la oscuridad y la luz.

NNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNTXNNT

Fin del One Shot.

One Shots Nanatsu no Taizai 🐲💥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora