XXXVII La cita

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No perdí mi tiempo, me duché, arreglé mi cabello y estuve más minutos de los necesarios pensando en como maquillarme. Había elegido un sencillo vestido mostaza con mis zapatos favoritos y me sentí cómoda al verme en el espejo. Bajé las escaleras con mi bolsa y el celular en la mano, varios de mis amigos estaban en la sala y voltearon a verme al escuchar mis pasos. Jacob me sonrió, Duda me dio un pulgar arriba con una gran sonrisa.

—Eva —me saludó Gray que salió desde la cocina acercándose bastante para hablarme emocionado por alguna razón —estaba a punto de buscarte.

Junté mis cejas. Gray era un buen chico, y nos llevábamos bastante bien, pero no podía ni imaginar que podía querer para buscarme.

— ¿Sí? ¿necesitas algo?

Negó, sonriendo.

—Duda me había contado que has estado buscando un empleo.

—Ah, sí...

—Bueno, mis padres se mudaron cerca, son un dolor de cabeza que quiere seguirme a todas partes, y abrieron un pequeño restaurante muy cerca de la universidad. Les gustaría abrir mañana, pero les falta personal y pensé que podríamos ir, presentarte y...

— ¿Harías eso por mí? —pregunté tan emocionada como asombrada.

Asintió un montón de veces.

—También voy a estar trabajando con ellos así que será divertido, y con un horario cómodo, mis padres son comprensivos con los estudios.

—Es excelente —acepté de inmediato.

—Entonces vamos, te agradaran muchísimo.

—Gray, yo voy de salida.

Fue entonces que me miró de pie a cabeza y sus mejillas enrojecieron de vergüenza.

—Oh, entonces déjame llamarlos —sugirió sacando su celular para marcándoles de inmediato.

Jacob se acercó, me miró también muy detalladamente, podía notar cierto tinte de orgullo por mi aspecto.

—¿Dave viene a buscarte?

Asentí y sonrió encantado.

—Es tan dulce.

—Espera, ¿tienes una cita con Dave Jhops? —preguntó muy sorprendido, incluso emocionado por mí —ya decía yo que esas miraditas no eran gratis.

Me reí, él miro una vez más su celular, sonaba y sonaba, pero sus padres no contestaban.

—No atienden, ¿Segura que no tienes unos minutos?

Miré a Jacob, él se encogió de hombros. Suspiré para mirar mi celular, faltaban unos quince minutos.

—No sé...

—Podría llevarlos —se ofreció Jacob cruzándose de brazos —llama a Dave, le explicas y yo te dejó allá.

Lo pensé, de verdad quería ese trabajo, pero me preocupaba llegar tarde a la cita y Dave no merecía eso. Tenía una semana esperando por esa noche.

—Lo va a entender —me aseguró y asentí.

Desbloqueé mi celular para llamarlo con los nervios al máximo, llevé una de mis manos a mi cara, mordiendo mi uña mientras sonaba. Cuando contestó el aire se me escapó.

—Hola bonita, ¿Pasa algo? Estoy por salir para allá.

—Todo está bien, pero necesito pedirte algo —mi voz sonaba más nerviosa de lo que esperaba.

—Dime.

—Gray me consiguió un trabajo, pero tengo que ir ahora y me preguntaba si podía alcanzarte un poco más tarde —hablé demasiado lento, con pausas, como una niña apunto de confesar un crimen —Jacob va a llevarme. Prometo que solo será un poco de demora, estaré allá.

Mírame De Nuevo +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora